Hallazgo

Odio las mudanzas. Bueno, en realidad no. Lo que odio es tener que desempacar todas las cajas yo solo. Eso es lo que odio. Pero también me emociona el hecho de haberme mudado, ha sido toda una aventura. Toda mi vida he vivido en casa de mis padres, con mi hermano menor y mis abuelos. Ahora que fui aceptado para comenzar en la Universidad el próximo semestre, fue necesario mudarme cerca del campus. Es un gran cambio el tener un lugar sólo para mí. Bueno, no sólo para mí. Me mudé con mi novia, Mariam. Yo le digo Mads. Ella es genial, y es brillante. Entró en la Universidad sin ningún problema, yo casi no entro. De hecho, no hubiera entrado si no hubiera sido por su ayuda y su apoyo. Ella siempre me ha apoyado. Excepto ahora, vaya. Ahora yo debo encargarme de las cajas solo, mientras ella se encarga de los trámites administrativos. Bien, empecemos.

Han pasado cuatro horas y apenas he descansado, pero está listo. Sólo quedan un par de cajas, y el trabajo estará terminado. Al abrir la última caja, una caja de cartón vieja y sucia, sólo encuentro cuadernos. Cuadernos de escuela, manuscritos. Curioso. Esto no es mío. Hay cuadernos de todos los colores y tamaños. Tomo uno al azar y leo:

Hoy otra vez caí en lo mismo. Estuve toda la tarde sentada en la esquina esperando a verlo pasar. Sólo para verlo. Dios, lo odio.

Es la letra de Mads, pero se nota que fue escrito hace mucho tiempo. Tomo otro cuaderno, más viejo aún, y lo hojeo. Es una letra claramente infantil.

Los odio a todos a mamá a papá a los niños de la escuela los odio a todos los odio los odio ojalá se murieran todos los odio

Vaya. No conocía este lado de Mads. O sí, en realidad. Es complicado. Mads y yo nos conocemos desde que éramos unos niños. Fuimos a la misma escuela. Hemos vivido prácticamente en la misma acera toda la vida, hasta ahora. Sin embargo, tuvieron que pasar años para que sostuviéramos una simple conversación. Y durante todos esos años, creí firmemente que Mariam Werner era la peor persona del universo conocido y por conocer. No me había dado la oportunidad de conocerla realmente, y luego sucedió. Comenzamos a hablar, nos hicimos amigos y luego novios. Creí que ahora sí había logrado conocerla. Sin embargo, pareciera ser que no es así. Quizás sí haya maldad en Mariam después de todo. O al menos la hubo en el pasado.

La curiosidad es más fuerte que yo, necesito saber. Nada de lo que descubra podrá hacer que flaqueen mis sentimientos, nada hará que deje de amarla, ¿verdad? Los voy a leer. Leeré todos los manuscritos, desde el primero hasta el último. No importa qué encuentre, seguiré leyendo. Sé que todo se aclarará al final. Sé que mi Mads es la mejor persona del universo. Sé que la amaré aún más después de esto.

Los muebles aún están en camino. Así que tomo la caja, me siento en el suelo, apoyo la espalda contra la pared lo más cómodamente que pueda; y me dispongo a internarme en el mundo interior de mi amada.

Rebuscando en la caja encuentro el cuaderno de peor aspecto, el que parece más viejo. Es un simple cuaderno escolar de tapas blandas, color rojo; y con unas pocas amarillentas hojas en su interior. Hay dibujos en los márgenes y me cuesta leer lo escrito debido a lo desprolijo de la letra. El primer párrafo dice:

Hola mi nombre es Mariam y tengo cinco años y vivo con mi mamá y mi papá hoy el día está soleado y hay pocas nubes en la escuela nos dijeron que escribamos un diario así que este es el mío decidí escribirlo en mi libro de dibujitos porque me gusta dibujar y me gusta escribir y va a ser divertido hacer todo junto aquí

Luego, pasan varias páginas con párrafos muy similares a este. Relata cómo estuvo el día, que aprendió en la escuela, qué tomó para almorzar y a qué le gustaría jugar más tarde. Finalmente, encuentro algo que me llama la atención.

Hoy mami me llevó a la escuela ella no suele llevarme a la escuela pero hoy lo hizo y fuimos juntas fue divertido aunque mami se veía algo molesta espero que no esté molesta conmigo hoy también conocí a un niño genial es algo tímido pero es muy agradable y vamos a ser amigos estoy feliz de haber ido a la escuela hoy por lo general no me gusta porque los otros niños se burlan de mí y me hacen llorar pero hoy conoci a mi nuevo amigo y lo invité a jugar conmigo y él dijo sí y yo dije bueno y jugamos a las cartas en el recreo de la escuela y me divertí nunca me había divertido con alguien y nunca me había divertido en la escuela pero ahora tengo un amigo y la escuela me va a gustar más y voy a querer ir más seguido él es un niño nuevo no tiene amigos y por eso habló conmigo no habla mucho porque es tímido pero habló un poco conmigo y es simpático

Es cierto que se burlaban de Mads en la escuela, la llamaban Kaboom (Kab o KB para que sea más corto); un tonto chiste asociado a su sobrepeso. A veces, también señalaban el bajo nivel socioeconómico al que pertenecía su familia. Eran unos idiotas. También se burlaban de mí, de hecho. Conmigo solían tomarla con mi tartamudeo. Siempre me ha costado comunicarme, aún me cuesta; pero es mil veces peor cuando una parva de imbéciles se la vive acosándote. Las palabras se enredan y no logro que fluyan con naturalidad, algunas veces me toma cerca de diez minutos poder coordinar una simple frase. Es sumamente frustrante. Esa es una de las razones por las que me gusta pasar el tiempo con Mads. Ella me tiene infinita paciencia. Nunca me apura, nunca intenta "ayudarme" terminando la frase por mí. Siempre espera a que logre componerme para expresar lo que pretendo. Siempre me escucha y me ofrece ese espacio para expresarme. Ahora pienso si yo hice lo mismo por ella.