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Elena

Odio los domingos, son tan aburridos. Y peor aún si tengo una hermana a mi lado moviéndome las mantas de la cama.

—Dime ahora, cómo es que tienes un tatuaje con un tipo que no conoces?—pregunta por milésima vez.

—Sof, déjame dormir—me cubro el rostro.

Por fin logra quitarme las mantas y quedo descubierta. La miro mal en cuanto me levanto.

—Estás loca!

—Oh, mira quien lo dice—pone sus manos en la cadera.

Comenzamos a gritarnos por toda mi habitación hasta que mi móvil nos interrumpe.

—No contestarás?—pregunta.

—Ahora no, debo de recuperar mi sueño—me dirijo a mi cama.

Me acuesto y por fin siento que vuelvo a estar en las nubes. Amo dormir.

—Te llama un tal Jaden, quién es?

Abro mis ojos y de un salto llego hasta ella quitándole mi móvil de las manos. En la pantalla efectivamente dice "Jaden". Comienzo a temblar sin ninguna razón y mi hermana me mira curiosamente.

—Eh, buenos días?—contesto la llamada.

—Blake, todavía dormida a estas horas?—puedo sentir como sonríe.

—Yo? No, de hecho he regresado recién de correr

—Qué mentirosa!—susurra mi hermana mirándome.

—Toda una deportista—ríe—. Bueno Blake, pasaré por ti en veinte minutos, nos vemos.

—Ahora?

El ya había colgando y me quedé pasmada mirando la pantalla.

—Quién es ese chico con voz sexy en las mañanas que dice que pasará por ti?—Sophia me mira esperando impaciente mi respuesta.

—Ayúdame! Viene en veinte minutos! Estoy entrando en crisis!

—Calma ya—me agarra de los hombros—. Te ayudo si me cuentas todo.

Yo asiento varias veces y veo su sonrisa de triunfo. Al final logra ayudarme con la ropa, llevo puesto una chamarra negra y pantalón azul con mis zapatillas negras.

—Estás guapa!—halaga mi hermana.

—Es tu obra, gracias.

—Así que, Jaden no? Me parece un tipo interesante—comienza a molestar levantando las cejas—. Segura que no es un acosador?

—Ya hubiera desaparecido, no crees?

—Ya, pero ten cuidado, de todas maneras mantenme en contacto—se acerca y me abraza—. Ve.

Sonrío una última vez y desciendo por las escaleras. Me ha escrito un mensaje avisando que ha llegado. Me veo otra vez por el espejo de la sala y arreglo un poco más algunos cabellos que están alborotados. Me sobresalto cuando escucho una taza en la mesa.

—Mm, buenos días mamá—está en el sofá mirándome atentamente.

—Vas a salir?—pregunta sin ninguna expresión en su rostro.

—Si

—Con quién?—su mirada me hace sentir pequeña en la sala.

—Un amigo

—No regreses tarde—es lo único que dice y se retira de ahí.

Salgo de casa y lo veo apoyado en su moto, con el cabello suelto y los rulos reflejados por todo su rostro. Levanta la mirada y se encuentra con la mía.

—Blake—sonrío al instante—. Lista para otra aventura?

—En qué consiste?

—Ven y lo sabrás—ofrece el casco y lo acepto sin más—. Estás bien?

Su pregunta me toma por sorpresa y lo miro confusa.

—A qué viene eso? Así de pronto.

—Solo quiero saber si te sientes cómoda acompañándome.

Tuve que agarrar fuerte el casco que tengo en las manos, casi se me cae.

—Estoy bien—sonrío para hacerle saber que es verdad.

Me quita el casco de las manos y lo pasa por mi cabeza.

—Me parece bien—abrocha los costados mientras me mira—. Me gusta tu compañía.

Sonreímos al mismo tiempo y subimos a la moto. Me percato que maneja con precaución, y no era la primera vez que subía. Siempre he visto que los que manejan moto se van con toda la velocidad y pareciera que enfrentarían la muerte. Gracias al cielo que él no es así. Lo veo por el retrovisor y parece disfrutar de cada detalle de las calles o la brisa.

Llegamos a un lugar abierto que no conocía, de hecho nunca había estado por ahí pero me gustaba. La gente caminaba por las calles cantando, otras disfrutaban de ello y bailaban, hacia otro lado habían puestos de comida. La gente aquí se ve muy liberal y contentos.

Él estaciona la moto cerca a un restaurante muy colorido con frases pintadas por las paredes. Nos sentamos en una mesa pegada a la pared.

—Todo es temporal, incluso los días malos—lo escucho hablar enfrente mío, mirando una de las frases—. Me gusta esa, me la podría tatuar.

—Aún tienes espacio?—me burlo.

—Tampoco soy de rayarme hasta el cuello—ríe y se queda mirando una frase justo en medio de nosotros—. Dos personas nunca se conocen por accidente, disfrútense.

Nos miramos al mismo tiempo y reímos.

—Es muy nosotros, de repente eres mi hermano lejano perdido o mi futuro asesino, quién sabe?

—Jaja, ves muchas películas Blake, de repente solo debemos disfrutarnos como dice—sonríe y mira la carta de comida que dejó el mesero.

Elegí una lasaña de pollo, una recomendación de Jaden que no paraba de hablar de lo bien que lo preparan aquí, él también decidió pedirse eso por milésima vez como me contó.

—Sabes? Pensé que tu presentación sería en la noche—capto su atención.

—Es verdad, pero tengo otra en la tarde—hace una pausa en cuanto traen la comida—. Pensé que sería bueno almorzar juntos y de ahí pasaríamos a mi presentación que es cerca de aquí.

—Trabajas mucho en un día?—pregunto mientras empiezo a comer.

—A veces llego a tener tres presentaciones en un día—me mira expectante.

Entiendo su mirada y termino de comer.

—Tenías razón—señalo la lasaña—. Es magnífica.

—Yo siempre tengo razón—esboza una pequeña sonrisa.

—Y hablando de tus presentaciones, si qué trabajas mucho, alguna razón?—lo miro de reojo y puedo verlo algo tenso.

—Te encanta saberlo todo, Blake—mira a otro lado.

—Solo quiero saber sobre ti, es algo malo?—intento que me mire y lo logro.

—Aceptaré algunas de tus preguntas, solo las que quiera contestar—advierte.