Tormenta Black

XXXII

3 de octubre, 2015

Charlotte

Hoy era el día en que se abrían las inscripciones para el campeonato. Podía sentir mi cuerpo rígido lleno de tensión, como si esperara que algo malo ocurriese.

Restregué mis manos en mi pantalón antes de volver a sujetar mi cabello en una coleta alta. Estaba nerviosa.

Pude sentir como Elliot agarraba mi mano y me daba un apretón queriéndome transmitir apoyo y fortaleza. Trague saliva, cuando la fila avanzo. Sólo faltaba tres personas para que pudiera al fin hacer mi papeleo para estar dentro del torneo.

Cogí un fuerte respiro antes de ir directo hacia las encargadas cuando toco mi turno.

-Nombre y apellido -dijo la mujer vestida con el logo que patrocinaba la competición.

-Charlotte -murmure. La mujer volvió a repetir las palabras, como si no me hubiera escuchado. Hice una mueca y me aclare la garganta -Charlotte Black -al terminar de decir quién era, esta levanto de inmediato la cabeza que hizo llamar la atención de sus compañeras.

- ¿Tormenta Black? -pregunto con duda. Asentí, apretando los labios. Pude observar como todos los que estaban a mi alrededor abrían sus ojos más de lo debido. Realmente no esperaban que regresara.

-Uhm... ¿Me podrías dar mi papeleta de inscripción para poder firmarla? -la mire con el cejo fruncido por tanta atención que había recibido. Ella asintió sonrojada entregándome lo que le había pedido.

Me sentí mareada, relamí mis labios. Solo faltaba mi firma para que este papel se haga valido. Para que quede inscrita en el torneo de boxeo. Aun sintiendo mi pulso inestable, agarre el esfero que me tendieron y firme rápidamente antes que pudiera arrepentirme.

Lo hice.

Jodidamente lo hice.

-Estas son las bases del torneo -tomo el papel que acabe de firmar, dándome otro -Cualquier duda que tengas puedes acercarte y nosotros la resolveremos -me brindo una sonrisa cálida. Asentí sin prestarle atención haciéndome a un lado de la fila para que pudiera continuar.

-No debería sentirse así -revolví mi cabello con aflicción.

- ¿A qué te refieres? -me pregunto sin entender mi ahora entrenador oficialmente.

-Siento que estoy haciendo cada vez más profunda la herida.

Cuando iba a volver hablar escuche un grito muy conocido que me hizo desconcertar y olvidar un momento de lo que me estaba causando desconsuelo. Busque entre el tumulto de gente el dueño de aquella voz, pero no la encontraba.

¿Habrá ha sido imaginaciones mías?

- ¡Charlie! -exclamo James haciéndose paso entre la gente seguido de Colton. Fruncí el ceño más descolocada, no entendía nada de esta situación.

Mi recién aparecido amigo ni medio llego hacia mí me estrecho entre sus brazos. A duras penas podía respirar a la vez que pude devolver el abrazo observando a Elliot mirar todo lo que acababa de pasar perplejo.

Estaba confundido, y no podía ocultarlo. Es decir, no sabía de dónde había aoarecieo mi amigo que me abrazaba con demasiada familiaridad.

-También te extrañé -sonreí. Escuche el carraspeo de Colton llamando nuestra atención. Bufé, que impaciente -Te presento a alguien muy importante en mi vida -me gire hacia el -James él es Elliot. -tomé un respiro profundo - Elliot Price -pude observar como abría un poco más los ojos disimulando su sorpresa.

-Un gusto -estrecho la mano de mi amigo. No pude contener una pequeña sonrisa.

Que Elliot conociera a James era algo grandioso. Porque a pesar de que era mi amigo lo consideraba como mi hermano, en poco tiempo de nuestra amistad ya me aguantado mucho.

-Tenemos mucho que hacer -comentó mi primo observando el ring que estaba cerca de nosotros.

Si no me equivocaba, en este lugar se realizarían las primeras peleas. A medida que el campeonato se desarrollara, sabían cambiar de sitio. Era una suerte que conociera a derecho y al revés estas instalaciones.

-Esperen un momento -los detuve cuando estaban comenzado a dialogar entre ellos - ¿De dónde conoces a mi amigo? -pregunté hacia Colton. El me miró con esa mirada de sabiondo que me hizo querer golpearlo. Rodé los ojos.

-Pues querida prima -paso sus brazos por mis hombros -Este charlatán que vez aquí
-sonrió burlonamente a James -Es mi amigo desde hace años
-Alce mis cejas con sorpresa no esperando aquella respuesta. Hice una mueca, mi expresión se asombró al parecer les causó gracias. Se estaban riendo en mi cara.

Puse los ojos en blanco y caminé hacia la salida del edificio con ellos de tras siguiéndome. Pude notar que algunas personas me observaban mientras murmuraban entre ellas. Solté un suspiro cansado, este solo era el comienzo de lo que tenía que pasar en todo el torno. Una vez afuera de este, Elliot propuso ir a un restaurante para tratar todo sobre mi entrenamiento. Me encogí de hombros dándome igual donde habláramos de eso.

Como nadie más que no sea yo había traído coche nos fuimos en el mío. Encendí la radio y me deslicé por las calles frías de la ciudad. Por el rabillo del ojo observe a Elliot mirar hacia la ventana, él estaba sentado en el asiento de copiloto. Mi primo y mi amigo estaban en la parte de atrás. Moví los dedos hacia mi guantera para buscar un cigarrillo, rasqué mi cuello al no encontrar nada. Estaba segura que había colocado un paquete de tabacos ayer por la tarde.

Miré por el espejo retrovisor donde logré observar la sonrisa divertida de Colton, haciéndome saber que él era el responsable de mi decomiso de cigarrillos. Abrí la boca indignada cuando me sacó la lengua infantilmente.

Idiota

Mientras conducía tarareaba cualquier canción que pasaban por la radio. Como nadie me había dicho a qué sitio, escogí el lugar donde comeríamos. Al menos de diez minutos me tarde en llegar a un local de comida italiana, quería variar un poco.

Cada uno fue descendiendo del auto, cuando recibo una llamada sin identificar. Ladeé mi cabeza y les hice una seña para que avanzarán. Ellos un poco renuentes lo hicieron dándome una última mirada mientras entraban al restaurante.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.