Tormenta Black

Prólogo

3 de mayo, 2016

El lugar estaba repleto, demasiada gente rodeaba el cuadrilátero. Mi visión estaba borrosa y mi respiración estaba muy agitada, debido a toda la adrenalina que sentía por mis venas. Inhale profundamente sin abrir mi boca.

Camine hacia mi esquina tambaleándome, parecía que me iba a caer en cualquier momento. Pero no, no lo iba hacer. Llegue donde me esperaba Elliot, mi fiel amigo y entrenador. Alce la mirada hacia él, note que ya me estaba mirando –demasiado–preocupado. Hice caso omiso a su expresión de preocupación y me senté en el banquillo.

Comenzó a curarme todas mis heridas en silencio, apreté los puños debido al ardor.

Tenía una ceja y un labio partido. El pómulo izquierdo estaba inflamado y mi ojo derecho se estaba comenzando a cerrar y poner morado de tantos golpes que había recibido. Estaba molida. Mire mis nudillos que los tenía destrozados mientras le echaba un poco de agua.

–Estas muy mal, necesitas un médico –me miro sin expresión apretando sus labios – ¿Segura que quieres continuar? –pregunto inseguro mirando mis nudillos ensangrentados. Asentí, incapaz de hablar –Esta bien –suspiro rendido. Me miro de arriba abajo haciendo una mueca. Me tendió una botella con agua mientras enjugaba mis nudillos. Me quite el protector bucal escupiendo toda la sangre que tenía en la boca. Volvió a colocar mis vendas que estaban manchadas de sangre. Enjuague mi boca quitándome el sabor metálico característico de la sangre. Me puse nuevamente el protector bucal respirando profundo y me giré para volver a la pelea. Cuando iba a levantarme una mano me impidió hacerlo. Elliot –Puedo detener la pelea. No tienes que hacer esto –me miro suplicante. Lo mire fijamente negando con la cabeza soltándome de su agarre caminando hacia el centro de la lona.

Esta era mi pelea.

La campanilla volvió a sonar anunciando tercer y el último round. Camine hasta mi posición no sin antes darle una última mirada. Tenía que acabar con todo esto

Choque los puños con mi contrincante. El referí dio inicio a la pelea posicionándose en el lado lateral del ring. Me puse en posición desplazándome dejándola sin oportunidad de atacarme. Mi oponente dio varios pasos adelante lanzándome un gancho derecho queriéndome noquear. Negué con la cabeza logrando esquivar su golpe asestándole un puñetazo en su nariz, haciéndola sangrar. Quise reírme cuando me di cuenta que la había hecho enfurecer logrando que me golpeara el mentón. Ladee la cabeza

Mala idea.

Comencé atacarla sin dejarle oportunidad de golpearme de nuevo. En un momento a otro comencé a esquivar varios de sus golpes. Le lancé un gancho en el abdomen, pero en un movimiento rápido de parte de ella, sentí un fuerte golpe en el lado inferior de mi mandíbula que me hizo retroceder. Tomo ventaja de ver mi guardia baja y se lanzó contra mí.

Trate protegerme tratando de neutralizar sus golpes con mis brazos, pero me fue imposible, me estaba haciendo demasiado daño. El réferi tuvo que intervenir quitándola de encima de mí. Me sentí mareada, retrocedí varios pasos

Alce la cabeza mirando a mí alrededor. Todas las personas que un día creí que se habían marchado de mi lado sin decir nada estaban aquí alentándome, les importaba. Me estaban apoyando. Busque entre la masa de gente a una persona que necesitaba ver. Marie. Me estaba mirando con los ojos cristalizados negándose a soltar alguna lágrima.

Negué con la cabeza desviando la mirada cuando comencé a sentir un familiar nudo en la garganta. Eran tan parecidos.

Volví a mi vista a mi contrincante que me miraba fijamente, su mirada reflejaba furia. Me acerque a ella y en un movimiento rápido sin previo aviso le lance un puñetazo que le fue difícil esquivar. Se apoyó en una esquina del ring mientras respiraba sonoramente.

La mire burlona logrando que se acercara nuevamente a mí. Sonreí cuando la miré intentando atacarme. Eso la hizo enfurecer más si era posible y comenzó arremeter contra mí sin dejarme posibilidad de bloquear sus golpes. Cada golpe que venía hacia a mí era con más fuerza. Pude sentir que me fracturo o rompió una costilla derecha cuando me golpeo en los costados. Sin medir las consecuencias me dio un puñetazo rápido y directo en la mandíbula que me dejo medio aturdida que casi logra derrumbarme. Trate de visualizarla a través de toda la sangre que corría por mi rostro, pero no podía. Mi rostro estaba inflamando debido a tantos golpes.

De un momento a otro sentí un fuerte crujir seguido de un fuerte dolor. No supe que había pasado hasta que el referí comenzó a contar

Me había derribado

 

Uno

 

Trate de levantarme, pero me era imposible, no tenía fuerzas. Mire por el rabillo del ojo desde la posición en que ahora me encontraba tumbada. Note que Marie estaba llorando sin traba alguna, su rostro mostraba desesperación mientras gritaba que detengan la pelea. Trate de sonreír, era como verlo a él.

Por otro lado, Colton junto con los demás gritaban que se acabara la pelea, pero no se podía distinguir mucho sus gritos debido al bullicio que había de la multitud de gente.

Por otro lado, estaba mi padre exclamando que necesitaba urgentemente un médico. Comencé a sentir mi garganta seca, tragué saliva como pude mirando a mi hermano Drew que me observaba gritando angustiado.

 

Tres

 

Volví a intentar levantarme cuando de repente escuché otro fuerte crujir acompañado de un fuerte dolor más intenso, me había atacado de nuevo.

Volví a caer.

 

Cuatro

 

Comencé a escuchar los gritos de la multitud sobre todo los de Marie alejándose poco a poco.

 

Cinco

 

Poco a poco me estaba dando por vencida, ya no tenía más fuerzas de donde sacar. Iba a tirar la toalla para acabar con todo esto, pero entonces lo vi, en medio de esa marea de gente.




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