“Pensé en escribirte una carta, pero terminé haciendo un libro.”
Y es que, a veces, las cartas no son suficientes. Las palabras se quedan cortas, se pierden entre los recuerdos, las emociones y todo lo que no se puede decir. Así que aquí estoy, abriéndome de una manera que nunca imaginé. Este no es solo un libro. Es un pedazo de mi alma. Un intento por entender todo lo que he vivido, lo que he amado, lo que he perdido.
No busco consuelo, ni respuestas fáciles. Lo que te ofrezco es una historia agridulce, porque el amor no siempre es lo que esperamos. A veces, llega en medio de la tormenta, y a veces, es la tormenta. Pero es todo lo que soy ahora, todo lo que quedó después de las despedidas.
Si decides seguir leyendo, prepárate para descubrir que no todo es blanco o negro, que las despedidas no siempre son el final, y que, a veces, hay que aprender a vivir con el caos antes de encontrar la calma.