Tormenta Black

XLIII

31 de enero, 2016.

Charlotte

Mordi fuertemente el labio tratando de aguantar el grito de dolor. Cerré y abri los ojos rápidamente liberando las lágrimas que no logré retener.

Trague saliva y por las últimas esquive el golpe que podría haberme noqueado. Jadee sin aire, tratandome de recuperarme aunque sea un poco.

En la esquina del ring Elliot pidió tiempo fuera, me alegre cuando sonó la campana. Me tambalie un poco cuando camine hacia el. Me tire al banquillo cuando lo tuve en la vista. Dejé caer mi cabeza contra las cuerdas y respire sonoramente.

—Estas muy lastimada Charlie —dijo Elliot pasando una botella de agua con un pequeño balde para que enjuagara mi boca.

Me quite el protector bucal e hice algunas bucaradas de agua quitándome el sabor metálico. Mi entrenador por su parte comenzó a limpiarme las heridas, apreté los puños sintiendo el ardor.

—Puedes ajustar de nuevo mi venda del hombro —murmure casi sin fuerzas. —Toco mi lesión.

Aplicó la pomada y masajio unas cuantas veces antes de envolverme el hombro. De nuevo sentí que se me estaba adormeciendo.

—No creo que puedas soportar otro golpe.

—Lo sé. Estoy muy consciente de ello.

—Me duele verte de esa manera, tan lastimada. .

—No te preocupes demasiado . —dije simple. —Voy hacerla cansar hasta que se acabe el tiempo.

—Ese es tu plan inicial.

—Si —acepte riendo con él. —No voy a perder, voy a llegar a las finales y ganaré este jodido campeonato.

—Me gusta esa actitud —la campana volvió a sonar. La pelea continuaba.

Me volví a poner el protector bucal y camine decidida. No perderé, no lo haré.

Un poco más descansada y la energía ya recargada me lance sin previo aviso a ella. Ya no sentía nada, todo mi cuerpo estaba entumecido. Podía golpearla de nuevo sin sentir dolor.

***





 

Me queje por décima vez cuando sentí un poco de ardor en mi labio mientras me lo curaba Travis que ahora se creía enfermero.

—No creo que sea necesario que me acompañen en cada combate que tenga, no es que vaya a morir o algo por el estilo. —rodé los ojos escuchando el bufido de Dylan que estaba encargandose de mi hombro.

—Deja de ser hacerte la fuerte niña tonta. —me pego en la frente Blake. Levante mi mirada hacia él escuchándolo atentamente sin decir ninguna palabra. —Estamos aquí por queremos apoyarte en toda este camino que estás emprendiendo.

—No estarás sola. —se unió Aiden a la conversa.

—Nunca más. —completo Elliot entrando al vestuario con una bandeja que tenía algunas bebidas y sandwiches.

Negué con la cabeza y no volví a prostetar. Deje pasar el tiempo, aunque no lo hacía cada vez que me encontraba con ellos. Todo se detenía cuando se estaba con la familia.

La familia que se forma a través de los años.

Sonreí por las broma que le estaban haciendo a Max que se habia quedado dormido. Tendría que sacar el celular para no perder ese momento.

Una vez que me terminaron de curar, recogieron todos mis cosas y las guardaron en la maleta negra que tenia de entrenamiento. Aún sin levantar a nuestro amigo, la puerta se abrió dejando nos ver a Drew y a Noah a travesando esta.

—Ya despejados la otra salida —dijo mi hermano. —Podemos salir con tranquilidad.

—Si, estaban un poco locos para poder verte Charlie.

Resople, la gente aún seguía un poco intensa cada vez que me presentaba por estos lugares. Querían saber la razón porque volví al boxeo después de dos años. Y ahora más que algunos notaron la lesión que tenía.

Me coloque la ramera por encima de mi top deportivo y me dispuse agarrar la mochila. Mi mano fue suavemente golpeada por otro que agarro la maleta y la colgó en su hombro. Colton.

Alce una ceja y el solo me saco la lengua burlón mientras se giraba y se unía a los demás. Me sujete el cabello en una coleta alta y salí de la habitación seguida también de los otros.

— ¿Donde vamos almorzar? —pregunto Travis desbloqueando su coche.

—En mi casa —respondió Elliot. —Mamá nos tiene preparado un gran festín.

Todos sonreímos, era como si fueran los viejos tiempo que íbamos a su casa después de cada pelea a su casa a festejar. Suspiré, como anhelaba volver a esos tiempo.

— Alguien conoce al tipo que está arrimado al auto de Lottie. —Blake estaba con el ceño fruncido. Todos se pusieron en modo guardaespaldas rodeandome. —No me sorprenderia que aparecía un acosador. —Alce la mirada para ver por quién se hacía tanto relajó.

—James, pensé que no vendrías —me acerque a saludarlo. Y como si necesitará protección todos caminaron y se colocaron atras de mí.

Blanque los ojos, eran tan exagerados.

—Estuve durante toda la pelea, pero no me acerque para no distraerte. —se encogió de hombros. —Hola a todos —saludos a lo que se creían mis guardaespaldas.

— ¿Es tu amigo? —lo analizo Dyaln de arriba hacia abajo tratando de intimidarlo.

—Si, es mi amigo. No lo molesten

—Y también el mió —añadió mi primo avanzando hacia James. —Pensé que vendrías con tu hermano.

—No, quedó con mi mamá para acompañarla hacer algunos mandados. —explicó.

—Entiendo. —asintió. Colton se giro hacia los demás. — ¿Entonces vamos almorzar o no? Porque a Marie nos regañara por hacerla esperar con la comida.

—Mierda, tiene razón —se asusto Aiden.

—Bueno, tu ¿James, no? —lo Elliot abriendo la puerta de su coche, yo iría con el. —Si te vas a unir, hazlo ahora. En la comida te interrogaremos sin prisa alguna. —reí afirmando eso y le hice una señal para que se subiera a mi auto que utilizaba Colton.

—Mis padres también se unirán al almuerzo —añadió Blake encendiendo su coche y emprendiendo el camino hacia el hogar de Marie.

Como si todos estuviéramos sincronizados, prendimos los autos y alcanzamos a Blake que estaba ya por el semaforo.




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