Nuevo match con un chico llamado Jair; era extranjero, era colombiano y me invitó a una cita, por lo cual acepté, pero antes le escribí a mi amiga.
Chat con Luna:
Esmi: Adivina, ¿quién me invitó a una cita?
Luna: Patrick
Esmi; no un chico llamado Jair que es colombiano.
Luna: Vaya internacional, mi amiga, jajaja, y cuánto tiempo llevan chateando.
Esmi: desde ayer en la noche.
Luna: Ok, voy a ir yo contigo y me quedaré a unas mesas de lejos. Recuerda la señal.
Esmi: Sí, y me vas a ayudar a vestirme.
Luna: Sí, llevaré una ropa que te prestaré y este fin de semana saldremos a comprarte ropa para citas.
Esmi: Okis.
El chico me citó en el Oxxo; me esperaba de todo menos esto. Iba con mi amiga; ella aún no sabía a dónde íbamos.
—Oye, ¿y a qué restaurante vamos? —me dijo.
—De hecho, no iremos a un restaurante o, bueno, sí, pero—
—Dime —me dijo mi amiga deteniéndose.
—Iremos a un OXXO, ya que él dijo que ahí había un mini restaurante —le dije apenada.
—Ok, no juzgaré, pero en serio un OXXO para la primera cita —me dijo mi amiga y supe que quería reírse.
—Búrlate todo lo que quieras de mí —le dije.
Mi amiga empezó a ahogarse de risa.
—Oye, pero a mí no me importa la cartera si no sus sentimientos. —Le dije.
—Bueno, ya sabes, si no te gusta, solo revuélvete el pelo y yo arreglaré todo —me dijo mi amiga.
Llegamos al OXXO y mi amiga se separó de mí. Si había un mini restaurante en el OXXO, era pequeño, así que mi amiga solo se hizo pasar por una cliente que buscaba algo en el OXXO, pero no compraba nada.
—Hola, eres más guapa en persona —dijo Jair al verme.
—O hola, tú igual eres guapo —le dije con una sonrisa.
—Y quieres ordenar algo, aquí venden tortas y tacos—
—Solo un café —dije con una sonrisa más nerviosa.
—¿Te encuentras nerviosa? ¿Acaso no te gusto? —me dijo.
—No, no es eso, solo que es mi segunda cita y la primera salió mal —le dije siendo muy honesta.
—Oh, claro —me dijo él mirando a otro lado—. ¿Y qué buscas en un hombre?
—Bueno que quiera una relación seria—
Él empezó a reír. —¿En serio buscas eso?
—Sí, porque hay algo de malo —le dije.
—No, no hay nada de malo, solo que eres la primera que me dice eso —me dijo él.
—¿Y tú qué buscas en una mujer? —le dije.
—Bueno —dijo pensando— que sea tetona y con buen trasero—
—Ok —le dije.
—Sí o también alguien como tú —dijo sonriendo—. No, es broma, solo quiero pasar un rato—
—O sea, solo platicar —le dije.
—No, quiero coger, acaso, ¿no quieres tú eso también? —me dijo. —Mira —me dijo, señalando la ventana—, ahí hay un motel, vamos—
Rápidamente me revolví el cabello —qué calor hace— le dije y él pensó que le estaba coqueteando.
—Bueno, si —dijo—, ¿quieres que nos quitemos la ropa en el motel?
—Holaaaaaaa —dijo mi amiga—. Eres tú la que me robaste aquel día en este OXXO—
—No soy yo —le dije.
—Ay, qué lindo chico —dijo mi amiga mirando a Jair—. Mira, ten cuidado con esta chica que aquella vez me robó dinero en este OXXO; fingió buscar solo sexo y me terminó dejando sin ningún peso—
—Oh, sales con mujeres también —dijo el chico.
No sabía qué hacer.
—Sí, porque eres homofóbico —le dijo mi amiga—, pero vaya, no importa, los dejo—
—No, no hace falta; ya me voy —dijo Jair.
—¿Pero por qué? —dijo mi amiga—. Escuché que iban a coger...
—No gracias, creo que es mejor que me vaya—
El chico se fue y mi amiga se sentó.
—Visto lo resolví —me dijo.
—Ok, dijiste que te robé dinero —le dije enojada.
—Pero sirvió, mira, se asustó.
Empecé a reír. —Me encantó su cara, pero te pasaste; pudiste decir cualquier cosa—
—Fue lo primero que se me ocurrió, pero funcionó; ahora nos vamos —me dijo mi amiga.
—Si espera —dije mientras miraba Tinder y el chico me había bloqueado.
—Mira, me bloqueó —le dije a mi amiga.
—Soy experta —dijo mi amiga.
—Al parecer sí me vas a funcionar —le dije en tono burlesco.