Esta es la segunda vez que me toca ser el oficial a cargo en una guardia. Hasta ahora ha sido un día tranquilo en la estación, solo llamaron esta mañana para bajar un gato de un árbol, cosa sencilla que no demoro más de 10 minutos y la abuelita, dueña del gato, nos regaló galletas, muy ricas por cierto. Volvimos a la estación y nos dimos a la tarea de limpiar todo, cuando acabamos les di vía libre para descansar, yo vine a la cama a tratar de dormir un poco, para estar fresco por si surge algo, pero no he podido hacerlo. No paro de pensar en Guada. Los almuerzos en la plaza se sienten solitarios sin ella. La extraño ¿debería escribirle? Miro la hora en el celular y de seguro está trabajando, le escribiré más tarde, cuando salga.
Es increíble, como una chica random que conocí en un incendio haya terminado colándose tanto en mi corazón. Será tal vez porque empaticé con su historia de vida, sus complejos, que nos acercamos tanto. Pero ella no era consciente de lo hermosa que era. Sin embargo desde que la he conocido se ha vuelto más y más hermosa aun, como si empezara a valorarse más y a arreglarse y quererse. Eso me ha hecho también a mí querer mejorar. Empecé a entrenar para los exámenes, cosa que siempre pospuse por el enorme esfuerzo que me suponía hacer dieta y entrenar. Y dio resultados, porque ascendí y también gané una de las competencias de fuerza, incluso me atreví a participar del calendario en el que siempre evitaba. Es como si ella me motivase a querer ser mejor siempre.
En verdad no la quiero perder, una chica así no se consigue todos los días. Aunque soy consciente de que está rodeada de tipos guapos y elegantes con los que perdería fácilmente, pero aun así no me quiero dar por vencido.
Sin darme cuenta estoy suspirando mientras miro el techo de la estación. Si me viera Monika diría que soy un tonto enamorado, y no podría negarlo.
Aunque solo fue por media hora decidí dejar de holgazanear e ir a ver que hacen los chicos en el gimnasio. Había oído que Kevin y Tobías iban a competir, siempre lo hacen, esta vez con sentadillas, y arrastraron al pobre de Amadeo para que sea juez.
Me dirijo al pequeño gimnasio que tenemos en la estación y al entrar me encuentro a Amadeo en la bicicleta fija comiendo de una bolsa de papitas mientras los dos más jóvenes están desplomados en el suelo.
— ¿Quién gano esta vez?- pregunto entre risas
— Empataron.- Contestó llevándose un puñado de papas a la boca.
— Fiuuuu ¡que decepción!- me acerco con naturalidad y metiendo la mano en la bolsa de papas tomo también un puñado. El ni se molesta. - ¿Cómo va la cuenta general?
— 366 veces gane yo y 365 gano Toby.- Se apresuró a decir Kevin aun jadeante a lo que Tobías contesto
— No, es al revés: 366 yo y 365 tú.
— Parece que estas mal de la memoria. – dijo molesto.-Yo voy ganando la cuenta general.
— No yo
— ¡No yo!
Ambos se ponen a discutir golpeándose sin fuerzas en el suelo. Mientras hago estiramientos en los brazos pregunto a Amadeo.
— ¿Nada verdad?- pregunté para corroborar que no haya habido ningún llamado de urgencia en el rato que estuve descansando.
— Nada. – contestó aburrido.- Ni siquiera Tania con sus ocurrencias.
— ¡Es verdad!- exclamé sorprendido.- No ha llamado estos días. ¿cuándo fue la última vez?- Él hace memoria.
— ¿Lo de la plancha encendida?
— No, creo que fue lo del cortocircuito en el tostador.- contestó Tobías aun desde el suelo.
— Sí, creo que fue ese.- Contesté.- porque ella nos deseó suerte, fue antes de la competencia, y luego de eso no llamo más.
— Parece que de una vez por todas entendió que no te gusta.
— Si, tuve que ser brusco con ella… No me agrada hacer eso, ella es una chica inestable. ¿Recuerdan donde la conocimos?
— En la cornisa de un edificio.- respondió Kevin.- Tú evitaste que ella se lanzara hablándole amablemente, desde entonces quedo obsesionada contigo.
— Se supone que está haciendo un tratamiento psicológico ¿no?- inquirió Amadeo.
— Si,- respondí mientras tomaba una mancuerna,- los del hospital me aseguraron que accedió a hacer el tratamiento, debería preguntar cómo va con ello…
— Ya no tiene que ver con nosotros David. - La que respondió fue Monika asomándose a la puerta con una taza de té de hiervas en la mano.- No te sientas responsable.- Lo que dice es cierto, ella me conoce hace años y sabe que yo tiendo a involucrarme más de la cuenta. Pero me preocupa: Es una buena chica, ojala que pueda salir adelante. Luego mi amiga bebió de su té y añadió.- más bien alégrate, ella por fin lo entendió al verte con Guada. Se dio cuenta que no tiene oportunidad.
— ¡Cierto! La chica gordita por la que ganaste la competencia.- Dijo Kevin de inmediato mi cara se puso caliente.- ¿Ya están saliendo?
— No aun…- dije desviando la mirada mientras subía y bajaba la mancuerna.
— ¿pero hubo avances? – El que preguntaba esta vez era Tobías.
— Nos besamos, sí. - Reconozco.- Pero aun no le he preguntado… si somos novios.
— Se da por entendido que con un beso ya son novios, ¿o no?- Comentó Amadeo.
— Nunca des nada por sentado Ama…- dice Monika.- Hay que ser claros en la relación, mas ahora en la que el concepto de “poliamor” y “relación abierta” están en auge.
— Tch…- chistó Amadeo.- ¿En qué momento la exclusividad paso a ser un lujo?
— Bueno y ¿Qué estas esperando jefe?- preguntó Toby.- ¡Debes decirle que sea tu novia!
— Tu no hables,- lo interrumpió su rival.- Eres incapaz de invitar a salir a la chica de emergencias.- Toby se puso rojo por el comentario. En verdad, con estos chicos nunca me aburro.
— Es que estoy preparando todo para que sea perfecto. – Dijo tratando de excusarse.-Por cierto ¿A ti no te gustaba una ex compañera de la escuela?- Kevin se puso rojo también, estaba a punto de replicarle cuando sonó el teléfono.
Monika, que estaba más cerca, corrió a atender, quedamos expectantes a ver qué ocurría. Muchas veces hacen llamados de broma por lo que hay que tener la precaución de rellamar a la misma persona para confirmar el pedido de auxilio, a menos que se trate de una fuerza, está claro. No paso mucho hasta que ella hizo sonar la alarma.