Todos son iguales (comedia romántica)

Capítulo 15:

Cuando escuché decir eso, me dije a mí misma: "La he cagado, muy cagada por estúpida".

—Perdón, pensé que me dirías otra cosa. Sí quiero tener otra cita —le dije.

—Oh, me habías asustado, tan feo estoy —dijo sonriendo.

—Es que —dije— pensé que serías como los demás—

—Como —me dijo él.

—No, no importa—

Claro que importaba y no le iba a decir "es que solo quieren sexo" porque es obvio que va a decir "¿qué va? Yo no soy ese tipo de hombres", cuando es claro que sí, todos son iguales y estoy dispuesta a demostrar que él también es igual, no para dejarlo en ridículo, sino por mi propio ego.

—Oye, pero me das tu número de teléfono—

—¿Por qué? —le dije.

—Bueno, es que tendré que eliminar Tinder, ya que, si te confundí a ti, ¿a cuántas más no? Y, además, si mi padre descubre que sí es mío, me mata —dijo sonriendo.

—Oh, mira qué casualidad, yo también iba a eliminar Tinder —le dije.

—Y no me lo ibas a decir, oye, si no te gusto —me dijo mirándome directamente a los ojos, serio—. Dímelo, no te obligaré—

—No es eso, es que soy muy penosa y me da pena todo y, pues, pregúntale a mi amiga y verás que no te miento —le respondí.

—¿Y quién es tu amiga?

No le iba a decir, la chica que está allá atrás, porque ella era mi plan B por si me pedía sexo.

—Muy pronto te la mostraré —le dije.

—Bueno, yo también te mostraré a mi amigo y hacemos una cita doble, ¿te parece? —me dijo.

Claro que no iba a dejar a mi amiga fuera de esto, pero no sé por qué no le dije "la de atrás es mi amiga", porque no importaba el plan B, ¿verdad?

—A Gabriel —le dije feliz.

—Si dijiste que lo conocías, eres fan de su música—

—Claro que sí—

A mi amiga no le gusta Gabriel, pero por conocerlo me la llevaré conmigo.

—Y a tu amiga le gusta —me dijo.

—Si le encanta, muere por él —le dije.

—No es la de atrás tu amiga; la vi con ganas de defenderte hace rato —me dijo.

—Está detrás de mí —dije, volteando a ver—. Lunaaaaaa, ¿qué haces aquí en este café donde estoy en una cita ahora? —le dije.

Mi amiga se dio cuenta. —Ohhhh, Esmiiiiiiiiii, qué gusto verte, es como si nunca te viera en una taquería donde trabajamos las dos. —Después miró a Javier. —Y tú eres... —Y me miró a mí. —¿Cómo se llamaba?

—Javier —le susurré.

—Y tú eres Javieeerrrr, el chico actor y famoso —dijo mi amiga.

—No nos habías visto —le dijo Javier.

—No —dijo mi amiga.

—Oh, pensé que hace rato tratabas de defender a Esmi—

—Te llama Esmii —dijo mi amiga.

—Porque no puedo —dijo Javier.

—Oh, claro que sí, solo es que mi amiga es la única que me dice Esmi —le dije.

—Sí —le respondió Luna.

—Pero en tu perfil pusiste que te llamabas Esmi y creo que todos pueden decirte así, ¿verdad? —dijo Javier.

—Si tienes razón —dijo mi amiga—. Oye, ya me voy si quieres. Esmeraldaaaa —dijo mi amiga.

—Si nos vemos en la tarde —le dije.

Mi amiga se fue y en eso Javier me dijo:

—No le dirás de la cita—

—Oh, no, más tarde le digo cuando ya esté planeada —le dijo sonriendo—. Creo que ya me tengo que ir, es tarde. Nos vemos—

—Oh, claro, yo también tengo compromiso, me darás tu número —me respondió.

—Si es ********* —dije dándole mi número.

—Ok, ahí te escribo—

Saqué dinero de mi bolsa y en eso él me dijo: —¿Qué haces?

—Pagaré mi café —le dije.

—Oh, no, yo te voy a invitar —me dijo.

—No hace falta —le dije.

—Vamos, ya vete y déjame la cuenta —me dijo.

Es obvio que va a esperar el mejor momento y tratará de conquistarme para después decirme: "Cogamos, ya te pagué casi todo", pero no lo dejaré; averiguaré todo sobre este hombre.




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