–Luna–
En la casa solo estábamos yo y Katy y creo que él lo sabía.
—¿Quién es? —me dijo—. ¿Quién es? Y mi hermana sabe y no me dijo—
—Espera, déjame explicarte —le dije.
Grabiel tiró las flores que tenía en sus manos al suelo, y me apartó y entró.
—Oye, no puedes entrar sin mi permiso —le dije, pero este me ignoró.
No sabía si Katy lo había escuchado, pero espero que sí y se esconda.
—Por eso me dijiste que no me amabas —me dijo Grabiel.
—Oye, no tienes el derecho, no somos nada—
—Un mes de citas y tenías a otro—
Grabiel abrió la puerta y ahí estaba Katy en el teléfono.
—Hermana —le dijo.
—Hermano —le respondió.
—¿Dónde está? —dijo Gabriel.
—¿Quién le dijo? —Katy.
—La maldita o el maldito que le dice "mi amor" a Luna—
Katy se levantó y le dijo: —Soy yo—
Cuando Grabiel escuchó esto, se tiró al suelo.
—No es imposible—
—Grabiel me gusta Luna desde que la vi y yo le gusto a ella—
—Y que son novias —nos dijo.
—No me puedes obligar a quererte—
—Es un sueño o una broma de muy mal gusto —dijo Grabiel.
—Perdón —dijo Luna tratando de levantarlo, pero éste la tiró.
—¿Por qué no me dijiste? —le dijo.
—Porque pensé que ella te quería a ti y no te quería hacer sufrir —le contestó.
—Desde cuándo andan—
—Desde ayer en la noche —le dijo Katy.
—Y cuando ella me batea, tú decides confesarte —le dijo.
—En realidad fui yo la que le dije —interrumpí.
—¿Por qué? —dijo este en lágrimas.
—Porque te hice sufrir y te hice creer que me gustabas —le dije.
Grabiel respiró y dijo: —Katy, eres mi hermana. —
—Lo sé —le dijo ella.
—Y tienes razón —me dijo a mí— no puedo obligarte—
—Estás bien —le dijo Katy.
—Se ven lindas como novias, duren —dijo.
—Hermano, estás delirando —le dijo Katy.
—Katy, quiero lo mejor para ti y es tu felicidad, y no puedo obligar a Luna a darme felicidad y a quitártela a ti, aunque esto duela. Sean felices y no dejemos nuestra amistad —dijo, mientras me miraba.
—Gracias —le dijo Katy y lo abrazó.
—Ayer me enojé y traté de violarte, Luna, perdón —me dijo—. Iré a terapia y dejaré la música por un tiempo y espero encontrar a alguien que me haga feliz—
—Te perdono —le dije.
—Bueno, entonces vamos a tomar café —dijo.
En eso me llegó un mensaje a mí y a él al mismo tiempo.
—Dice lo mismo —me dijo.
—Qué —preguntó Katy.
—Me escribió Patrick diciendo que Esmi está secuestrada—
—A mí el papá de Javier y que él va a salvarla con la policía —dijo Grabiel.
—También dice que vayamos a la taquería —les dije.
Nos alistamos y corrimos a la taquería. Al llegar, ahí estaba el papá de Javier, Patrick, y todos los clientes viendo las noticias de que Esmeralda de la Cruz fue secuestrada en la mañana por un tal...