Tormenta Black

XXII

15 de agosto, 2015

Charlotte

Me sentía tan ansiosa, no quería hacer ningún desastre que los pueda afectar a los que me rodean. Tenía miedo de decepcionar a Elliot.

Peine mi cabello nuevamente. Negué con la cabeza, mejor utilizaría una coleta alta. Si, será la mejor opción.

Observe mi reflejo a través del espejo. Me era un poco raro estar haciendo esto de nuevo. Estaba arreglándome, parecía la misma chica de hace tres o cuatro años.

¿Tanto he cambiado?

Simplemente era un cascaron de lo que un día fui. Porque estaba completamente segura que la del reflejo no era yo.

Yo estaba completamente rota.

Mis ojeras estaban ocultas por el leve maquillaje que tenía puesto. Y mi rostro pálido estaba cubierto con leve rastro de rubor. Y ni mencionar la ropa. Esta no era yo. Definitivamente no lo era.

Solté un suspiro dándome por vencida. Siempre me voy a torturar, me voy a castigar. Lo hacía sin poder evitarlo.

Sacudí mi cabeza despejando mis pensamientos. No era el momento de ponerme a reflexionar sobre mi vida. No en este momento.

- ¿Estas listas? -pregunto Colton apareciendo recargándose en el marco de la puerta. Restregué mis manos en mi regazo.

-Sí creo -murmure nerviosa mirándome por última vez en el espejo.

Observe mi atuendo. Estaba con un jean blanco combinado con una blusa rosa pastel. Miré a mi cama y cogí mi suéter de lana de color blanco para colocarme.

-Venga -me animo -Ellos esperan por nosotros. Esperan por ti

Asentí sin decir nada y salí de la habitación seguida de él. Cogí las llaves del coche y abrí el garaje. Me subí y esperé que el hiciera lo mismo.

Su móvil comienzo a sonar haciéndolo sobresaltar. Lo mire con el rabillo del ojo.

- ¿Qué pasa? -Pregunto con el ceño fruncido -Estoy ocupado Bradley -dijo. Alce las cejas, no podía ser el mismo imbecil que yo conozco. -Después hablamos -corto la llamada volviendo a guardar el móvil.

- ¿Todo bien? -pregunte mientras conducía.

-No, nada importante -respondió. Asentí.

En el reste del camino nadie dijo nada, no era un silencio incómodo. Solo era silencio. Cogí aire cuando pude ver su casa. Me estacione lentamente sintiendo mi corazón latir mil por hora.

Me quede en el auto apretando fuertemente el volante. Había llegado, estaba aquí. Entrar nuevamente ahí me dejaba un sin fin de emociones.

La última vez que estuve aquí fue hace unas semanas en compañía de Colton y Elliot. Ahora estaba Marie.

Sin dudas una tormenta de emociones se desataba dentro de mí. Aun no puedo creerlo. Ellos regresaron. Están aquí. Trato de disimular mi felicidad, pero falle. Estoy feliz tanto qué ciento un nudo en la garganta. Tanto que quisiera llorar y por primera vez en tanto tiempo esas serian lágrimas de felicidad.

Ya no estaba tan sola.

Ellos comprendían mi dolor.

Cogiendo un profundo respiro baje del auto y con pequeños pasos me acerco a la casa de Elliot. Estoy eufórica al saber que ellos están aquí. También tengo una contradicción de emociones, pero me limito a ver lo positiva hoy. Nada de tristezas.

No era día de llorar.

Siento que alguien me apreto mi hombro en señal de apoyo. Colton. Él está aquí conmigo, sosteniéndome. Respiro profundo antes de tocar suavemente la puerta.

Cerré los ojos al escuchar pasos acercarse.

Apreté mis labios cuando sentí mis ojos picar. Contuve el aire cuando la puerta fue abierta.

Era como verlo a él.

-Mi niña -su mirada cálida era la misma.

-Marie -susurre.

Y sin esperar más tiempo me lance a sus brazos para no quebrarme. Para no romperme. Pero no pude evitar sollozar como cual niña que buscara consuelo por haberse lastimado. Sus brazos me rodearon permitiéndome llorar.

Queriendo liberar mi alma.

-Calma, tranquila -sus manos posaron mi espalda consolándome.

-Me perdí -susurre con la voz quebrada -Estoy tan perdida.

Ella solo me miro para luego negar con la cabeza en el mismo momento que aparece Elliot atrás de ella. Él me sonríe con los ojos rojos.

-Es momento de recuperar el tiempo perdido Lottie -dijo suavemente.

Sonreí aun con lágrimas en los ojos antes de asentir e ingresar a la casa que contenía tantos recuerdos.

Recuerdos que me quemaban por dentro.







 

18 de agosto, 2015

Charlotte

Revise el móvil para ver si tenia algún mensaje o llamada de parte de mi hermano, pero nada. Me encogí de hombros y coloque una pequeña cadena en mi coello.

Me puse la chaqueta cuando escuché que Colton me estaba llamando avisándome que Elliot había llegado. Eran las nueve de la noche e íbamos a tomarnos unas bebidas en un bar al que algunas veces frecuentaba.

- ¿Qué tal me veo? -pregunte nerviosa mirando mi atuendo.

-Estas muy linda -sonrió Colton -Anda, ve diviértete.

Sonreí negando con la cabeza saliendo del departamento. Rápidamente divise el auto de Elliot. Toque la ventanilla avisándole de mi presencia. Él sonrió saliendo del auto

-Esta noche estás haciendo competencia con la luna. Tanta belleza me está dando envidia -comentó abriéndome la puerta para que subiera.

Solté una carcajada por sus ocurrencias. Se montó al auto y nos llevó al bar. En el trayecto él se encargó de mantenerme con una sonrisa.

-Busca una mesa preciosa -dijo mientras me soltaba de su abrazo una vez que entramos -Iré a buscar unas bebidas -asentí.

Busqué con la mirada una mesa y encontré una cercana a la barra. Desde aquí podía ver a Elliot perfectamente. Mientras los esperaba tararee la música - Lo mejor que no estaba tan alta -que estaba sonando en este momento. Era The fray.

You can never say never while we don't know it




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