Todos Nuestros Secretos

Capítulo 3: Las Belle

La cafetería Sally’s olía a flores frescas, pastelillos, y, por supuesto, café. Se encontraba justo frente al parque, y desde allí se podía observar al sol escondiéndose entre las nubes y bañando al mundo con tonos anaranjados.  

—Tienes un rostro precioso —observó Belle Singleton mientras esperábamos nuestro pedido, sentadas en una mesa junto a la ventana —, y tu piel se ve muy suave, ¿Qué crema usas? 

Le sonreí mientras sentía mis mejillas teñirse de rosa, y me esforzaba por mantenerme lo más calmada posible. No recordaba la última vez que había estado así, rodeada por desconocidos y sin mis padres alrededor para contestar todas las preguntas por mí. 

—No recuerdo el nombre ahora, pero mi madre dice que es una de las mejores que hay —aseguré mientras mis manos se movían nerviosamente bajo la mesa —. Tú también tienes una piel muy bonita —agregué, y era verdad, su rostro lucía tan terso que daban ganas de comprobar si era real o una muy buena mascara. 

—Gracias, todas las mañanas... 

—¿De dónde eres, Evie? —la interrumpió Belle Hensley con sus ojos, de un castaño suave como la miel, fijos en mí. 

Me aclaré la garganta en un intento por encontrar mi voz y evitar que entre mis cuerdas vocales se formara un nudo. Apreté las manos bajo la mesa. 

—De Crossville, Tennessee —respondí con toda la seguridad que pude juntar. 

—¿Naciste ahí, o...?  

—No, pero vivimos allí desde que yo tenía nueve. 

Belle elevó sus cejas rubias en un gesto de sorpresa y luego apoyó la barbilla sobre una de sus delicadas manos. Me estaba analizando. La calma se veía como una posibilidad cada vez más lejana bajo el escrutinio de sus ojos castaños. 

—Vaya, ocho años es la mitad de tu vida, debió ser muy duro dejarlo —comentó perspicaz —, ¿por qué mudarse justo ahora, en tu último año de preparatoria? Debes odiar a tus padres por eso, yo lo haría. 

—No, jamás podría odiarlos —refuté. Ellos deberían odiarme a mi —. Transfirieron a mi padre, y bueno, no podíamos dejar que se mudara solo. 

Belle asintió, provocando que su brillante melena se balanceara alrededor de su rostro. 

—¿De qué trabaja? 

—Es policía. 

Un brillo extraño atravesó los ojos de Belle Hensley, como si reconociera la mentira escondida entre mis palabras, como si olfateara los secretos escondidos bajo las verdades a medias.  

—Qué raro —comentó Singleton, inocente —. ¿Por qué lo transferirían aquí? Nunca pasa nada malo. 

—Excepto por lo del ladrón de gnomos —acotó Belle Buttler, sus primeras palabras desde que llegamos a la tienda. Seguía sintiendo curiosidad por la persona que dedicaba sus noches a robar hombrecitos de cerámica, probablemente no había sido atrapado porque nadie en el departamento de policía creyera que valía la pena, o tal vez ellos también lo encontraban divertido. 

La misma mesera que había tomado nuestro pedido, una chica alta y de cabello castaño, llegó frente a nosotras con una bandeja entre las manos, sobre la que se encontraba el café y las donas que había pedido, y los jugos para las Belle. 

—Apoyamos a Belle Singleton en su dieta —comentó Belle H. cuando notó que me quedaba demasiado tiempo observando su escasa merienda. 

Le di una mirada disimulada a la chica de piel morena. Si bien no era delgada, tampoco se veía excedida en peso, tenía una figura curvilínea y elegante que se lucía a la perfección gracias a su vestido verde. Decidí que lo mejor era no opinar sobre el tema, era imposible saber cómo podría tomarse un comentario sobre ello. 

—Y, Evie, ¿tienes un novio esperándote en Tennessee? —indagó Singleton al tiempo que jugueteaba con el sorbete de su vaso. Un pedazo de mi deliciosa dona tomó el camino equivocado en mi garganta, haciéndome toser. 

Me di unos golpecitos en el pecho y tomé un sorbo de café mientras las lágrimas se asomaban a mis ojos y nublaban mi visón. 

—No —comenté entre tos y tos —, estoy soltera —noté los ojos de Belle H. sobre mí, seguía viéndome como si intentara descubrir algo y cada cosa que yo hacía y decía fueran una pista. O tal vez, después de pasar tanto tiempo pensando en lo que otros opinaban sobre mí, me había vuelto un poco paranoica, y Belle era solo una chica intentando conocer a su nueva vecina. 

—Genial —exclamó Belle S., y una sonrisa de dientes grandes y brillantes se extendió en su rostro —. Creo que ya sé con quién harías la pareja perfecta. 

Mis ojos se abrieron de forma exagerada y volví a ahogarme con mi café, no era raro que las Belle se me quedaran mirando con rostros confusos después de mis extrañas reacciones. Lo último que necesitaba en este momento era comenzar una relación amorosa, apenas si podía manejar la posibilidad de nuevas amistades. 

Solté una risita nerviosa y me escondí un poco tras mi taza color verde, recé para que fuera capaz de ocultar mi vergüenza. 

—Gracias, pero no estoy buscando nada de eso ahora. 

—Oh, con lo bien que se me da eso de formar parejas —presumió Singleton echando su cabello lacio hacia atrás, un perfume a jazmín se esparció en el aire tras aquel movimiento —. Creo que Matt y tú se verían divinos, ¿no crees Belle? —miró sobre su hombro en busca de la aprobación de sus amigas. 

—Es cierto, se verían tan lindos juntos —suspiró Belle Buttler con aire soñador, casi parecía que podía verme a mí y al tal Matt caminando hacia el altar. 

—Matt es el mejor amigo de mi novio, Adam —explicó Belle S. —. Mi novio es el chico más guapo y popular de todo Overwood, es el capitán del equipo de Lacrosse y llevamos saliendo nueve meses, ¿puedes creerlo? 

—Vaya, eso suena genial —comenté, alegrándome de que la conversación comenzaba a ir en otra dirección, lejos de mí. 

—¿Qué hay de las veces en que terminaron? —cuestionó Belle Hensley con una ceja elevada. 

—Fueron solo pequeños recreos —defendió mientras jugaba con el sorbete de su jugo una vez más —. Como sea, llevamos tres meses sin separarnos. Claro que no nos vemos hace dos meses porque se fue de vacaciones, pero hablamos todos los días por mensaje de texto. Adam es genial, y nos vemos super bien juntos. El otro día... 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.