Todo por ti

Capítulo 5: Storm

Estoy ansioso por volver a ver a Hallie. Han pasado varios días y tuve que hacer mucho esfuerzo para no ir a buscarla. Nada más le envié un correo con el presupuesto y ella respondió diciendo: gracias.

Rydian deseó asistir para evitar que cometiera un error, sin embargo, debía visitar una de las obras en construcción y no pudo venir conmigo, por lo que seré solo yo con ella, a menos que su padre se encuentre presente.

Cuando llego a la empresa, la asistente de Roger, que también es la de Hallie, me informa que ella me está esperando en la sala de reuniones. Me dirijo allá luego de darle las gracias.

Encuentro a la rubia hablando por teléfono, no sé con quien habla, pero la otra persona le agrada porque sonríe.

Camina de un lado al otro, permitiéndome observarla con atención. Hoy lleva un vestido blanco ajustado a sus curvas, las cuales son más pronunciadas que antes. Sus pechos están más rellenos, al igual que su trasero. Ya no es el cuerpo de una joven universitaria, sino de una mujer hermosa, elegante e independiente.

Intento no recordarla a ella desnuda en mi cama, gimiendo mi nombre mientras le hacía el amor, porque me dan ganas de tomarla aquí mismo sobre el escritorio y hacerlo es poner en riesgo a mis pelotas. También la extraño en mi vida, en el día a día.

Era tan fácil hablar con ella sobre nuestros días. Me escuchaba y acompañaba siempre, y tuve que perderla para valorar esos detalles.

Odio haberme dejado influenciar por mi padre. Todo hubiera sido tan diferente si lo hubiera mandado a la mierda antes. Si él no hubiera hecho algo tan despreciable como lo que hizo, yo estaría con Hallie.

Ella voltea en ese momento y se encuentra con mi mirada. Salgo de mis pensamientos al escuchar la última frase que dice.

—Cariño, debo colgar. Te veo en la noche. Te amo.

¿Cariño? ¿A quién va a ver a la noche? ¿Lo ama? ¿Acaso sale con alguien? Lleva una semana en la ciudad.

—No quise interrumpir tu conversación con tu novio. —exclamo apretando los dientes y dominando los celos.

Ella enarca una ceja.

—No te preocupes, te estaba esperando. —me señala la silla.

No paso por alto que no negó lo del novio. Tal vez sí tiene novio y su padre no lo sabe, después de todo salió conmigo un año y nunca le dijo nada.

Me siento cerrando la mano en un puño y controlando mi genio. No puedo hacerle reclamos o me enviará a la luna y no tengo deseos de conocer la luna, no de esa forma.

—Empecemos.

—¿Tu socio no nos va a acompañar?

Niego con la cabeza.

—Rydian tuvo que ocuparse de otras cuestiones y me dio el poder de decisión en esta ocasión. Se nos unirá en la próxima reunión, aunque a él no le gusta mucho todo esto.

Ella asiente.

—Bueno, igual es solo una muestra y estoy segura de que hay que hacer muchos cambios. Siéntete libre de decirme si algo no te gusta, sea lo que sea. Necesito que seas completamente honesto para que esto funcione.

¿Acaso eso es un palo por no haberlo sido en el pasado?

Odio que sea tan indiferente, cordial y profesional. Lo odio mucho. Preferiría que me mirara con odio o rencor antes que con indiferencia. Sin embargo, no puedo hacer nada más que ser paciente.

No tengo idea si tiene novio o sale con alguien, tampoco me importa. Prefiero ignorar la parte de la conversación que escuché y fingir que no sé nada.

Yo solo quiero hablar con ella, contarle la verdad que debí contarle cinco años atrás con la esperanza de que sea comprensible y podamos tener un nuevo comienzo, juntos o separados.

Haberla herido fue una de las cosas más dolorosas que tuve que vivir en mi vida. Es difícil lastimar a la mujer a la que se ama buscando su bienestar.

Me enfoco en la presentación, intentando ponerme en modo profesional. Cuando ella termina, doy mi opinión.

—Honestamente, es un buen trabajo y no puedo opinar demasiado porque la experta eres tú. Mi socio y yo decidimos contratar esta empresa por recomendación de un cliente y por la buena imagen, así que confío en tu padre y en ti.

—¿No hay nada que quieras cambiar, algo que no te haya gustado?

—Quizá el nombre de la empresa sería un tanto más grande y el eslogan más chico, ya que somos una compañía nueva y destacar el nombre es importante.

—No lo recomiendo porque, como dijiste, tu compañía aún no es muy conocida, por lo que el nombre no llamará la atención deseada, así que debemos enfocarnos en el eslogan y en la imagen.

—Eso tiene lógica. ¿Puedo sugerir un eslogan? Me gusta: construyendo sueños, creando legados y cambiando vidas. ¿Qué tal? —ella asiente con la mirada fija en su cuaderno mientras toma notas—. Nuestra empresa de diseño y arquitectura va bien gracias a los clientes que conseguí trabajando para mi padre y mi amigo trajo los suyos; sin embargo, todavía no es conocida a nivel nacional y ese es el objetivo.

—Por eso haremos una campaña de promoción en el estado de Nueva York primero y luego, con base en su funcionalidad, nos extenderemos a otros estados. Y no me convence la parte cambiando vidas del eslogan, pero no te preocupes, apenas estamos comenzando. Puedes pensar en otros, yo buscaré algunos y luego cruzaremos ideas para crear uno perfecto.




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