Tormento

3

Ahora todos estaban despiertos. Ela le había pedido a la rubia que no dijera nada de lo que sabía. Desde sus llantos nocturnos hasta la curación casi instantánea de su herida. A lo cual ella había aceptado de inmediato. Quería mantenerla feliz, no solo por la muerte de Levi, sino porque ella la quería.

— No podremos estar en este lugar mucho tiempo — comenzó Ryder colocándose la bota izquierda — Saben que estamos a la redonda y no tardaran mucho en encontrarnos con su tecnología.

El chico estaba realmente preocupado; sabía que con la muerte de Levi les daba paso a la gente del búnker buscara matarlos a todos para acabar con el problema de una vez por todas. No tenían muchas oportunidades contra ellos, pero si los iban matando eso les ayudaba.

Piper sorbió por su nariz y acomodó su cabello largo y liso — ¿A dónde iremos? Nos siguen faltando muchos niveles para poder salir por completo de este sitio. No podremos vivir eternamente en el sub. 5.

— ¿Volveremos a vagar sin rumbos hasta que tú y Ela se vuelvan a desmayar? — Daren negó despacio con la cabeza — Yo creo que no.

Ela suspiró desde el suelo de la habitación, no sabía que hacer pero tampoco quería que los demás se dieran cuenta de lo débil que estaba en esos momentos. Quería ser fuerte para que ellos lo fueran. Cerró los ojos unos segundos buscando una solución dentro de su cabeza, y aunque una no muy sólida apareció no dudó en aprovecharla.

— No conocemos mucho en nivel 4, y ni siquiera sabemos dónde están las escaleras más cercanas. —Comenzó la ojiazul— Puedo volver a hablar con Byron para que nos guíe y así...

— Es una trampa —interrumpió Daren.

— ¿Disculpa? ¿Quién comió, y durmió en un lugar decente gracias a Byron? Exacto, nosotros. No me vengas a decir que es una trampa, porque estoy segura de que no lo es —respondió tajante la chica.

— Quiere ganarse nuestra confianza —contestó de nuevo.

— No te pido que confíes en él, confía en mí. —Daren se recargó en la pared, chocando su pie en esta.

— Si otro de nosotros muere te lo voy a recalcar para el resto de tu vida.

* * *

Sus ojos verdes analizaron por completo el lugar, el cual era una habitación de las mismas dimensiones que tenía antes de escaparse con los demás. Cuando analizó por completo la habitación se dio cuenta que en realidad era la suya. La cual seguía oliendo a libros viejos y ese extraño olor a lavanda que le gustaba tanto.

Todo estaba tal y como lo había dejado. Y casi sin pensarlo, buscó con rapidez la nota que había escrito antes de irse por todos lados de su cama. Pero la nota amarilla ya no estaba.

— ¿Dónde está? — se preguntó en voz baja.

— Creí que tendrías más que decir. — Hart entró a la habitación justo en el momento donde lanzó la carta justo en las piernas de Levi y prosiguió — Con eso de que eres un brillante escritor.

Levi tomó la nota entre sus dedos y con cuidado la desdobló para leer el contenido que ya tenía memorizado.

"Hasta nunca, idiotas"

— ¿No se te ocurrió otra cosa? — Inquirió Hart molesto — ¿Después de todo lo qué te dimos?

Levi sabía con quién hablaba, no era tonto. Sabía que si se comenzaba a poner irritante con el jefe en turno saldría de una manera peor a la que ya estaba. No podía decirle lo que pensaba, y no sabía si sus poderes funcionaban ya.

— ¿No vas a responder? — El hombre tomó la silla del escritorio del chico y se sentó en ella justo frente al chico — Así no te educamos Levi. ¿Qué diría tu madre de tu comportamiento?

— ¿Por qué meter a Wanda en esto? — Hart sonrió.

No sabía qué hacer para poder obtener el paradero de los chicos sin tener que recurrir a la violencia. Quería hacer eso de su propia mano, no había volado desde Inglaterra para sólo ver como un montón de monos hacían mal su trabajo. Hasta que una idea llegó a su cabeza.

Sacó de la bolsa izquierda de su pantalón una hoja blanca y con la pluma que reposaba en la bolsa de su camisa y escribió "Wanda" rompiendo un poco el papel al no hacerlo en una superficie plana. Dobló el papel con mucho cuidado y lo metió de nuevo entro de su pantalón.

— ¿Dónde está Ela? — preguntó el chico de ojos verdes. El hombre se levantó de la silla y la colocó en su lugar con torpeza.

— En su habitación. — Contestó con seguridad— Lleva ahí toda la mañana, como tú en tu habitación.

Lo cierto era que habían matado a Sky justo después de dormir a Levi cuando ambos ya estaban alimentados. No querían y no iban a usarla más, ¿Para qué tener a un ser inútil en el búnker solo quitando el preciado oxígeno? Solo era desperdicio de espacio.

— No la escucho — murmuró Levi preocupado.



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En el texto hay: escape, secretos, poderes

Editado: 17.12.2018

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