Pensé mucho sobre esto, sobre cómo manejar esta situación. Alguien normal seguramente haría un gostheo, dejaría de hablar con la persona. Lo borraría de sus redes y se alejaría de los sitios que comparten. Pero me parecía cruel. Poniéndome en su lugar yo esperaría esperanzada una respuesta sincera de la persona que me gusta. Aun si fuese dolorosa prefiero la verdad. Por eso me obligué a decírselos a todos, de frente, afrontando las consecuencias de su odio si fuese necesario. Puesto que todos ellos se atrevieron a quererme, aun cuando yo no me quería, y me ayudaron a valorarme. Así que quería retribuirles eso con mi sinceridad. Pese a ello no podía evitar sentirme terriblemente miserable, desagradecida, abatida…
Mi único consuelo era saber que podría corresponder al amor de David sin restricciones, y que no engañaría ni alimentaria las ilusiones de ningún otro.
Había sido un día verdaderamente largo.
Apenas llegue a casa tome el celular y llame a David. Quería oir su voz porque siempre me transmite paz.
Lo hice una vez y no contesto, así que volví a insistir otra vez más, pero me salió el buzón. Era raro porque me había comentado que esta semana tendría el turno del día y tendría libre la noche ¿será que ya se quedó dormido al llegar a casa?
Decidí insistir una última vez, y esta vez fui atendida en el tercer tono.
— Hola...- una voz apagada, distinta a la alegre de David me contesto.
— Hola, ¿Quién habla?
— Guada… soy Kevin.- Su voz estaba ronca, no había podido reconocerlo.
— Hola Kevin, ¿Cómo estás?- conteste cortésmente.- ¿Qué haces con el teléfono de David? ¿Él está ocupado?- Pensé que quizá estaba en el baño o haciendo algo importante y le pidió a él que atendiera en su lugar, pero la larga pausa del chico me estaba poniendo nerviosa.- Kevin, ¿Qué ocurre? ¿Por qué no contestas?
— Yo… lo lamento Guada. – lo escucho sollozar.- David esta...
Corrí. Corrí con todas mis fuerzas hasta la estación de bomberos. No podía ser cierto lo que me dijo por teléfono, debía ser una broma de mal gusto. Un dolor en el pecho se hizo presente desde ese momento.
Me dijo que había ocurrido un incendio en una casa antigua, las paredes colapsaron y David no llego a salir. Que estaban tratando de remover los escombros pero que no había mucha chance de que apareciese con vida.
Llegue jadeante, pero a pesar del cansancio entre a la estación, al escuchar mis pasos Monika y Kevin salieron a mi encuentro desde la cocina. Ambos estaban aun con la parte de abajo del traje puesto. Quise hablar pero aun no podía recuperar el aliento de haber corrido tanto, me apoye en una de las columnas tratando de calmarme y recuperar aliento. Monika se acercó de inmediato.
— Supuse que vendrías, Guada. Estas cosas no se pueden hablar por teléfono. – Su rostro estaba demacrado, tenía restos de hollín en la cara y los ojos rojos. El chico estaba igual.
— ¡Dime que no es cierto!- Supliqué. – David es un gran bombero ¡No puede haberle ocurrido eso!- Kevin permaneció en silencio mirando al suelo, apretaba los labios con fuerza, tratando de contenerse, mientras Monika tomaba la palabra...
— Buscábamos a un civil en el interior de la casa,- me explicó.- en un momento él se separó de los demás para optimizar la búsqueda, al terminar todos salieron menos él, volvimos al interior a buscarlo pero para entonces la estructura se volvió inestable.- Hizo una pausa para tomar aire pesadamente. Cerró los ojos y continuo diciendo.- Como segunda al mando les ordené salir a todos para no poner en peligro sus vidas, era mi obligación salvar a los demás… Finalmente los muros colapsaron y él no pudo salir. Desapareció en acción, lo lamento.- Dijo apretando los puños.
— Pe… pero todavía cabe la posibilidad de que este bien ¿verdad?- Pregunte esperanzada.- Dijiste que está desaparecido en acción solamente, ¡Puede que esté entre los escombros atrapado! Quizá se quebró algún hueso y no puede salir, como me pasó a mí…- Esperaba recibir la razón, sin embargo Monika abrio los ojos, apoyó su mano en mi hombro y con rostro serio habló.
— No me gusta ser tan cruda, Guadalupe, pero tienes que entender que David está muerto.- Mi corazón se detuvo al oír esa palabra, incluso dejé de respirar, comencé a negar con la cabeza incapaz de pronunciar palabra alguna.- “Desaparecido en acción” es una formalidad porque aún no se encontró su cuerpo, pero nadie podría sobrevivir a un derrumbe así…- Su mano empezó a temblar y las lágrimas se le escaparon de los ojos, con voz quebrada agregó.- Ni siquiera él que es tan fuerte…
— No puede ser…
— Así que si tienes que dirigir tu odio hacia alguien hazlo sobre mi.- dijo mientras unas lágrimas le brotaban de los ojos.- Yo di la orden de abandonarlo allí… así que la culpa…
Monika se quebró y yo también. Simplemente nos abrazamos mientras llorábamos.
— No podría culparte, jamás… sé que de seguro lo intentaste todo.- Ella lloró aun mas.
Ella es su compañera y más que nadie sabe lo que es un incendio y un derrumbe. Mientras nos abrazábamos pude oír también el llanto contenido de Kevin que apretaba con fuerza sus guantes en un intento de seguir pareciendo estoico en la situación.
Luego de calmarnos un momento Monika me explico que Amadeo y Tobías seguían en el lugar removiendo escombros junto con otra dotación, el objetivo era recuperar el cuerpo, ellos vinieron a la estación a cambiarse y descansar un poco puesto que apenas tenía fuerzas para seguir. Al día siguiente cambiarían de lugar.
— ¿Y su madre?- pregunte.- ¿Ya se lo han dicho?
— Si, fue a la primera que llame. Ella está en el lugar… espera novedades.
No quiero imaginar lo triste que debe ser enterarte que a tu hijo le paso esto. Debe estar destrozada, esa señora que tan orgullosa se mostraba de su hijo en la competencia. Quisiera abrazarla, muy fuerte.
— ¿Puedo ir yo también?- pregunte. Monika y Kevin se miraron entre sí, no estaban seguro de si debía ir.