Elena
Él se detuvo frente a un asilo y descendí de la moto mirando curiosamente el lugar que tengo frente a mí.
—Sorprendida?—pregunta a mi lado.
—Es aquí?—asiente—. Jaden, no me lo creo—agarro su mano—. Ya vamos, quiero escucharte tocar la guitarra.
—Ya verás, te sorprenderás más en cuánto entremos.
El lugar por dentro es tan hermoso, se aprecian bien los colores pasteles en las paredes, Jaden saluda a la recepcionista y nos deja pasar a una sala grande, de lejos veo el escenario pequeño donde supongo que él se presentará. Hay unas cuantas mesas donde se encuentran algunos ancianos jugando entre ellos y otros mirando por la ventana. Nos acercamos a un anciano sentado leyendo un libro.
—Arthur—el anciano deja de leer para abrir sus ojos como platos.
—Jaden!—se emociona e intenta levantarse para abrazarlo.
—Eh cuidado Arthur, que ya no eres joven—se acerca y lo abraza.
—Gracias por seguir recordándomelo hijo—posa sus ojos sobre mí—. Y esta hermosa señorita quién es?
—Arthur te presento a Elena—me mira un buen rato y sonríe—. Una amiga—ahora se vuelve de nuevo hacia mí—. Blake, te presento a uno de mis amigos que más conozco por aquí, ya escuchaste su nombre.
—Un gusto señor Arthur—le dedico una sonrisa.
—Nada de señor, me hace sentir anciano—ríe—. Un gusto conocer a la primera amiga de Jaden, no suele ser sociable el muchacho.
—Eres anciano Arthur—se burla y lo golpea ligeramente en la pierna con el libro que tiene en manos—. Ya! No maltrates Art, y para tu información soy muy sociable.
—Jaja, mira como me río—finge reírse a carcajadas.
—Cuidado Art, se te puede caer la prótesis dental.
Me quedo mirándolos discutir en broma y me río, la escena se me hace muy tierna. Luego de un momento nos alejamos para acercarnos al escenario.
—Puedes sentarte junto a Art, empezaré en unos minutos—me avisa.
—Hey, buena suerte—le doy un apretón en el brazo y me alejo.
Me siento al lado de Arthur que no deja de sonreír mientras mira a Jaden que está sacando una guitarra acústica.
—Debes ser especial—Arthur voltea a verme—. Nunca había traído a nadie, mucho menos cantar delante de alguien como tú.
Dirijo mi mirada hacia él, un instante se encuentra con la mía y sonreímos.
—No sabía que cantaría
—Siempre lo hace cada que viene—lo mira—. Ya empezará, es un profesional.
La música comienza a sonar en todo el lugar, una melodía lenta, él sentado con la guitarra en manos y acercándose al micro.
—Tell me, tell me that you want me and i'll be yours completely for better or for worse—empieza a cantar.
Me emociona el don que tiene de cantar de esa manera, es la segunda vez que lo escucho y sigo sin poder dejar de sorprenderme.
—And i still remember feeling nervous and tryna find the words to get you here today.
Veo como todos han captado su atención al instante y se sienten más relajados con su voz.
—That's how i know you are the one.
Termina de cantar y me levanto para aplaudir, algunos me acompañan con mi acción y así toda la sala se llena de aplausos. Él agradece para luego pasar a hablar con algunos ancianos.
—Es un buen muchacho, con mucho talento—empieza Arthur a hablar—. Y la verdad me emociona verlo así, después de lo que tuvo que soportar no pensé que saldría de esa situación, y míralo ahora, es la primera vez desde que viene a visitarnos que lo veo muy contento.
Lo miro curiosa e intrigada sobre lo que ha dicho, él entiende mi ceño fruncido.
—No lo sabes verdad?—niego—. Tal vez algún día lo sepas, pero por él.
—De qué tanto hablas Art?—aparece Jaden y toma asiento a mi lado—. No la vayas a traumar por favor.
Rueda los ojos—. Le aconsejaba que se aleje de ti, eres insoportable.
—Te doy la razón Arthur—hablo mientras chocamos puños.
—Oh no, ya la engañaste para que esté de tu lado, así no se juega Art.
Estuvimos un par de horas conversando hasta que me despedí de Arthur, él estaba tan feliz de haberme conocido y prometí volver a visitarlo pronto.
Después de salir me encontraba con Jaden apoyados en la moto comiendo hamburguesas, esperando para la siguiente presentación.
—Estuviste genial allá—me mira esperando que siga—. Y Arthur estaba muy emocionado viéndote.
—Gracias, casi vi una lágrima tuya de lejos—se burla.
—Tonto, juro que lanzaré tu hamburguesa muy lejos de aquí
—Y Art dijo algo que no debía?—cambia de tema.
No sabía si contarle sería bueno, no quisiera que se incomode.
—Lo presentía—termina de comer para mirarme fijamente—. Qué dijo?
—Mencionó algo sobre una situación que tuviste que soportar, no especificó que era pero eso es todo
—Y tu quieres saber qué pasó?
—Si, pero no te obligo a que me lo cuentes—veo como se sienta en el suelo mirando a la nada.
—Te lo contaré—habla luego de unos segundos.
Me siento junto a él.
—No no no, no tienes porqué hacerlo
—Quiero hacerlo, Elena—ahora se fija en mí.
Él no suele llamarme por mi nombre y se que eso solo quiere decir una cosa, el tema es muy delicado.
—Sabes que estoy aquí para escucharte
Asiente, lo miro mientras él intenta buscar las palabras.
—Fue cuando tenía veinte años, la mayor razón del porqué dejé de estudiar—comienza a respirar con dificultad—. Yo, lo siento, es muy difícil.
Tomo su mano y comienzo a acariciar sus tatuajes. Parece que eso lo relaja un poco.
—Estuve casi un año en coma—deja de mirarme y se tensa más—. Iba en auto con mi padre y nos chocaron, el impacto fue tan fuerte que mi padre murió y yo estuve sufriendo esos meses, estaba en la nada, fue horrible—empieza a llorar tapándose el rostro.
Me duele verlo así tan destrozado, lo tomo del rostro para que pueda verme, sus ojos se posan sobre los míos.