Capítulo II

-Travis muévete que nuestros padres ya nos deben estar esperando- le dije a mi hermano, estaba emocionado por volver, por ver a mi familia, por regresar a Azaurus, y  estaba mucho más emocionado por volverla a ver a ella.

-Estoy comprando un jodido café- me dijo Travis- ¿puedes calmarte? - me pidió- hasta acá puedo sentir tus nervios.

- Como si tú no estuvieras igual que él, idiota - le dijo Tyler, nuestro mejor amigo, y futuro beta de nuestra manada.

-Por lo menos a mí no está punto de darme un ataque al corazón- le dijo Travis- trato al menos de disimularlo.

- ¿Y cómo te está resultando? -le pregunto con sarcasmo Samantha- porque jamás bebes café y hoy precisamente estas tomando una enorme taza.

-Cállense ya, que ya debieron llegar por nosotros- dijo Lucia, todos asentimos y la empezamos a seguir hacia la puerta del aeropuerto.

-Chicos- escuchamos el grito de nuestra madre- por acá- dijo ella feliz agitando sus manos, solté mis cosas y junto con mi hermano corrimos a abrazarla, habían pasado muchísimos años desde que la vimos, la última vez que fueron a visitarnos a Francia fue hace 5 años.

Mi hermano y yo la llenamos de abrazos y besos, ya no teníamos 15 años, ya teníamos suficiente fuerza para alzar a nuestra madre y darle abrazos fuertes como ella se lo merecía.

-Bájenme ya- dijo ella riendo, detrás de ella nuestro imponente y respetado padre nos sonreía.

-Mis muchachos como están de grandes- dijo papá abrazándonos y palmeando nuestra espalda.

- ¿Y a nosotros no piensan saludarnos? - dijo Tyler detrás de nosotros.

-Hermanitos- dijo mamá llenándolos de besos y cariños, ellos en particular se habían criado distantes y las muestras de cariño no eran muy comunes en ellos,  con su familia, era un caso muy distinto.

-Muchachos que alegría verlos- dijo nuestro padre acercándose.

- ¿Quieren comer algo? - dijo mi madre nerviosa- antes de que lleguemos a casa- todos negamos, estábamos emocionados por llegar ya y ver a toda la familia.

-No mamá- dijo Travis- queremos verlos a todos ya- dijo mi hermano emocionado.

-Está bien- sonrió nerviosa-  vámonos- dijo mirando a mi padre que encogió sus hombros despreocupado, de camino al auto nos contaron todo lo que en estos últimos años había pasado, omitiendo el tema que más nos interesaba, Cassandra y nuestra prima Samara, durante todo el recorrido nos mostraron fotos de cómo estaba todo en casa.

- ¿Cómo están Andrea y Samara? - pregunto Tyler mirando fijamente a Johanna, todos guardamos silencio y la miramos fijamente, la tensión que provoco la pregunta de mi mejor amigo fue abrumante.

-Es mejor que cambiemos de tema- dijo mi padre concentrado en la carretera, sé que le afectaba muchísimo lo que Samantha, Lucia, Tyler y nosotros le hicimos a nuestra primita Samara.

-Cariño es mejor que se mantengan lejos de las muchachas- dijo mi madre mirando a las gemelas y a Tyler.

- ¿Por qué haríamos eso? - pregunto Samantha arqueando su ceja- Samara y Andrea deben estar grandes y debieron superarlo hace mucho- dijo ella- solo éramos unos niños, no es como si hubiéramos cometido un crimen.

-Si no quieres problemas con tu hermana mayor mejor guárdate esos comentarios- dijo mi padre enojado mirando a Samantha, ella palideció ante la mención de Cassandra, su hermana mayor.

-Es mejor que nos evitemos problemas nena- le dijo nerviosa Johanna y ella asintió pasando saliva.

- ¿Por qué tenemos que obedecerle a Cassandra? - dijo Lucia enojada- ella no es nadie para decidir si nos acercamos a ellas o no- dijo ella, en el fondo sé que era su orgullo hablando, ella respetaba muchísimo a su hermana.

- ¿Quieres vivir? - le pregunto mi padre enojado- si quieres seguir conservando tu vida cállate la boca y aléjate de mi sobrina y su amiga- dijo- tu hermana no dudaría en despellejarte te lo aseguro- dijo él, Lucia se puso pálida y se calló.

- ¿Cassie como esta? - pregunte, mis padres se miraron y la tensión se incrementó en el auto- ¿ella está bien? - les pregunte al ver como ninguno contestaba.

-Ella está bien- dijo mi madre sonriendo nerviosa, durante todo el camino nadie más inmuto palabra, y un incómodo silencio se posó entre nosotros, al cruzar el portal de Azaurus, los nervios nuevamente se hicieron presentes en mi sistema como si fueran un monstruo.

- ¿Por qué crees que nuestros padres estén tan nerviosos? - me pregunto Travis por nuestro vinculo mental.

-No tengo ni la menor idea hermano- le dije en un susurro-  nada bueno debe ser- le dije zanjando el tema de conversación, cuando la camioneta se detuvo frente a la mansión de la manada, toda la familia salió a recibirnos.

En los jardines de la mansión estaban todos bebiendo y charlando animadamente, era una fiesta de bienvenida espectacular, al bajar del auto, mi abuelo Trevor se acercó a saludarnos.

-Mis muchachos como están de grandes- dijo él abrazándonos y palmeando nuestra espalda, detrás de nosotros se bajaron Samantha y Lucia que saltaron a los brazos de su padre emocionadas- mis pequeñas niñas- dijo besando sus frentes- vayan a saludar a su madre- les dijo y ellas corrieron por el jardín buscando a la abuela.