V

Me encontraba sintiéndome una basura durante toda la discusión, pero cuando Gema salió corriendo al verla con su rostro rojo y sus hermosos ojos verdes llenos de lágrimas sentí que mi corazón se iba con ella y en ese instante al fin comprendí que había cambiado, que yo ya no era el mismo chico que alguna vez fui y definitivamente no me reconozco. Mi mente hecha un lio dándome opciones de lo que debía hacer ya que una parte decía que me fuera a clases y lo dejara pasar, pero mi corazón gritaba que fuera con ella y arreglara lo que estropee.

Así dudé un segundo más en seguirla para evitar que hiciera alguna cosa de la que se pudiera arrepentir después la busque por toda la escuela y cuando al fin la encontré, vi a lo lejos que el idiota de Emilio se le acercaba así que me escondí en un balcón para poder observar todo ya que no confiaba en ese imbécil.

Él es hijo de una de las amigas de mi madre, lo conozco desde pequeños y desde que vio una foto de Gema en mi Instagram le surgió, digámosle así, un flechazo con ella, del cual yo no estoy de acuerdo ya que nadie se merece a mi chica de ojos verdes y el tiene una mala fama de jugar con las chicas, así que no le dejare mi mas grande tesoro a un posible hijo de puta que solo jugara con ella y le romperá su corazón en mi pedazos.(Lo cual es algo hipócrita de mi parte ya que he sido el que la ha lastimado más en todos estos años) Él me había prometido que no se acercaría a ella nunca pero solo bastó que no estuviera cerca para que rompiera su promesa e intentara hablarle.

Mis ganas de salir corriendo y romperle la cara a ese idiota se hacían cada vez más potentes, pero eso solo serviría para que mi mejor amiga me odiara más de lo que ya lo hace, porque ella me tacharía de celoso o psicópata y haría más difícil intentar reconciliarnos. Así que continúe en mi escondite observando todo desde arriba, teniendo un buen panorama de donde se encontraban ellos para escuchar su plática, Gema iba dejando su incomodidad de lado muy rápido, ella es demasiado tímida con las personas nuevas, pero por lo visto Emilio supo cómo hablar con ella.

De un momento a otro los pasillos se fueron llenando de gente dándome a entender que el receso había empezado, por lo que decidí esperar a que ese par desapareciera de mi vista, agradeciendo que fui lo suficientemente inteligente para que no me viera para al fin ir rumbo a mi salón a dejar mi mochila y posteriormente ir en busca de Nicole.

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Después del encuentro con Emilio decidí ir a mi salón a dejar mis cosas y quizás llamar a Violet para no estar sola.

Iba encaminada con un ánimo mejor del que tenía después de hablar con James, pero lo he decidido él y yo desde ahora seremos desconocidos, si lo que quiere es estar con personas que solo lo quieren por su apariencia, entonces, yo me alejare y no desperdiciare mi tiempo en personas tan vacías como él en estos momentos.

Hasta que entré al aula fue que caí en cuenta de dos cosas:

1) No estaba sola en el salón, sino con James.

2) Los únicos lugares vacíos se encontraban uno junto al otro.

La vida me debe estar jodiendo, miré con frustración.

—No creas que a mí me hace mucha ilusión estar sentado junto a ti mientras me asesinas con la mirada— Mirándome con autosuficiencia y solo podía decir que sus ojos reflejaban arrepentimiento.

—¿Enserio, James? No te des tanta importancia, pero por lo menos yo no ando escuchando conversaciones escondido como un cobarde— Dejo mis cosas en la silla. James se hace el sorprendido e imita mi acción.

—Este día será demasiado largo— saliendo del aula y dejándome completamente confundida.

Hasta que estuve en la puerta del salón, no me había fijado de la presencia de una chica de pequeña estatura que conocía extremadamente bien, enfocándonos con su celular a lo que no le tomé importancia ya que probablemente eran ideas mías y no me apetecía pelear.