Muy de mañana llegó Paula a la oficina de Alexander, sonreía tan feliz que Claire sintió impotencia de pensar que se pudiera estar burlándose de ella.
—¿Está Alex? — preguntó un poco agitada — Necesito hablar con él...
—Paula...
—Licenciada Paula aunque te tardes.
—¿Crees que no me doy cuenta de lo que se traen desde hace un tiempo?
—¿Nos traemos algo? ¿Quienes? — preguntó con sarcasmos Paula — No entiendo...vine a hablar con Alex...
— Dile a Emperatriz que no le ha valido de nada tanto trapo fino, Alex es mi hombre...
—¿Quién te dijo que Emperatriz es tu enemiga? ¿Acaso te ha insultado? Eres tú quien estás loca, a mi amiga no le importa Alex, es más yo no entiendo cómo es que no te has casado con él.
—Nos casaremos, solo falta que salga el divorcio, no sabes que Alex solo habla de eso...
—¿Esperando qué? — rió paula con aplausos — Pero...si Alexander y Emperatriz ya están divorciados ¿Cómo es que él no te lo ha dicho?
—¿Divorciado? Alex....
—¿No te ha dicho? ¡Vaya, qué detallazo! Pregúntate por qué no te lo ha dicho.
Alexander después de haber escuchado voces salió encontrándose con las dos mujeres discutiendo.
—¿Alex...es cierto que...tu divorcio salió ya? — él miró a Paula, no tenía escapatoria.
—Es cierto, estoy divorciado de Cielo.
—¿Por qué no me lo has dicho?
—Trata de entenderlo Claire — rió Paula respondiendo— en casi dos meses no ha tenido tiempo de decírtelo, ha de ser por algo ¿no crees?
—¿Qué es lo que quieres Paula? — preguntó Alexander de inmediato— ¿A qué has venido?
—Hoy empiezan los ensayos para mi boda y quiero pedirte que no faltes...
— Iré...se lo prometí a Fernando.
—¡Bien, y no la lleves a ella, y tampoco a mi boda, no es bienvenida y lo sabes! —dijo con prepotencia— adiós Alex, espero que soluciones tus problemas.
Una vez que se fue Paula, Alexander entró directo a su oficina y detrás de él, Claire.
—¡No puedo creerlo! Estás divorciado y...
—¡No quiero casarme Claire! —dijo interrumpiendola — Nosotros estamos bien así...
—Yo no estoy bien, te amo y quiero que me des el lugar que merezco, soy tu mujer y merezco respeto.
—Yo siento cosas por ti, la paso excelente en la cama, pero...no quiero casarme, por eso no te dije que el divorcio salió, lo siento.
—Alex —dijo pérdida y lloró con amargura— ¿Por qué? ¿Acaso yo...?
—No quiero lastimarte, pero...
—No digas nada por favor...dejemos correr un poco más el tiempo, un día te sentirás seguro y me lo pedirás, todo ha sido tan apresurado... mamá dice que los hombres piensan mucho cuando se trata de esta clase de compromiso — él pareció perderse en el silencio.
***
—Fernando…—dijo inseguro Alexander — estoy harto de todo...
—¡¿Qué es lo que te sucede Alex?! En todo el ensayo estuviste distraído.
— Pensé que Cielo iría... además, ¡Demonios!
—Pau explicó que tuvo compromiso a última hora con su padre....
—Estoy que me lleva el tren, ¿Que te parece que Pau le dijo Claire que ya mi divorcio salió…
—Ah pero…¿Era un secreto?
—Yo no quería que se enterara, ahora quiere matrimonio, y yo no voy a complicarme…no entiende que estamos bien así.
—¿Que más da? Cásate…
—¿Yo? Noooo, ni loco me caso, nunca me quiero casar, tú lo sabe...
—¿Qué dices? ¿Nunca te quieres casar? Si te casaste con Cielo…
—Es distinto, ella y yo nos casamos bajo unos acuerdos, solo somos amigos…además, Cielo es…
—¿Qué es Cielo?
Alexander Davis se quedó pensando, quería explicar lo que de alguna manera se le imposibilitaba.
—Fernando no sé cómo explicarte, mejor dime … ¿por qué tú te vas a casar con Pau? ¿Qué te hace pensar que es lo más acertado que harás?
—¡No quieras enredarme Alex que yo no soy como tú. Yo amo a mi Pau!
—Bueno, yo creo que quiero a Claire pero eso de casarse…que va.
—En serio que no entiendo como un hombre de veintiocho años como tú, tan profesional, con tanto auge en los negocios, seas tan bruto en tu vida personal...vienes de un hogar estable, con tu papá y tu mamá que son un buen ejemplo…ve Alex ¿Tú crees que a mí no me mueve una mujer exótica y atrevida?
—No lo creo…actúas diferente...
—¡Claro que sí, me encanta todo eso, pero no soy bruto, yo amo a Pau y si por idiota la perdiera, yo mínimo me muero.
—Bueno, yo soy un hombre muerto desde que Cielo me abandonó — rió repentinamente con melancolía.
—A nadie le parece importarle el amor...tal vez soy cursi, o tonto para algunos, pero yo soy un hombre que no cambio jamás a mi mujer, a la que conozco y siento mía por nadie, y menos la hago sufrir, todo viene en reversa siempre...
Editado: 07.04.2023