Todo Por una Pizza

II

Capitulo 2:  "Ed"

POV Connor

Y así es como terminé aquí, escapando de unos hombres locos, en el bosque nocturno y con un extraterrestre grosero a mi lado.

—Deberíamos subir a ese árbol. — Dice mi acompañante, sacándome de mis pensamientos, mientras señala un árbol grueso...

— ¡No!— Grito al reconocer el árbol y salí a correr, no me di cuenta si me sigue o no, lo único que me interesa es recordar el camino. — ¡Sí!— Exclamo al ver la carretera y a mi moto a la mitad de esta. Corro más rápido para llegar a ella, me subo e intento encenderla... ¡Sí! ¡Gracias Dios! No pierdo tiempo y me coloco el casco e intento avanzar, pero algo o mejor dicho alguien, se atraviesa en mi camino.

— ¡Hey! ¡¿A dónde crees que vas?!— Dice el extraterrestre enano.

— ¡¿Pues a dónde crees?! ¡Lejos de ti!— Digo, mientras intento quitarlo del camino. — ¡Esos sujetos intentaron matarme por tu culpa!

— ¡Oye! Yo no te pedí que fueras a “salvarme”— Dice cruzando sus brazos. —De todas formas... gracias. — Seguramente vio mi cara ofendida porque habla y creo que casi se ahoga diciendo la última palabra, pero bueno. —Y no puedes irte así...

— ¡¿Me estas retando?! Porque creo que lo estás haciendo.— Intento avanzar otra vez.

— ¡No!— Exclama —Lo que digo es que no puedes irte... al menos no sin mí. — Levanto mi ceja izquierda. — Esas personas vieron tu rostro, ya deben saber quién eres, donde vives y esas cosas, si estamos juntos tal vez sea más fácil librarnos de ellos...— Medito unos segundos, lo que dice es cierto y como dicen por ahí: dos cabezas piensan mejor que una, en especial si una de ellas es más grande... emm, no dice así, pero bueno. Suspiro y debo decir que he suspirado más en esta noche que en toda mi vida.

—Está bien... sube. — Dio un pequeño “si”. Camina hasta la parte de atrás y...

— ¿Cómo me subo a esto?— Ruedo lo ojos. ¡Dios! Dame paciencia.

—Solo tienes que apoyar tu pie ahí y luego te impulsas.

— ¿Así?— Le respondo un “ujum”, totalmente aburrido. — ¡Ya está!— Exclama cuando se sube.

— ¡Por fin!— Arranqué y gire rumbo a la ciudad. Acelerando a fondo, que claramente no es mucho. Afortunadamente, esta motocicleta no es tan ruidosa y pasaremos desapercibidos.

***

Por obvias razones tuvimos que ir por lugares en donde no había mucha gente y luego de cruzar muchos edificios, calles y varias casas, por fin veo mi vecindario a la distancia.

— ¿A dónde vamos?— Dice “Flinn”, después de estar un rato en silencio.

—A mi casa...

— ¡¿Pero qué te pasa?!— Grita de la nada, haciéndome frenar en seco.

— ¡¿Qué te pasa a ti?! ¡¿Acaso estás loco?!— Le grito luego de que me pasa el susto. — ¡Casi nos haces matar!

— ¡Pues lo siento! Pero te dije que ellos ya deben saber dónde vives y no es de extrañar que ya te estén esperando...

—Creo que estás exagerando, no ha pasado mucho desde eso. — Vuelvo a retomar la marcha. — Además si hubiera algún desconocido en mi casa ya me hubiera dado cuenta.

—Después no digas que no te lo advertí. — Simplemente respondí un “ajá”.

Mi vecindario en sí está un poco alejado de la ciudad, no tanto como el de Amanda, de hecho lo único similar es que también  está rodeado de un bosque, aunque este es menos tétrico, ¡hasta hay un pequeño arroyo! A veces voy con Ed a tomar unas cuantas cervezas o voy yo solo a intentar hacer nuevos bocetos. En general, es un buen lugar para desconectarse de todo.

Buscar donde dejar la motocicleta fue tarea fácil, si Flinn tenía razón y esos sujetos estaban cerca de mi casa lo mejor era que no se dieran cuenta que nos aparecimos por ahí. Así que unas cuantas cuadras antes de llegar a mi hogar, donde empieza el bosque bonito, nos bajamos de la motocicleta y la escondimos tras un arbusto. Cuando nos aseguramos que no se veía nada del vehículo nos encaminamos por el bosque hacia mi residencia con la linterna de mi móvil encendida, es un milagro que no se ha apagado todavía. Caminamos en silencio, no uno incómodo, pero tampoco que fuera súper agradable.

— ¿Seguro que no estamos perdidos?— Dice Flinn después de unos minutos.

— No, no lo estamos.    

— ¿Seguro? Porque hace un rato era evidente que estábamos muy perdidos. Creo que desde la carretera esa se veía donde aterricé.

—Supongo que dimos una gran vuelta, — Digo y suelto una risa al igual que él, la verdad es esa, ni siquiera tuve que correr más de cien metros para llegar al sitio del choque y aun así tuvimos que correr más de treinta minutos tratando de huir de esos hombres. — ¿Sabes que lo único que quería era escapar de esos locos, cierto? Ni siquiera me estaba fijando por donde iba. Agradece que reconocí el árbol, porque de no haberlo hecho todavía seguiríamos corriendo en ese maldito bosque.



#4312 en Ciencia ficción
#27146 en Otros
#3759 en Aventura

En el texto hay: extraterrestres, humanos

Editado: 23.03.2019

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.