Todos son iguales (comedia romántica)

Epílogo:

Una semana después del suceso, estaba tirada en mi cama llorando y echándome la culpa porque era mi culpa por mi inseguridad. Ahora Javier estaba en coma en un hospital por mi inseguridad; hasta mi madre me lo dijo.

—No todos son iguales —pero no hice caso y a la primera persona que me dice que Javier me engaña, le creo. En eso escuché que mi amiga tocó la puerta.

—Hola, Luna —le dije, toda desarreglada.

—¿Qué te pasó? Solo mírate —me dijo.

—Es mi culpa.

—No es tuya y ya lo fuiste a ver, ya despertó —me dijo.

—¿Para qué? Para que me reproche todo —le dije.

—Es cierto que tu inseguridad fue la culpable, pero la mayor culpa es de Bryan.

—¿Y dónde está él en prisión? No, porque escapó —le dije.

—Ve a verlo —me dijo mi amiga.

—Y si lo vas a ver tú y me dices cómo está —le dije.

—Bueno, iré a verlo, pero tienes que ir algún día; él te quiere y es un buen hombre.

Mi amiga se levantó y se dirigió al hospital; minutos después me llegó un mensaje.

Javier: Hola, Esmeralda, ¿por qué no me vienes a ver hoy?

Esmi: Es mi culpa que estés ahí.

Javier: Pero te perdono; además, yo decidí ir a rescatarte.

Esmi: Eres un gran hombre, no te merezco.

Javier: Ven a verme para que me sienta mejor o si no, sí, no te perdonaré.

Me levanté, me bañé, me vestí y caminé al hospital y, al llegar, respiré.

—¿Será que Luna aún no ha llegado? —me dije.

Entré y estaba a punto de abrir la puerta del cuarto donde se encontraba Javier cuando escuché.

—Te la pongo.

—Sí —le respondió mi amiga.

En eso recordé al chico que me dijo.

—¿Y qué, quieres que te la ponga?

No había hablado con Luna desde hace una semana. No sabía su relación con Grabiel, pero sí recuerdo que ella me dijo no estar enamorada de él. ¿Acaso sentía algo por Javier? Estaban cogiendo en este momento, me rehusé a abrir la puerta y salí corriendo.

—Esmi —me dijo Patrick que estaba haciendo unas pruebas en el hospital.

Pero lo ignoré y salí corriendo; no me fijé si me siguió o no.

Llegué a un puente.

—Lo supe desde el principio; todos son iguales, pero la ingenua soy yo por creer que no sería así —me dije, a punto de saltar.

—¿Acaso este mundo no es de mi pertenencia? Si muero hoy, tal vez reencarne en otra persona la cual tenga más seguridad de sí misma y logre ser feliz.

—Esmi que haces —escuche la voz de Patrick.

—La vida no es eterna y no puedo vivir pensando en que todos son iguales y haciéndome sufrir a mí misma y a cuántas personas lastimaré.

—¡Ni se te ocurra! —gritó Patrick.

En eso solo le sonreí y lo vi era hermoso. Tal vez él era el hombre indicado para mí, pero yo no era la mujer indicada para él. Me lancé al puente y...

—Esmeralda, te amooo — escuché de Patrick.

–Narrador–

Secretos, inseguridades, engaños... ¿qué más hay aquí en realidad? ¿Qué estaban haciendo Luna y Javier? ¿Acaso las fotos que mostró Bryan eran reales? ¿Por qué escapó Bryan? ¿Volverá? ¿Acaso Gabriel va a dejar que su hermana sea feliz con la persona que ama o solo es mentira.




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