Elena
Ya estaba despierta bien temprano lavándome los dientes, Jay estaba mirándome mientras cantaba a todo pulmón una canción que había reproducido en su móvil. Me hace gracia porque empieza a bailar, haciendo movimientos raros. Termino de cepillarme los dientes y me acerco para acompañarlo con sus pasos prohibidos.
Me sonríe al verme y me toma de la cintura acercándome, nos movemos de lado exageradamente y nuestras risas se mezclan, formando una hermosa melodía.
—Qué lindos!—escuchamos a su madre, apareciendo en la sala—. Pero hijo, Elena se hará tarde para la Universidad, debes llevarla ahora.
—Pero si igual es su último día, no tiene porqué ir—hace puchero, abrazándome.
Me río—. Ya he faltado algunas veces, al menos debo ir hoy día—me abraza más cuando su mamá trata de alejarlo—. De ahí saldré de vacaciones y podremos estar más juntos.
—Jaden! No te comportes como su chicle—la señora Prey logra separarlo.
—Bien—se cruza de brazos—. Vamos?
Asiento pellizcándole las mejillas y
rueda los ojos. Salimos de casa juntos para ir a la Universidad. Es cierto que hoy será mi última clase porque entro en vacaciones un mes, Jay ha seguido trabajando ahí solo porque quiere estar cerca mío, pero hoy irá para renunciar. No es lo que quiere, pero me contó que quien lo representa le ha aconsejado que no sería bueno para su imagen que trabaje como conserje, él tuvo que entenderlo para no causar problema y menos ahora que le está yendo bien en sus nuevos proyectos.
Llegamos pronto, tuvimos que ir en bus porque la moto de Jay está en mantenimiento, ahora estamos pasando el rato en la habitación de limpieza. Estaba sentada encima de él, mirando su rostro y trazando líneas desde sus cejas hasta sus labios, él solo se limitaba a observarme y acariciarme la espalda con delicadeza.
—Hoy también tienes que estar con Louis?—pregunta rompiendo el silencio.
Dejo de acariciarlo y enrosco mis brazos en su cuello.
—Sabes que tenemos que ser vistos juntos aquí también—explico.
—Entonces tienen ya un plan?—juega con un mechón de mi cabello.
—Hoy me escribió, dice que mi madre le ha avisado que lleguemos a casa porque tiene que decirnos algo.
Entrecierra las cejas—. Por qué le escribe tu madre a él y no a ti?
—Supongo que lo aprecia más a él—me encojo de hombros—. Me da igual, solo tengo miedo por lo que tiene que decirnos.
Deja de lado el mechón de cabello y me acaricia la mejilla.
—Pase lo que pase, estaré cerca de ahí para enfrentarlo juntos—deja un pequeño beso en mis labios—. No estás sola, chérie.
Le devuelvo el beso y nos quedamos así unos segundos más hasta que me separé para hablarle.
—Entonces vendrás conmigo y...Louis?
Asiente—. Presentaré mi renuncia y esperaré a que salgan para ir con ustedes.
—Sabes que iremos en su coche, no?
Hace semanas me contó el porqué no quería subirse a ningún coche, lo que pasó hace un año con él y su padre le dejó un trauma que no ha podido superar. Desde aquello solo se ha permitido aprender a manejar moto para trasladarse sin miedo.
—Lo sé...—pega su frente con la mía—. pero sé que estarás ahí conmigo y todo miedo desaparecerá.
—Lo superaremos juntos—lo atraigo para abrazarlo y apoya su cabeza en mi hombro.
⋆ ⋆
Las clases empezaron y al parecer cómo sería el último día, ningún maestro se tomó el tiempo de enseñar algo o hacer algo, solo estuvieron sentados esperando que acabara su hora. Me crucé varias veces con Lola, pero solo trataba de seguir mi camino mientras ella parecía que quería matarme con la mirada, supongo que es por verme más tiempo con Louis, debe estar confundida y con ganas de asesinarme, eso no lo dudo.
A la hora del almuerzo me reuní con Louis en las gradas del campus, mi hermana y Liam decidieron estar presentes también para escucharnos.
—Tienes alguna idea de qué podría querer decirnos?—pregunto a Louis que se toca el mentón pensando.
—Tengo algunas—me mira—. pero podría no gustarnos.
—Cuáles?—mi hermana interviene.
—Puede que nos diga que empezarán con los preparativos o que adelantarán la boda.
Me restriego el rostro suspirando.
—Y si es otra cosa?—habla Liam acariciándome la espalda.
Louis nos mira—. Cualquier cosa que sea, debemos estar preparados para saber qué decir o hacer.
—Si es algo malo, no sé si podré mantenerme de pie.
—Estaremos ahí—Sophia me toma de la mano—. Me encargaré de interceptar en cuál sea el tema.
Esbozo una pequeña sonrisa y me dirigo a Louis que empieza a hablar.
—Por ahora debemos llegar juntos a tu casa.
Yo asiento—. Hablando de eso, Jay vendrá con nosotros en tu coche.
Arruga la frente, mi hermana y Liam voltean a verme asustados.
—No podemos arriesgarnos a qué tu madre lo vea, estaríamos muertos en cuestión de segundos.
—Se bajará dos cuadras antes, nadie lo verá—explico para relajar sus rostros.
—Pero...
Lo interrumpo—. Irá con nosotros, está decidido.
Se queda callado, asintiendo.
—Dios mío, líbranos de todo mal que pueda pasar hoy día—a mi lado, Liam suplica con las manos juntas mirando al cielo.
Mi hermana y yo nos burlamos, él rueda los ojos y sigue implorando. Louis se despide y antes de eso acordamos en encontrarnos a la salida. Después de nuestra reunión nos despedimos y me dirigí a la clase que comparto con Brian.
Lo saludé tan eufóricamente porque lo extrañé mucho, luego estuve poniéndolo al día de todo lo que ha pasado antes y después. Él también decidió venir conmigo a la salida, se ofreció a estar con Jay para que lo ayude por si alguien lo veía.
⋆ ⋆
Me encuentro en los aparcamientos con Louis apoyado en su coche, en unos segundos más aparece mi hermana y Liam tomados de la mano.
—Quién falta?—pregunta Liam.