Camino con mis maletas en las dos manos buscando mi habitación en esta enorme universidad de California, no logro encontrarla, además he perdido el papel donde estaba anotado el número, solo recuerdo que tenía una C y un número adelante que ere el 2, y luego había otro del cual me había olvidado completamente por haber salido con tanta prisa de mi casa, tenía planeado llegar temprano para poder instalarme bien, entre un acosa y la otra eso no fue posible, eran las dos de la tarde y apenas he llegado pagando un taxi que me cobro hasta la espera que solo fue de unos minutos.
Cuando llego al pasillo C, busco un numero dos, una vez que lo encuentro intento recordar como sea posible el número que me falta para no equivocarme de habitación.
Finalmente decido, tocar cada puerta y preguntar si le falta una compañera de habitación, a esta hora ya todos están instalados, si encuentro una habitación vacía significa que estoy en la correcta.
Después de preguntar y preguntar como tonta, al fin la encontré y lo sabía gracias a que mi madre más tarde me envió un mensaje con el número correcta.
No sabía si tocar o pasar directamente, me muerdo el labio inferior nerviosa.
Antes de que mi mano tocara la puerta roja, una chica de cabello castaño ondulado hasta los hombros, más o menos alta, diría que mide un metro con setenta, yo mido un metro con sesenta y cinco.
Tiene una piel bronceada, y unos ojos celeste brillantes, impresiónate.
Yo apenas tengo unos ojos marrones claros y cabello negro oscuro.
—Eres Lauren, ¿verdad? —me soltó.
—Sí, ¿Cómo lo sabes? —pregunté confundida.
Ella se hizo a un lado para que entrara, le sonríe levemente y me adentre a la habitación, no era tan pequeña como me la había imaginado, dos camas en casa lado de la pared, dos placares pequeños, pero está bien para las cosas que traigo, una luz que ilumina perfectamente todo el lugar.
En fin, me siento bien con esto.
—Averigüe el nombre de mi compañera de habitación antes de que apareciera—exclamó.
—Oh— fue lo único que pude decir.
Dejo las maletas encima de la cama que me tocaba del lado derecho, me giro para ver a mi compañera que mantiene una sonrisa genuina en su rostro, que por cierto no tiene ninguna imperfección.
—Soy Lisa— me extiende una mano.
—Lauren, pero ya lo sabias—estrechamos mano.
— ¿Y de dónde vienes? —me preguntó sentándose al borde de su cama y colocándose una almohada en su abdomen para apoyar los codos.
—Solo estoy a tres horas de distancia de aquí— respondo.
—Puedes visitar a tu familia cuando quieras— me dice y yo solo asiento nada convencida de eso.
La verdad no tenía una muy buena relación con mi familia, con mi madre si, ella es la única, pero con respecto a mi padre que es un controlador y un magnate odioso, y mi hermano mayor que se está convirtiendo en lo mismo, no es nada fácil lidiar con ellos, para ser honesta la universidad es lo mejor que me pudo haber sucedido, estar lejos de casa me sienta bien.
— ¿Y tú? —comienzo a desempacar.
—Carolina del Norte—escucho como se levanta de la cama y se coloca a mi lado mientras desempaco— ¿Te ayudo? —sonrió.
—Claro, aunque no es mucho—replico.
—Estoy aburrida, no es nada.
Hablamos un poco de todo, ella me conto que en donde vivía, su pueblo era demasiado aburrido para ella, se considera una chica de ciudad y por eso decidió estudiar en California, tiene dieciocho años al igual que yo con la diferencia de que ella cumple los diecinueve en dos semanas aproximadamente, ya me invito a su fiesta que organizara con unos amigos en un departamento, es muy extrovertida, me alegro de que me haya tocado con una compañera charladora y no con una como yo, es decir aburrida y sin carisma.
Terminamos de desempacar y como no sabíamos que hacer, eran las tres de la tarde, así que optamos por caminar por todo el campus y conocer bien la universidad y los salones de clases.
—Estudiare Economía—me informa alegremente.
—Yo quiero estudiar Hotelería y Turismo— dije mientras veía a algunos estudiantes pasear también por todo el campus, también veía como otros llegaban recién a la universidad con más de tres maletas y acompañados de sus padres.
Al parecer no fui la única de llegar tarde.
—Oh, mira—me dijo Lisa señalándome a un chico morenos y alto que se acercaba a nosotras—Jack— grito ella y cuando el chico solo estaba a unos pocos metros, ella corrió a abrazarlo con fuerzas, el chico rodeo su espalda con sus dos brazos y la levanto del suelo.
—Ella es mi compañera de habitación Lauren— me presento a su amigo luego de unos minutos— Lauren, él es mi amigo de California Jack.
Jack es un chico como había dicho, alto, moreno, ojos verdes que para que mentir, eran hermosos, tiene los hombros anchos como de un futbolista, en la parte de la mejilla derecha tiene una cicatriz notable, pero pequeña, supongo que debe ser de un corte reciente o algo por el estilo.
—Espero que estés soltera—me guiño un ojo mientras me dio un beso en la mejilla.