Capítulo 8

 “Bienvenidos a “New Taiwán”, distrito aliado a la metrópoli Topía fundado en honor al extinto país de China, lamentablemente destruido durante la tercera guerra mundial. Contamos con los mejores restaurantes de toda la región, siéntese y disfrute de nuestra hospitalidad, los faroles rojos en las calles, los anuncios con letras que nadie entiende y los taxis jalados por sujetos con sombreros en punta” 

“¿La perfecta combinación entre tradición y modernidad? ¡No visite el distrito de “Old York” que más parece un basurero de burgueses! Venga a “New Taiwán”, le aseguramos que saldrá con ganas de volver a entrar”

“¿Ya mencionamos la comida? El restaurante del hotel “Lu Bu” está a su servicio. Quizá se animen a probar la deliciosa sopa de murciélago, y descuiden, nuestros chefs están entrenados para evitar que un infortunado virus desate una pandemia como en los lejanos 2020, así que coman con confianza”

“El menú del día es: Sesos bañados en una fina capa de líquido cefalorraquídeo como entrada, sangre fresca para la bebida, corazón humano a la brasa acompañado de costillas fritas como plato fuerte y si se quedó con hambre con gusto nuestros cocineros le prepararán una ensalada de puñetazos o si se anima, deguste nuestros postres de balas. Reclame su ataúd de regalo al salir, donde podrá enterrar a su hermana muerta luego de haberle cortado todas las extremidades, ¡Gracias por su visita! ¡Vuelva pronto y no olvide que usted es el único culpable de su vida de mierda! ¡Hasta la vista!”

—Despierta. Casi llegamos — lo despertó una voz.

Taylor abrió los ojos con desesperación y el corazón a mil, observó a su alrededor algo desubicado y sudoroso, viajaba en un viejo auto sin tubo de escape junto a None e Elon rumbo a New Taiwán. Las calles iluminadas por faroles orientales virtuales le hacían entrecerrar los ojos, algunos negocios aún mantenían los clásicos de papel.

Frente suyo, a pocas cuadras de distancia ya se podía divisar la imponente pagoda de Lu Bu. La construcción más formidable de New Taiwán la cual ostentaba al menos 34 pisos, cada uno de ellos con forma octagonal y con salientes que asemejaban tejados chinos color verde jade cuyas puntas eran adornadas con faroles rojos incandescentes que a la distancia parecían diminutas luciérnagas, un par de hologramas de peces carpa Koi gigantes nadaban en el aire alrededor de la gran pagoda como dando la bienvenida. En la base, como era costumbre en todo el barrio, se erguía orgullosa una estatua gigante de Confucio que superaba los 60 metros e imponía unas anchas escaleras de piedra, el incienso de las ofrendas que se le ofrecían ascendía a los cielos junto con los farolillos voladores que plagaban las vistas del distrito cual luciérnagas.

—Malditas pesadillas—murmuró frotando su frente—¿Algún día tendré un sueño que no involucre cabezas decapitadas o morir de un balazo?

—Lo tendrás—le dijo None quien iba al volante — los malos tiempos siempre pasan. Si la historia que me contaste es cierta entonces la muerte de tu hermana bastará para darte la paz que buscas.

—Qué raro verte optimista, hombre… pediré un deseo— respondió Hass risueño (obviamente estaba fingiendo), aunque si le sorprendió ver como None dejó de ser esa esfinge silenciosa que solía ser hace 1 semana, aun así, no había cambiado en absoluto su voz decaída y robótica— Creí que no te habías tragado mi historia.

—Como dije, las personas nunca son lo que aparentan, lamento que te llevaras una mala impresión de mí. Sé bien lo que pensaste cuando me conociste… un retardado mental fácil de manipular, una nube negra que solo trae problemas… una escoria desechable…

—Oye, oye, ¡Vamos! ¿Por quién me tomas? Digo, claro que me sorprendí al conocerte, pero jamás pensaría algo como…

—Todos lo hacen — sentenció None — Tengo el SIX manipulador, puedo hacer que los demás me digan lo que piensan. A veces duele descubrirlo…

—Te juro que no, hombre, no pensé eso de ti —<<Me siento como la peor persona del mundo justo ahora>>—Y a esto, ¿A qué viene tanta depresión, hombre? Eres todo un maestro para cambiar de estado de ánimo, ya casi eres tan bipolar como yo, bueno al menos ahora eres capaz de hablar con más fluidez…

None mordió el nudillo de su dedo índice. Intentó mirarlo a los ojos.

— Confesaré, que jamás creí la historia sobre tu hermana, aun así, estoy convencido de que tienes la intención firme de matarla, te he observado y hasta hablas dormido del tema. Con eso basta para mí, compartimos el mismo fin. No sé cómo tratar a la gente, así que pretendí crear una atmósfera sentimental para que te derritieras y aceptaras de mejor manera lo que estoy a punto de decirte…

—No te hubieras tomado la molestia, hombre. Solo suéltalo, ni que me fuera a ofender — << ¿Atmósfera sentimental? ¿De qué está hablando?>>.

—Mi intención de acabar con Zeus y Temmerman es igual de fuerte que la tuya, sobre todo con él, verás, nos criamos juntos… papá siempre lo prefirió a él, así que debo averiguar qué es lo que lo ha llevado a traicionarlo, necesito saberlo, además, soy el único que puede pararlo si es que aún tiene remedio. Pero no seré piadoso con esos cerdos del alto mando. Te pido que no seas tonto, tu lado sensible te ha metido en muchos problemas, quiero que seas una máquina de matar…

Taylor rio suavemente, cada palabra de None había sido cierta, tenía razón, era un monstruo consumido por el odio al igual que él.

—¿Sabes, hombre? Es muy agradable no ser el único loco en esta misión suicida, descuida, hoy seré una máquina — afirmó Taylor, <<Perdóname papá, no creí decir esto, pero que bueno que ya estés muerto, así no verás cómo destruyo todo lo que siempre te esforzaste por construir, en especial a tu princesa>>.

…

Los cinco capitanes las cabezas de la temible (pero debilitada) LIGHTER ya estaban sentados uno frente al otro en el lujoso salón de conferencias del hotel Lu Bu. Un candelabro oriental con lenguas de fuego colgaba del techo y hacía más anticuado el ambiente, todos los presentes andaban enmascarados, típico de una cena de mafiosos, estaban sentados a lo largo de una gigantesca mesa rectangular que ordenaba de manera ascendente el status de cada uno en la organización.