Tomrose

2. Sospecha

Tom Riddle.

Actualidad

-Enfermera Thompson- llamo recostando a la pelirroja en una de las tantas camillas de aquel lugar.

-Hola Tom- saludo curvando una sonrisa en los labios, la cual repentinamente cambio al ver a la joven desmayada- ¿Quién es ella? ¿Y qué fue lo que le pasó?- cuestiono alarmante mientras buscaba una poción en realidad.

-Su nombre es Rosebud Granger Weasley, la nueva estudiante- empezó a titubear, no era que le preocupase, ya que el sabia con certeza lo sucedido, sin embargo tenia que hacerse el desentendido siendo que "había caído de repente"- estaba dandole un recorrido por el castillo cuando de pronto cayo- Tom Riddle siempre fue un buen mentiroso, incluso en estos años aprendió a ser más manipulador como según le conviniera, todo a base de su "encantador ser".

-Enfermera Thompson- llegaron llorando un par de chiquillos, a los que al parecer les reboto su propia broma al verse con la piel tintada de verde dragón.

-Ustedes no cambian.- menciono con cansancio rodando los ojos, luego miro a Tom y sonrió una vez más- Pronto despertara, ¿Podrías......- eso ni siquiera debía pedírselo, porque él la cuidaría. Sin dejar que terminara con su voz encantadora la interrumpió.

-No se preocupe, de todos modos es mi deber como prefecto- su sonrisa brillante y blanca convencía a cualquiera, no importaba que tan astuto podría ser, porque él lo era mas; aunque claro, aún no se olvidaba del único con el que nunca le había funcionado su agradable carisma. El viejo Albus Dumbledore.

-Muchas gracias Tom, no se que haría sin ti- mencionó una vez más para girarse hacia los jóvenes con el ceño fruncido- Y USTEDES ME VAN A EXPLICAR QUE FUE LO QUE HICIERON PARA QUEDAR ASI- los pequeños quedaron como estatuas con la cara llena de pavor, todos sabian que lo peor que podrían hacer era enojar a la enfermera (quien era aun peor que la Directora)

Al estar completamente solos el azabache cerro sus alrededores con las cortinas acercándose a la joven acaricio su mejilla- una vez más en la misma posición- le susurro- Sal de ahi Bella- su voz cambio a una más fría y cortante- vamos sé que estas ahí, sal ahora- ordeno. El Tom amable y preocupado desapareció en el momento en que sintió como alguien mas llegaba al lugar.

-¿Cómo puedes tan siquiera preocuparte por ella?- pregunto angustiada, esa chica lo había abandonado y lastimado para que ahora se preocupara por ella.

-Eso no es asunto tuyo- fue tajante en su contestación. ¿Quien se creía para pedirle explicaciones? Nadie tenía permitido dirigirse a él de una manera tan irrespetuosa, además de Rose, pero era la única excepción.-

-Gracias a ella usted sufrió bastante- al parecer la pelinegra no entendía- Después de todo lo que le hizo, ¡No puede perdonarle!- resongo, no tenía la más mínima idea en cómo todas las Black podían ser de cierta manera tan molestas.

-Y no lo haré, solo le estoy agradeciendo- seguía acariciando el blanco rostro de la joven, solo que sin expresión alguna. Podría sentir como la Black no se cansaba de verlo, sin ni siquiera dirigirle la mirada. Era una buena mortifaga ¿Como negarlo? Pero a la vez encontraba la mejor manera de molestarlo. En ocasiones como esa, se preguntaba si en realidad, había echo bien en dejar que penetrara su mente aquel día de enseñanza.

-Lo siento, Amo- la estúpida sonaba arrepentida.- como si me importará lo que siente- pensó el azabache.

-Puedes irte- no fue un consejo, sino una orden.

-Yo no quiero que lo vuelvan a lastimar- se que sus intenciones son buenas, pero nunca podrá compararse con esta fiera pelirroja.-

-Sólo recuerda algo Bellatrix- su voz sonaba harta y con la mirada tornada en carmesí la miro- es por ella que tú y yo estamos con vida. No lo olvides.

-No es por ella, es por usted mi señor- la pelinegra era terca cuando quería, lamentablemente sólo era capaz de molestarlo.

-Imperio- no tuvo ni siquiera la necesidad de usar la varita- Quiero que camines a tu habitación y no me molestes, este hechizo durará hasta el cantar del gallo en la mañana.- sólo pude ver como de inmediato daba media vuelta saliendo de la enfermería.

-Mi pequeña pelirroja y último Horrocrux- sonrió con ternura intentando contar cada peca esparcida por sus mejillas mientras acariciaba la sedosa y rojiza melena de Rose

Septiembre 1941
-Maldición- gruño con cierto desespero sin dejar de escribir y rayonear en su cuaderno de pasta negra.

-Si sigues así te acabarás las hojas Riddle- agregó con diversión Abraxas Malfoy quien al ver la mirada fulminante de su compañero la bajo rápidamente- Cobarde- pensó el azabache, todos hacían lo que él quisiera, eran como un juego de ajedrez dónde él era el Rey y todos los demás sus peones. Nadie le decía que no, ni siquiera los profesores

-Señor Riddle- maldijo en sus adentros al escuchar la voz del director, debía concentrarse para encontrar el nombre ideal, uno al que todos temieran cuando lo nombraran. ¿Porque debía ser tan difícil?



#17348 en Fantasía
#3639 en Magia
#7004 en Fanfic

En el texto hay: harry potter, tercera generacion, voldemort

Editado: 02.05.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.