Todos son iguales (comedia romántica)

Capítulo 35:

–Gabriel–

Toda la noche pasé en el suelo llorando mientras me decía a mí mismo: "¿Por qué la trataste de violar?" ,"Eres un imbécil".

El sol de la ventana llegó a mis ojos y me levanté. Me dirigí al baño y en eso me cayó una notificación de Javier.

—Adivina, soy novio de Esmeralda, voy a su casa para verla y darle el primer beso—

Me alegré por él y en eso me dije a mí mismo: "Tengo que pedirle perdón a Luna por tratar de violarla, no puedo obligarla a nada si ella no quiere".

Me lavé la cara y me vestí.

—Pero dónde estará —dije con las llaves del carro en mi mano; en eso vi una llamada perdida de mi hermana y un buzón de voz.

—Oye, hermano, me quedaré en la casa de Luna. Si se te pasa la loquera, no vengas; llegaré a las 12 o algo así—

Me dijo que no fuera, pero tenía que ir y pedirle perdón a Luna. Bajé. Me subí a mi carro y arranqué.

Llevaba un gran sueño, pero en eso, llegué y respiré: "Tú puedes, ella te perdonará".

Vi el timbre y toqué en eso, escuché su voz.

—Ya voy—

Volví a tocar y escuché su voz.

—¿Quién será a esta hora? Ya voy—

Llevaba conmigo un ramo de flores que había comprado antes de llegar. Ella abrió y estaba en pijama.

—Hola, Luna, quería dec... —Sin terminar de hablar, escuché a alguien, pero no reconocí su voz. Él o ella dijo:

—Mi vida, ¿por qué te levantas?




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