Lia
—Los chicos lograron salir, pero todos están complicados con alguno de los espectros que van detrás de ellos —Advierte Yaser— Algunos se han ayudado entre si para ganar tiempo.
—Tienen dos horas antes de librarse de ellos—Comenta Terri.
—Normalmente sí; recuerden que hay un prodigio entre ellos—Avisa Dimitruk mientras observa la pantalla— Hay dos espectros menos.
—Pero hay dos más fuertes—Muestra Terri— Tenemos muchas alteraciones, si recordamos cuando nosotros hicimos lo mismo; fue bastante regular, los espectros salieron en distintos momentos, todos se fueron al mismo tiempo, no eran muy fuertes pero, si miramos aquí; no tiene ni pies ni cabeza.
—Parece imposible que una persona sea capaz de hacer esto involuntariamente —Menciona Dimitruk— Pero si recordamos la historia de los Prodigios toma sentido.
Se acerca a Terri a susurrarle algo.
Los teléfonos suenan sus alarmas, avisando así que la mayoría tiene que irse.
Pasan largos minutos mientras se van cada uno hasta sus vehículos.
—Solo quedamos nosotros tres, como sé que sospechas Lia; sí, le pedí a Terri que alterara los relojes de las alarmas, necesito que veas esto —Me señala una parte de la pantalla donde a lo lejos se nota que Tormenta está ahí— Si observas bien; las lentes nos permiten ver en la total oscuridad, ¿Notas algo extraño?
Ella camina totalmente tranquila en la oscuridad.
A lo lejos se nota que puede ver en la oscuridad.
—Lo que creíamos imposible pasó; sus poderes poco a poco se activan.
—Mal momento, no sabe controlarlos; se pondrá en riesgo a ella misma —El tono de preocupación de Dimitruk es evidente.
—En mi opinión deberían preocuparse más por el elementario que está ganando terreno—Menciona Terri.
La expresión de Dimitruk es genial; pareciera que vio un fantasma por primera vez.
—No es tan malo; podrían pedir un matrimonio arreglado por conveniencia.
—Podría ser, el problema es que es un elementario, si fuera de las sombras rebeldes sería mejor —Comenta— Por lo que estaba previsto un matrimonio con uno de ellos.
—Yo creo que lo mejor será que ella elija con quién casarse, no quiero más problemas con la ciudad de Darko —Explico— Además no creo que Dimitri o Keyla estén de acuerdo con la unión de ambos, se llevan dos años; son demasiado jóvenes aún.
—El hijo de Dimitri tiene fama de rompecorazones —Susurra Terri.
—¿Cómo? ¿Qué sabes de él? —Las palabras de Terri lo han preocupado más.
—Él fue novio de mi sobrina, todo empezó color de rosa hasta que se enteró que mientras era su novio tenía a dos más, además ha jugado con el corazón de muchas chicas; no me sorprendería que eligiera a Tormenta pues ella no ha tenido pareja, piénsenlo así; una chica que se enamora por primera vez, una presa fácil ¿No creen? —Cuenta Terri mientras Dimituk piensa en todo lo que escucha— Pero hay algo raro en todo esto.
—¿Qué? —Las palabras se le salieron de su boca rápidamente sin darse cuenta.
—Él la ha estado observando desde el primer día muy curioso, escuché sus conversaciones; busqué en las memorias de las cámaras, es muy diferente a lo que pasó con mi sobrina, pero no me confiaría mucho.
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Ocho horas más tarde.
Centro de comunicaciones de Esperanza;
Esperanza.
La pantalla holográfica se enciende y toma su típico color azul.
—Hola, tanto tiempo —Dice la persona del otro lado de la pantalla.
—Ni que lo digas, Dimitri —Menciona Dimitruk.
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Tormenta
Camino mientras observo los árboles, cada vez veo mejor en la oscuridad.
Veo todo tan claro que si no estuviera en estas circunstancias dudaría de si realmente estoy despierta.
Saco el reloj que me dieron junto a los otros dispositivos.
Me pregunto para qué servirá.
Lo único que uso es la cinta plateada que parece una diadema.
Por curiosidad me coloco el reloj en la muñeca derecha; la misma donde tengo el chip.
El reloj tiene un botón que lo hace brillar.
Presiono el botón más llamativo.
Del reloj sale un traje negro que cubre casi todo mi cuerpo, del cuello hasta los pies.
Creo que debería salir de aquí, supongo que los espectros se fueron.
Camino por la misma dirección en la que entré.
—Ten cuidado —Dice lo que hasta este momento estaba callado en mi bolsillo.
—¿Qué eres? —Pregunto mientras camino.
—Soy una sombra en su más pura forma, por eso soy amorfo, si quiero puedo tomar forma de algún animal, somos enviados a ustedes en un momento de sus vidas que creemos necesario —Comenta.
—¿Tienes nombre?
—Sí, me llamo Ráfaga —Responde mientras sale del bolsillo para flotar a mi lado.
Cambia su forma a la de una persona pequeña.