Tormenta Black

XX

25 de julio, 2015

Bradley

Volví a mirar nuevamente James. Fruncí el ceño, no comprendía su comportamiento hacia mí. Era como si tratara de evitarme. A mí, a su propio hermano. Simplemente no comprendía.

Hice una mueca y seguí mi camino dejando a James conversando con sus amigos. Ya hablaría con el cuando llegara a casa.

Esto esta tan estúpido. Nunca se supone que debió de pasar esto en primer lugar, como pasamos de ser hermanos tan unidos a ser casi uno desconocidos. ¿Como pasó esto? En qué momento nos perdimos.

Sobre todo en que momento yo me enamore de ella.

De la novia de mi hermano.

No tenía derecho a tratarla mal ni de ofenderle. Pero cuando la veía con alguien, hasta con mi propio una oleada de rabia me invadía todo mi cuerpo cegandome. No pensaba lo que hacía sino después de haberme hecho.

Eran un idiota, el más grande de todos.

Estaba tan sumergidos con mis pensamientos que no me di cuenta que había chocado con algo o mejor dicho con alguien. La mire sintiendo el Deja Vu de la situación. Quise decir algo, pero recordé lo que estaba sucediendo con alguien que quiero. Mi propio hermano me estaba evitando y quizás ella era el motivo de eso.

Y aunque no quisiera ser un jodido patán con ella, no podía evitarlo.

-Vaya gatita -susurre cerca de su oído. Sentí todo su cuerpo tensarse -Ya terminaste de estar con tus otros novios que ya es el turno de mi hermano -quise cerrar la boca, pero fue imposible. Estaba molesto.

-Suéltame -siseo entre dientes mirándome con rabia soltándose de mí. No me había dado cuenta que la tenía sujetada del brazo.

-Tranquila, no quiero que saques tus sucias garras. -dije fríamente queriendo cerrar la boca. - No quiero estar contaminando de ti -la mire con una sonrisa maliciosa -Ahora explícame algo. ¿Cómo existen hombres que se puedan interesar en ti? No lo comprendo -negué con la cabeza -Simplemente mírate. Eres tan poca cosa -la mire de arriba abajo recorriendo con mis ojos su cuerpo -Dudo mucho que personas como tu estén buscando el amor. Porque dudo mucho que alguien sea tan estúpido para amarte. Solo quieren meterse entre tus piernas gatita -me acerque lentamente a su cuerpo. Sin poder evitar sentí mi rostro girarse bruscamente hacia un lado, me había abofeteado.

—Déjate de mierdas. —retroci cuando intento golpearle de nuevo. —Tienes que parar tu mierda si o si. Estoy cansada.

La mire con todo el asco que quisiera haber sentido y la sujete del brazo fuertemente.

-Te duele que te digan la verdad. Te duele que te digan que nadie en su sano juicio sería capaz de amarte. Capaz de quedarse a tu lado para siempre -acerque mi rostro hacia ella.

-Detente -murmuro, pero fue casi como un susurro. -No sigas por favor -la mire nuevamente. Estaba vulnerable.

Solté su brazo como si me quemara y retrocedí varios pasos. Mierda ¿Que había hecho? Yo no era así. Quise que alzara su rostro para poder verlo, pero nada. No lo hizo. Cuando quise acercarme ella se dio la media vuelta y se marchó perdiéndose entre las personas.

Lleve mis manos al cabello sintiéndome frustrado. Quise gritar al darme cuenta que la había vuelto a lastimar, herir. Estaba enojado conmigo mismo, ella no tenía la culpa de que sintiera algo.

De que podría estar enamorado y no lograba a comprender como había sucedido.

Jodidamemte no.





 

2 de agosto, 2015

Bradley

Bajé de la camioneta y cerré despacio la puerta. Tenía resaca. Quizás fue mala idea haber bebido entre semana y peor cuando me tocaba clases. Camine por los pasillos hasta llegar al salón que me tocaba. Cerré los ojos, rogaba que las horas pasaran rápido.

Nuevamente bostece, mire la hora. Agradecí que solo faltara dos minutos para que se acabara las clases. Cuando sonó el timbre cogí mis libros y me fui rumbo a la cafetería. Necesitaba un café muy cargado. Hice una mueca al darme cuenta que estaba casi todas las mesas ocupadas. Suspire mientras me sentaba en la mesa del fondo que por suerte estaba desocupada.

Cerré los ojos mientras esperaba que me vengan atender. Cuando creí que podría entrar a mi primer sueño escuche el sonido de unas sillas moviéndose. Alce mi cabeza para ver quién era. Era la mesaba que justamente estaba al frente de mí.

-Hable con Elliot -dijo el sujeto fornido que se acomodaba en su asiente. Parecía que recién llegaba. -A que no adivinas —se río entre dientes. — ¿Te recuerdas que siempre bromeaba sobre que hacia videos acerca de Seth y Lottie? -pregunto hacia el otro. Este asintió -Pues no bromeaba, si tiene videos -rio

- ¿En serio Dylan? -parecía sorprendido mirando hacia el otro sujete que se hacía llamar Dylan. El camarero se acercó a tomar mi orden y la de ellos.

Me encogí de hombros no era cotilla por estar escuchando conversaciones ajenas, pero no tenía nada más que hacer.

-Así es Blake. -asintió -Tiene videos hasta donde Seth le confiesa que está enamorado de Lottie -afirmo. Me quede pensativo ¿De dónde me resultaban familiar esos dos nombres? Seth y Lottie - ¿Él en este momento está en Liverpool? -pregunto hacia Blake.

-Sí, está haciendo algunos papeleos en Liverpool y en Manchester para venirse a vivir aquí de nuevo con Marie. Viene esta semana -respondió suspirando - ¿Has visto a Lottie? Quise visitarla, pero me dijeron que ya no vive ahí.

-No, no la he visto sinceramente -se pasó las manos por el cabello -Según lo que me dijo Elliot cuando estuvo aquí en Londres recientemente. Me informó que está viviendo con un primo -miro la hora -Llegamos tarde, vámonos. Ya estarán todos -saco dinero dejándolo en la mesa junto con la comida que habían ordenado.

Negué con la cabeza, otra persona con problemas familiares. Primero el primo de Colton, Charlie y ahora ella, la tal Lottie. Pareciera que todos tienen problemas familiares hoy en día y siempre se van a vivir con los primos.




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