-Anda dulce Melody déjame terminar de vestirte- dije divertida tratando de vestir a la niña, ella solo pataleo con fuerza soltando varias carcajadas- tenemos que visitar a tu madre jovencita- dije suspirando con agotamiento, mi espalda dolía horrores y por primera vez en mi vida había comprendido a mi mejor amiga cuando juro que no tendría mas hijos que a Travis y Connor.
-Acá están las señoritas- dijo Connor ingresando por el lugar, sentí como envolvió sus manos en mi cintura y las puso sobre mi abultado vientre de casi ocho meses, mis hijos debían nacer en el sexto mes, no obstante, mi cuerpo al no tener la fuerza para soportar su crecimiento, el tiempo se alargó, ya estamos en las últimas semanas de gestación y en cualquier momento me pondría en labor de parto- ¿Qué estás haciendo?
Hace tres meses había despertado de mi coma y pude volver acoplarme a la rutina, al principio fue difícil para mi adaptarme, todos estaban sorprendidos de que despertara y todo fue gracias a Elisa, esa dulce niña salvo mi vida dándome parte de su energía y curando todo lo que esa daga había dañado en mí; cuando desperté lo primero que hice fue preguntar por Travis y Connor, quería asegurarme que estaban bien, mi último recuerdo fue como los salve a ambos de aquel ataque.
El reencuentro fue casi de cuento, lloré todo lo que en mi larga vida no había llorado, por primera vez pude sentir todo el amor que mi familia me tenía, verlos a todos nuevamente me devolvió las ganas que tenia de recuperarme; estaba muy feliz por regresar a mi hogar y tener la oportunidad de vivir, sin embargo, no todo estaba tan bien como creí al despertar, la situación de mi mejor amiga me tenia con los pelos de punta, me preocupaba su estado mental y su salud.
Carter me aseguró que se estaba recuperando y que por ahora estaba en una casa en los bosques de los brujos, cuidada por nuestros padres adoptivos, me tranquilicé al saber eso, fue en ese momento cuando conocí a la pequeña Melody, quien se convirtió en dueña de mi corazón, la niña era linda y con carácter, muy similar a su madre.
-Estoy preparando a Melody- dije luego de disfrutar de sus caricias- iremos a ver a su madre- dije, sentí como Connor se puso tenso detrás mío, el tema con Johanna era mas complicado para los gemelos, ellos no soportaban estar alrededor de sus padres y por supuesto, ni Travis ni Connor han logrado perdonar a su madre después de lo sucedido- cariño no quiero discutir- me queje como una niña pequeña.
-Cassandra estas en tu último mes, en cualquier momento puedes entrar en labor de parto y- dijo suspirando y tratando de conservar la calma- no me hagas esa maldita cara- dijo él gruñendo, al ver cómo le sonreirá con ternura y me le acercaba para pasar mis brazos por sus hombros- no puedes manipularme de esa forma-dijo gruñendo sobre mis labios cuando le robe un cálido y apasionado beso.
-Te amo futuro esposo- dije dejando besos por toda su quijada, él cerro sus ojos con frustración, desde que me habían propuesto matrimonio con Travis, los manipulaba a mi antojo, como si ya no sufrieran con mis cambios de humor- ¿me llevaras cariño?, o ¿dejaras a tu prometida ir sola, con una bebe a un territorio lejano? - le pregunte, él gruño con fastidio por mi comportamiento.
-Agradece que llevas a mis hijos dentro- dijo tomándome de la cintura con más fuerza de la normal- o utilizaría ese comportamiento para encerrarte en la habitación y no dejarte salir hasta que creemos otro par de bebes- dijo como todo un lobo posesivo, mordí mi labio divertida de lograr mi cometido- arregla a la niña y te espero en el auto- dijo él sacando su móvil, para informarle a su hermano en donde estaríamos por si llegaba de su cacería.
Travis tenia un poco mas de trabajo de lo normal, desde que desperté me había negado a cazar, a trabajar o hacer cualquier cosa mas que cuidar de mis hijos, de Melody y descansar, durante el primer año de vida de mis hijos, me quedaría a su lado, trabajaría en el instituto para no perder práctica en el campo, y haría solo el trabajo de papeleo de Nightmare. Debido a mi decisión, que no le disgusto a nadie y mucho menos a los gemelos; Travis tuvo que hacerse cargo de mi trabajo como cazadora y el tiempo que pasaba en casa a veces era extremadamente limitado.
-Ya escuchaste a tu hermano pequeña, debemos apurarnos o no nos llevara- le dije a la niña que se dejo acicalar mucho mas tranquila, le puse uno de los vestidos favoritos de Johanna, esperaba que esta vez no se negara a vernos, desde que desperté no ha querido ver a Melody o a mí, se niega cada que viajo hasta al territorio- esperemos que tu madre quiera vernos hoy-tome la pequeña maleta con las cosas de la bebe, caminando con Melody en brazos hasta el estacionamiento.
No me iba a rendir con mi mejor amiga, habíamos estado juntas toda nuestra vida, y ahora no pensaba perderla por culpa de personas que ni siquiera estaban vivas para remediar su daño, iba a cada fin de semana a ver a Johanna y no perdía la esperanza de que Melody la pudiera ver, algunas veces Carter le mostraba videos a la niña de su madre o le traía prendas con su olor para que no sufriera tanto su distancia.
Al llegar al lugar pude ver a Connor recostado en su camioneta, esa era la de seguridad, la que siempre teníamos con las cosas del hospital por si sucedía algo fuera de casa, y en esa misma era donde siempre transportábamos a Melody; mi pareja estaba con su mirada pegada a su móvil, quizás hablaba con su hermano, quejándose de mi obstinación por ver a su madre.
#1204 en Fantasía
#192 en Magia
fantasia, amor tristeza y pasión, lobos _ angeles_ vampiros_cielo_infierno
Editado: 25.01.2021