Tortura a los 16

I

El invierno caía helado en la ciudad de Puebla, los niños corriendo y divirtiéndose en el patio de juegos esperando la indicación de la profesora para ingresar al aula de clases y así comenzar un nuevo día escolar.

Una emocionada y muy pequeña ojiverde se encontraba corriendo a toda velocidad con dirección a la escuela ya que como siempre llegaba tarde a clases y no podría soportar un castigo en su primer día de clases, ya que la profesora era experta en poner castigos bastante severos para unos niños de tan solo cinco años.

Llegó a tiempo gracias al cielo y se dirigió al mismo lugar en el que se había sentado desde que comenzó a asistir a esta escuela hace 2 años, sentarse al fondo para muchos significa una forma de perder el tiempo, pero para Gema significaba una nueva forma de ver las clases, ella podía manejar todo y estar mucho mas atenta de lo que sucedía todo el tiempo, era su forma de sentirse libre dentro de clases y aunque fuera la única que no tuviera compañero de banco eso la hacía feliz a pesar de no tener muchos amigos.

Todos los niños entraron acelerados al salón seguidos de su profesora la cual venia acompañada de un niño que Gema nunca había visto y la expresión en su cara y la banda que llevaba atada a su frente le despertaba bastante curiosidad.

─ ¡Buenos días niños! Tomen asiento por favor.

Todos obedecieron sin rechistar y estuvieron callados para recibir las indicaciones.

─Como se dieron cuenta hoy un nuevo estudiante se integra con nosotros y espero que lo reciban muy amablemente, ya que ser el nuevo es algo muy difícil. ¿Puedes presentarte? ─ Preguntó poniéndose a la altura del niño y este asintió algo temeroso.

─Hola, mi nombre es James Vallejo Nava, tengo cinco años y seré Hokague algún día─ Dijo emocionado levantando su brazo derecho.

Todos sus compañeros estallaron a carcajadas tachándolo de loco y menospreciando al pequeño azabache que solo quería hacer amigos.

─Tu nunca serás nada, eres tan pequeño que no podría defender ni a una mosca─ Los ojos del azabache se comenzaban a cristalizar ya que no comprendía por que lo estaban tratando así.

─ ¡Suficiente! ─ Intervino la profesora ─James siéntate en el lugar vacío del fondo, junto con Gema.

El pequeño azabache obedeció la orden de la profesora y se encaminó al lugar que le asignó.

─Hola soy Gema─ Exclamó la pequeña de ojos verdes.

El niño solo sonrió de medio lado y tomo asiento sin hacer un alboroto más esperando que el día terminara lo más rápido posible ya que sentía que en menos de una hora había sido humillado demasiado.

Por otro lado, la pequeña niña seguía intrigada por el misterioso azabache y la banda que llevaba en la cabeza, ya que se le hacía algo muy genial, aprovecharía el receso para poder acercarse a hablar con su nuevo compañero de banco.

La campana sonó y todos los niños salieron corriendo por sus almuerzos y juguetes para disfrutar de su rato libre, pero mientras los demás se divertían Gema estaba decidida a acercarse a James como dé lugar, ya que quería saber que significa la banda que llevaba en la frente. Después de dar vueltas por toda la escuela escuchó un escandalo en el callejón al que tenían prohibida la entrada y fue ya que por su mente pasaba que quizás el azabache no lo sabía, se acercó lo suficiente para ver la banda ninja caer frente a sus pies, se agacho para recogerla, cuando comenzó a escuchar alaridos de dolor y se dio cuenta que habían cuatro chicos golpeando algo o a alguien que logro identificar como james la niña no lo dudo ni un segundo y corrió hacia su dirección y comenzó a intentar defender a James con todas sus fuerzas.

─ ¡Déjenlo en paz! ¿Por qué lo golpean?

─ ¿Qué no lo ves? El es muy raro y no merece estar aquí, así que lárgate antes que te golpeemos a ti también gema.

La niña no lo dudo y comenzó a golpear a la cabecilla del grupo, el cual se defendió causando que el labio de la ojiverde resultara roto y sangre saliera del mismo, esa fue la señal para que los niños se alejaran despavoridos de allí.

─ ¿Estas bien james? ¿te lastimaron mucho?

─ ¿Por qué me defendiste? Todos piensan que soy extraño y no quiero que me molesten por que una niña me defendió.

─Te defendí por que nadie debe dañar al futuro Hokague de la aldea de la hoja─ Dijo con una sonrisa. ─ ¿Dónde compraste tu banda ninja? Es bastante genial.

Después de eso el niño le regaló una sonrisa y comenzaron a hablar en el camino de regreso al salón de clases, la maestra al verlos llamó inmediatamente a sus padres y ambos niños prometieron guardar el secreto de que Gema fue la que salvó a james para evitar que este siga siendo molestado y de esta forma una amistad que duraría años dió inicio o eso es lo que pensaban doce años atrás.

Pero las cosas son muy diferentes en la actualidad, los chicos comienzan una nueva etapa en sus vidas...

Hoy, un lunes como cualquiera, devuelta a un nuevo año escolar dentro de una nueva escuela siendo este mi primer semestre de preparatoria sintiendo un estado nulo de emoción por tener que comenzar de cero nuevamente.

No lo voy a negar estaba demasiado nerviosa, tan solo unas semanas después del gran incidente que tuve con James tendría que volver a verlo a la cara, sé que está esperando que yo de el primer paso y me arrodille para rogar por su perdón, pero por primera vez en mucho tiempo lo ignoraré, me ha funcionado de maravilla en este último mes.

Para los que no saben, James y yo somos amigos de toda la vida o bueno realmente han sido 12 años, pero nos conocemos desde hace tanto que no recuerdo cómo era la vida sin él.

Al entrar a secundaria, él cambió demasiado con todos los demás, excepto conmigo, siempre ha sido el mismo chico tonto, gracioso y alegre, el mejor amigo que cualquiera quisiera tener. Pero algo lo cambio o, mejor dicho, "alguien" y sí, estoy hablando de su novia. Una chica que no sabe lo que tiene, claramente ella me odia y cómo no hacerlo, si desde que la conozco solo le he dicho sus verdades a la cara y aunque ha intentado arruinar mi amistad con James en más de una ocasión, nuestra amistad es más fuerte que todo, o bueno eso creía yo hasta que sucedió lo impensable, nos separamos por una estúpida pelea, algo que definitivamente nos cambió a ambos, nuestra amistad está rota desde entonces y quizá siga así para siempre.




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