Tormenta Black

Cristal EXTRA #1

Charlotte

 


Bostecé tratando de mantenerle despierta, pero me era un poco complicado. Desde que me había enterado de que estaba embarazada solo pasaba durmiendo.

—No retengas el sueño bella durmiente. —dijo Blake. Lo mire mal y le di un golpe en el brazo. Lo escuche quejarse y sonreí con satisfacción.

Apenas eran las siete de la noche y no quería ir a dormir porque todos estaban aquí. Nos habían venido a visitar al departamento donde vivía desde hace unos meses con Seth. Solo el y yo.

— ¿Y cuando te toca la otra consulta con tu doctora? —pregunto Aiden mirando mi casi abultado abdomen. Tenía casi cinco meses y apenas se me nota la tripita.

—En dos semanas más. —respondí masajeando mi barriga. Ya quería tener a mi bebé en brazos, es el fruto del amor que nos sentiamos mi amado Seth y yo.

Sin darme cuenta cerré los ojos y me quedé dormida. Me era un poco difícil no hacerlo, soy una dormilona como todos me decían.

Me levante por el ruido, media adormilado camine hacia la cocina donde los encontré a todos. Ya había llegado mi novio y Dylan con la comida. Sonreí, y me acerque abrazarlo por la espalda. Jamás me cansaría de estar a su lado. Ese es lugar al que pertenecía.

—Ojitos se levantó. —dijo Max a darse cuenta de lo presencia. Rodé los ojos.

—Mi Lottie. —mi amado Seth me beso en los labios para luego hacerme sentar. El es muy cuidadoso y protector conmigo, aunque ahora lo era más desde que estaba embarazada.

No me molestaba en lo absoluto, quería hacerlo feliz y si hacerlo feliz era cuidarme pues yo no me opondria.

Todos comimos entre risas disfrutando el momento. No me cansaba de estos momentos donde todos éramos felices.

—Y si vamos un rato al bar. —propuso Noah. Todos lo miraron mal para luego darle un vistazo rápido. Reí.

—Por mi esta bien. —me encogió de hombros.

— ¿Estás segura? —me pregunto mi novia mirándole atentamente. — ¿No te sientas cansada? ¿No tienes nada de sueño? ¿Estás segura? —sonreí acariciando su rostro al escucharlo bombardearme con preguntas.

—Si, vamos un rato.

—Esta bien... —respondió mirándome no muy seguro. Besé sus labios.

—Ya que Charlie lo aprobó es hora de ir a mover el cuerpo. —hablo Blake carcajeandose. —Llamare a Elliot para que nos alcance ahí.

Tenía razón en lo que había dicho. Hace tiempo que nadie se iba a un bar, no para divertirse como lo hacía antes. Todos eran muy disciplinados, pero le gustaba divertirse de vez en cuando lo que ahora ya no hacen.

Aunque Seth me cuidaba, ellos también lo hacen. De alguna apoyan a mi novio de la manera en que pueden y están con el cuando más lo necesita así como mi amado Seth lo hace.

Todos estaban pendientes de mi desde que salí de mi coma ya hace casi cuatro años. Y cuidando de Seth para que no se sobrepase y descanse adecuadamente. Todos nos cuidaban y estaba muy agradecido con ellos.

Subí a la habitación u me cambie. Me puse unos leggins de embarazada que parecían jeans junto con un suéter de lana rosa. No quería usra tacones, me hacían doler mucha más piernas. Me Coloque unos tenis. No quería que mi bebé estuviera incómodo. Mi novio entro me observo por un molento y fue hacia la cajonera y sacó un gorrito de lana.

— Para que no te enfermes. —sonreí y lo abrace.

Estaba muy enamorada de él, no había ningún momento en que no quisiera pasar a su lado. El es mi hogar.

—Te amo. —dije mirándolo a los ojos brillosamente.

—Y yo a ti mi pequeña Lottie. —enteraré mi cabeza en su pecho. Cerré los ojos, esto sí que es lo mejor que pudiera tener.

El.

—Venga vamos. —dijo mi hermano rompiendo el momento. Reí cuando escuche el gruñido de lo novio.

Me despegue de él y salimos de la habitación. Cada uno cogió las llaves de su coche y partimos a nuestro destino.

Nuestro hogar no es tan alejado del sitio donde iríamos.

Baje del coche con ayuda de Dylan que abrió la puerta de mi asiento. Entramos a lugar sin hacer fila, todos nos conocían y más cuando Jorge es el dueño del local.

Busque una mesa grande nos todos pudiéramos estar. Encontré una al costado de la barra, un poco alejada de la pista, pero no oculta. Me gustó y fue directo asentarme.

—Voy a la barra, que quieren beber. —dijo Travis.

—Solo una botella de Whisky y un jugo de mango. —dijo Aiden mirándolos, todos a sintieron de acuerdo con el. Sonreí segado con la cabeza.

—Yo te acompaño. —dijo mi novio siguiendo a su amigo. —No me demoro amor. —me viso besando mis labios. Asentí.

—Yo igual. —Dylan y Max se levantaron tras de Travis para ayudarlo con las bebidas.

Observe como se alejaban hacia la barra. Los podía ver perfectamente desde donde estaba.

—Yo voy al baño. —se levantó Noah y Aiden. Me encogí de hombros, esperaba que no hubiera una fila porque la pasarían mal. Habían tomado demasiado refrescos en casa.

Un chico que entrenaba en el local de Jorge se acerco para hablar con Blake. Este se disculpo y se levantó prometiendo volver rápido.

—Voy a ver porqué se demoran. —dijo mi hermano. —No vayas aceptar ningún bebida de ningún extraño. —alce una ceja.

—Si, lo que digas. —rodé los ojos y lo vi perderse entre la gente.

Observe todo a mi alrededor, la barra estaba llena de gente y supuse que se demoraría un poco en regresar. No quería pensar como estaría la fila de los baños, pobres. Seguro que ya se les estaría saliendo el relleno a mis amigos.

Reí al pensar eso. Sería muy gracioso si eso pasará aunque no para ellos.

Luego de un rato sentí a alguien sentarse a lado mío. Pensé que era algunos de mis amigos, pero me equivoque. Abrí los ojos sorprendida.

—Un gusto volver a verte. —dijo con cinismo. Estaba tan sorprendida que no sabía cómo reaccionar.

—Bradley... —susurre con un poco de temor. El estaba un poco tomado.




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