Una vez dentro vimos que el lugar era un amplio campo de césped, y las personas se estaban agolpando en el frente del escenario que estaba más adelante.
— Creo que los veremos de lejos…- comenté decepcionada al ver lo atrás que habíamos quedado.
— No dejaré que mi chica se pierda la oportunidad de ver a sus ídolos.- Tomo mi mano con fuerza.- Abriré paso, tú sígueme,- se giró para verme serio,- y pase lo que pase: no me sueltes.
— De acuerdo.
Nico comenzó a caminar entre la multitud colándose entre los huecos y abriéndome camino. Yo iba detrás de él y pedía disculpas a todos. Más de uno me grito “apártate gorda estúpida!” “ocupas mucho espacio”. Cada vez que me decían eso Nico se volteaba e increpaba a las personas diciendo “no te metas con mi chica, imbécil”, “Tu cerebro ocupa espacio y nadie te dice nada, ignorante”, y algunos otros insultos más.
De algún modo logramos llegar hasta las vallas frente al escenario y respiramos un poco.
Pero ese solo fue solo el comienzo.
De inmediato las luces se apagaron en señal de que comenzaría el concierto. La voz rasposa del cantante principal, comenzó a escucharse y todos enloquecieron. Los reflectores apuntaron al lugar en el escenario donde el cantante estaba sujetando el micrófono de pie con una melodía lenta y melancólica.
Súbitamente se empezó a oír la batería marcando el ritmo y todo el estadio enloqueció. Las luces se encendieron y aparecieron en el escenario los demás miembros de la banda: Todos con un estilo único y característico de vestimenta.
En un momento la presión de la gente se volvió asfixiante, en su afán de acercarse cada vez más al escenario nos estaban acorralando contra la valla, afortunadamente Nico se puso detrás de mí y me protegió de no se aplastada. Trató de decirme algo pero no podía oírlo, la música era demasiado potente.
Tocaron sus mejores canciones y las cantamos a todo pulmón. Sus letras siempre tratan acerca de las expectativas que la sociedad tiene sobre las personas, la discriminación, y de tomar las riendas de nuestra propia vida en nuestras manos… Por eso me gustan mucho. Siempre oía estas canciones cuando estaba deprimida y enojada, me animaban mucho.
Luego de dos horas y media de saltar, gritar y cantar… el show concluyó. Los miembros de la banda se despidieron y las luces se apagaron haciendo que la gente poco a poco se fuera marchando.
Aun fuera del estadio seguíamos sin poder oírnos al hablar lo cual fue muy gracioso, paso un buen rato hasta que pusimos oírnos con normalidad. Pensaba volver a casa pero Nico me dijo que quería aprovechar al máximo nuestro “noviazgo de una noche” y me invitó a comer algo. Acepte porque mi estómago estaba vacío y parecía estar a punto de gruñir del hambre que tenía. Para nuestra desgracia todos los locales que veíamos estaban cerrados, no era raro: ya era de madrugada después de todo, pero gogleamos y afortunadamente no muy lejos estaba la cadena de comidas favorita de Nico abierta 24hs.
— Sí que amas el pollo frito.- comento mientras lo veo devorar una presa.
— Tanto como a ti.- dijo apuntándome con la presa de pollo que acababa de morder y me guiñaba el ojo.
— ¡Es imposible no reír y divertirme contigo!
Luego de comer caminamos hasta la estación, como aún faltaba para que comenzara el primer servicio de trenes nos sentamos en un banco, abrazados, como tenía frio Nico me cubrió con su chaqueta de cuero y mientras charlábamos de tonterías nos besábamos también.
Cuando estaba por salir la primera formación del día vimos como en el horizonte se teñia de tonos rojizos y naranjas, estaba por despuntar el sol y con él vendría la finalizacion de nuestro acuerdo.
— Ya se romperá el hechizo…- comentó algo triste.
— Así parece…- dije también algo afligida. Sin embargo él volteo su rostro y con una sonrisa repentina preguntó.
— ¿Te gustó ser mi novia por una noche?- Le devolví la sonrisa.
— Me encanto.- reconocí.
— ¿Te gustaría repetirlo?
Hice una pausa.
En el fondo pensaba que no era mala idea, después de todo lo conozco hace tiempo, pero quería saber qué esperaba el de mí. Así que le lancé una pregunta.
— ¿Cómo te imaginas nuestra vida juntos?- Nico miro al cielo y me comenzó a contar su visión de nosotros.
— Seriamos la pareja más cool de la ciudad, saldríamos todo el tiempo a conocer lugares nuevos, jugaríamos y haríamos muchas locuras juntos,- yo lo oía divagar con una sonrisa en el rostro.- ¡Incluso podríamos irnos de viaje por el país en mi moto, solo con una mochila y nuestras ganas! También me gustaría llevarte a hacer paracaidismo, ¡siempre quise intentarlo!
No es como si me desagradara lo que me estuviese contando, pero estaba esperando que en algún momento dijese lo de que formamos una familia, compramos una casa, tenemos un perro. Ya saben, Lo típico de toda historia de ensueño… Pero en ningún momento lo mencionó.
Entonces decidí preguntar
— ¿Y lo de envejecer juntos?
Nico me miro con esos ojos marrones llenos de brillo y alegría y me contesto.
— ¿Envejecer? ¡Nosotros no envejeceremos nunca, nena! Seremos jóvenes por siempre.- dejo escapar una risa.
— Entiendo lo que te refieres, pero… ¿nunca pensaste en algún momento la idea de formar una familia, tener una casa… y esas cosas?- Él me miro serio, parecía estar decepcionado de lo que yo le decía.- No es necesario que sea ahora… pero es algo que me gustaría hacer en la vida.
Nico hizo una larga pausa mientras miraba el suelo, tomo aire y volviéndome a mirar a la cara con sus ojos dudosos respondió.
— No puedo imaginarme haciendo eso. Yo no nací para esas cosas tradicionales. Soy más bien como un ave, que no se queda quieta en ningún lado.
— Ya… ya veo… - Un nudo se me formo en la garganta.
Lo que yo más deseo es formar una familia, la maternidad es algo que siempre anhelé, pero si él no lo quiere…. ¿tendré que renunciar a ese sueño? No es algo que pueda decidir así como así.