Tormenta Black

IX

10 de junio, 2015

Charlotte

Abrí lentamente mis ojos y deje mi mirada perdida. Me sentía tan débil que me costaba un poco respirar

Solamente quería acurrucarme en frente de la chimenea y beber un vaso de chocolate tranquilamente. Solo por un momento quisiera hacer de cuenta que todo estaba bien, aunque solo me esté engañando a mí misma.

Me senté con lentitud en el borde de la cama. No sabía dónde estaba, pero tampoco me importaba en este momento. Agache la cabeza mirando mi regazo. Mis ojos se humedecieron se inmediato

¿Es que nunca me sentiría bien? ¿Nunca volvería hacer feliz?

Tenía un condenada que me había impuesto a mi misma. No podía hacer que otros vivan lo que yo vivo. No quería romper el corazón de mis padres con mi partida. Tenía que seguir viviendo esta vida de mierda que llevaba porque yo no sería feliz jamás, no sin él.

Dolía.

No puedo y no quiero esto. Quiero tenerlo a mi lado, junto a mí sosteniéndome. No soy fuerte. Lo necesito tanto que después de casi ya dos años me niego a soltarlo de mi corazón. Me niego a olvidarlo.

Mi primer y único amor de mi vida.

Simplemente mi todo.

Respire hondo reteniendo las lágrimas. Alcé la mirada, pero sin darme cuenta, mis ojos fueron directo a una fotografía. No pude evitarlo más y comencé a soltar todas las lágrimas que tenía retenidas. Quería desahogarme. Sacar el vacío que sentía en mi pecho, pero no servía de nada llorar. Seguía todo igual.

Quiero mi vida de regreso.

Me tape la boca con ambas manos ahogando todos mis sollozos. Mis ojos aún seguían quietos en esa fotografía donde aparecíamos Elliot, Will, Seth y yo en el campeonato de boxeo. Cerré los ojos fuertemente sin parar de sollozar.

No podía más.

–Llora todo lo que tengas que llorar. No lo retengas –dijo suavemente una voz. Era Liliana, la esposa de Will. No había escuchado cuando abrió la puerta.

–Esto es injusto ¿Por qué me lo quitaron? –pregunte con las lágrimas deslizándose por mi rostro. Ella me miro comprensiva mientras se sentaba a lado mío –Él no se merecía esto. No lo merecía –solloce una vez más.

–Todo tiene su motivo. —movió un mechón de mi cabello atrás de mi oreja. —Algunas veces nos suceden cosas para hacernos fuerte –dijo –Y esta fue la manera que te toco a ti, cielo. Piensa, que no nos dan cosas que no sepamos sobrellevar sino algo que saben que podemos hacer. ¿Entiendes? –Acaricio mi cabello –No puedo comprender tu dolor, pero sé que eres fuerte y seguirás adelante como la guerrera que eres. En algún momento soltarlas aquel amor que causa tu sufrimiento. –me abrazo.

Nadie me entendí, como eran capaces de entender que eso jamás pasaría. No lo dejaría ir, nunca estaría preparada para soltarlo. Y no era fuerte para poder soltarlo. No era capaz de seguir adelante porque la mitad de mi se había marchado sin retorno.

Me aleje de ella un poco. Me sentí que comenzaba asfixiarme. Necesitaba salir de aquí y eso fue lo que hice. Bajo la atenta mirada de Liliana me puse mis zapatos y mi campera. Aun sin limpiarme mi cara que estaba llena de lágrimas salí de la habitación que me encontraba. Sin escuchar lo que decía ella cogí mis cosas y me marché corriendo de ahí sin mirar atrás.

Corrí y corrí hasta que sentí mis piernas desfallecer. Mi respiración era agitada. No podía más. No podía ya soportar nada más. Ya no. Mire al cielo preguntándome ¿Él podría ver todo lo que estoy sufriendo? ¿Todo lo que me está matando estar sin él? Esto era una completa mierda. Ya no quería llorar más.

Estaba rota por completo.

Me tire en el asfalto y saque mi móvil. Le envié un mensaje a Colton para que viniera por mí. Sin esperar respuesta de parte de él, guarde mi celular.

Mire un charco de agua, observe mi reflejo. No se supone que esto tendría ser así.

No tendría que ser así.

–Charlie –me llamo Colton acercándose a mí al verme sentada en el pavimento. Alce mi mirada hacia él.

–No puedo seguir así. Ya no. –murmure –Me estoy muriendo sin él, Colton –susurré con los ojos cristalizados cuando lo vi. Quería acabar con todo esto. Quería estar con él. Con mi amado Seth

–No vuelvas a pensar así, no de nuevo. Por favor Charlotte –suplico con la voz temblorosa acercándose lentamente a mí. Como si temiera que me fuera corriendo de ahí y despareciera para siempre –Piensa en nosotros. En tu familia –me cogió las manos levantándome acercándome a él.

–Es que ya no puedo más. Estoy tan rota–comencé a llorar desconsoladamente en el momento en que me abrazo fuertemente.

–Si puedes –me alzo la barbilla –Voy ayudarte. Voy a sostenerte cada vez que quieras caer, voy unirte cada vez que sientas que está todo se desbarata, pero no hagas nada que después te vayas arrepentir.

No conteste nada. Me quede en silencio mientras lo abrazaba. Deje que me guiara a su auto. No tenía fuerzas para luchar. Mire por la ventanilla del coche el paisaje mientras llegábamos a casa. Baje del auto con ayuda de Colton que me sostenía de la cadera para que no me cayera.

Sin decir nada me dirigí a mi habitación y simplemente me acosté en la cama mirando a la nada pensando en todo lo que hubiera sucedido si no hubiera pasado ese maldito accidente

Todo sería diferente.

Todo.









 

12 de junio, 2015

Charlotte

No podía sacar su voz de mi cabeza. Es como si me atormentara cada segundo, sin dejarme respirar. Cerré los ojos, suspirando.

» No llores mi Lottie. No lo hagas, me duele verte así «

Me abrace a mí misma aun sin abrir los ojos sintiendo un agudo dolor en el pecho. Quería olvidar aquellas palabras que me hacían sufrir. Aún más recordando en el momento en que me lo dijo. Dolía la realidad en la que vivía. Dolía saber que él no regresaría jamás.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.