Todo por ti

Capítulo 13: Storm

Rydian ha estado actuando raro y temo que tenga un hijo por ahí del que no sabía nada porque me estuvo haciendo preguntas al respecto. Me preguntó qué haría si descubriera que tengo un hijo del que no sabía nada y la madre lo hubiera ocultado. Le pregunté si era su caso y no respondió, solo me dijo que él comprendería a la madre.

La verdad no sé. No me gustaría enterarme de que tengo un hijo de varios años y que la madre me lo ocultó. Supongo que dependería de las circunstancias y los motivos que tuvo la mujer para ocultar a su hijo; sin embargo, me haría cargo. Solo me dolería saber que me perdí algunos años.

De todas maneras, no se puede tener la certeza de nada hasta que sucede.

Kate dijo que si le llegaran a robar, entregaría todo sin poner resistencia y cuando le pasó, puso resistencia porque en su bolso llevaba cosas importantes que no quería perder.

Si Rydian tiene un hijo suelto por ahí y se acaba de enterar, lo sabré pronto. No lo voy a presionar para que me cuente o se enojará. Él suele ser muy cerrado y habla cuando quiere hacerlo, no cuando lo demás lo presionan. Muy diferente a mí que lo uso de psicólogo y hago catarsis con él porque no tengo a quien recurrir.

No sé por qué pienso en eso cuando debo pensar en que hacer para ganarme la confianza de Hallie.

Pensando en ella, en cualquier momento va a llegar con su fotógrafo y yo debo dar una buena impresión de la empresa, la cual está creciendo y estoy muy orgulloso de ello.

Le pido a mi asistente que haga pasar a Hallie en cuanto llegue y que le avise a Rydian para que la salude. Se conocen, pues él era mi amigo cuando salía con Hallie y es mejor que se vean de nuevo en persona porque él es mi socio. Quiera salir o no en la campaña, debe estar presente.

Mi celular recibe una nueva llamada de mi madre y exhalo un suspiro. Lo último que quiero es hablar con ella; no obstante, respondo para saber que quiere y cortarle. No sé por qué no la he bloqueado.

—Dime que quieres.

—Por fin respondes, Storm.

Pongo los ojos en blanco.

—Tal vez no quería hablar contigo. Ya te lo dije mil veces, no voy a hablar con tu esposo, no tengo nada que decir, ni me corresponde pedir disculpas porque yo no hice nada malo. Si tú no puedes verlo o no quieres, es tu problema.

—No, no te llamo por eso. Hablé con la madre de Kate.

—Kate y yo nos estamos divorciando. No sé por qué me tiene que importar su madre. Nunca me llevé bien con ella.

—Se acaba de enterar de que tiene leucemia y Kate no sabe nada. Ya sabes que el padre de Kate murió hace un par de años y solo tiene a su madre, será un duro golpe para ella…

—¿Y yo que tengo que ver? No soy médico y tampoco psicólogo.

—Storm, no seas así—regaña—. Tú te casaste con Kate porque querías, nadie te obligó. Y ella no tiene la culpa de nada. No te estoy diciendo que regreses con ella, solo que le des un poco de apoyo.

Cierro los ojos con fuerza.

—Kate sabe que puede contar conmigo porque la considero una amiga, pero no voy a dejar a un lado mis responsabilidades y mi vida para estar a su lado. Ya no soy su esposo y no tengo ninguna obligación con su madre. Tú podrías estar con ella ya que pareces apoyarla. Después de todo no tienes nada interesante que hacer más que atender a tu esposo infiel.

—¡Storm! No eras tan frío y desinteresado.

—Tal vez me volví así después de saber toda la verdad y dejé a la mujer a la que amaba para casarme con otra que no amaba con el objetivo de complacer a quien no lo merecía o cuando mi propia madre me dio la espalda para apoyar a un tipo que le es infiel.

—No tienes idea de nada.

—No, no la tengo, así que deja de llamarme por cuestiones de otras personas. Ocúpate tú si estás tan preocupada. Eres experta en preocuparte por todo el mundo menos por el hijo que, según tú, deseabas tanto. Ten un buen día.

Finalizo la llamada y llevo la mano a la cabeza. Sabía que no debí responder su llamada.

Me da pena saber sobre la enfermedad de mi ex suegra. Kate adora a su madre a pesar de todo y la muerte repentina de su padre fue un golpe duro. Claro que ella podrá contar conmigo si lo necesita, pero no estaré a su lado como un esposo debería porque tengo mis propios asuntos. Y sé que suena egoísta, pero me cansé de sacrificar mis propias metas y deseos por siempre complacer a otros y buscar que estén bien. Sacrifiqué a la mujer a la que amaba diciendo que era por su bien y esa herida nunca se ha curado.

Me quedo de pie con las manos apoyadas sobre el escritorio tratando de que la culpa no me domine por haber sido tan frío y desinteresado con mi madre.

Ya no puedo volver al pasado. Hoy me elijo a mí. Si me hubiera elegido hace cinco años, todo sería diferente. Tal vez no me sentiría tan vacío e incompleto.

Un golpe en la puerta me obliga a incorporarme y controlar mis emociones.

Al voltear y encontrarme con la mirada atenta de Hallie, siento que el corazón se me detiene y no sé por qué tengo deseos de llorar y abrazarla.

Ella siempre me apoyó, jamás me presionó para nada y yo la lastimé por causa de otros que no merecían nada de mí. Aunque me dije a mí mismo que era para protegerla, no estoy seguro de que haya sido del todo cierto. Podría haberlo protegido quedándome y confiando en ella.




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