Todos Los Perros Van Al Cielo

PELUDO AMOR

Debido a la tristeza que habitaba mi casa, despues de Hachi...

Mis hermanos  decidieron volver a adoptar a algun cachorro  sin hogar, la idea... era alegrar de nuevo la casa y con ello volver a ver a mi mama jugar con un peludito...

A finales de noviembre llegò PEPPER , un perro pekinès albino... 

Debo admitir que cuando lo vi llegar no podia ni acercarme...mi cabeza se resignaba a pasar el mismo dolor dos veces, no creo que pueda aceptar esta situaciòn nuevamente... evitaba acercarme, tocarlo o siquiera jugar con èl... no lo odiaba, simplemente querìa evitarme el llanto... pero... debido a la flexibilidad de mis horarios universitarios, yo era encargada de llevarlo a la veterinaria para sus vacunas, controles y examenes...

Un dìa cerca a navidad me halle hablando con un amiga sobre esto y escuchè las palabras màs sensatas del mundo: "No puedes, ni debes cerrarle las puertas al amor de un animalito... ellos te dan todo su amor. Hiciste muy feliz a Hachiko, ¿No merece otro peludo sin hogar poder tener la misma suerte? ¿No merecen tener un poco de ese tierno amor?, ¿No puedes considerar a ese peludo como un pequeño y solo Hachi? ¿Esta en un hogar, no merece tambièn cariño?" las palabras de ella me tocaron fuertemente... alguna vez siempre tuve esa idea... 

Desde hace años he sido rescatista animal, junto a mi hermano... no son muchos los peludos que hemos salvado pero a todos se les buscò un bello y buen hogar para poder tener un poco de amor... nunca habìa visto a ninguno morir... excepto a Hachi... sì... me rompiò... pero... en ese instante recordè porque lo hacìa, porque me volvì rescatista, tenia una filosofìa sencilla: 

 "Tal vez no cambias EL mundo... pero si cambias SU mundo"

¿Crees que de tener a Hachi, le gustarìa verte llorando? - me regaña mi mente y como flash back vuevle a mi mente un momento...

No recuerdo por que lloraba, solo recuerdo que no habìa nadie en mi casa, me sentè a llorar a la escalera, luego apareciò Hachi, me vio en la escalera, subiò hasta donde yo estaba y comenzò a lamerme la cara... no sè si podia entender mi sentimiento... pero se quedò allì, junto a mì.. me dejò abrazarlo y llorar sobre èl y solo se quedo conmigo, acompañandome,,,

Siempre movìa su cola para mì, siempre lo vi feliz, incluso hasta su ùltimo aliento...

 



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En el texto hay: perros, amor, fidelidad

Editado: 17.04.2020

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