VI

Me encontraba junto con Violet en las canchas del plantel educativo platicando sobre de lo que había sucedido.

—De verdad que sigo sin creer lo que James me dijo.

—Ofendiste a su novia, aunque sea una cualquiera, sigue siendo la chica a la que él ama. Si me preguntas yo habría hecho lo mismo.

—¡No jodas! ¿Es enserio te pondrás de su lado después de todo lo que me dijo? Te recuerdo que él me dijo que yo era una perra infantil que vive en un mundo color de rosa con unicornios voladores y casada con miles de coreanos

—No estoy del lado de nadie, ambos lo arruinaron. Pero es instinto puro la forma en la que él reaccionó, digo ¿Cómo te pondrías si yo hubiera insultado al chico que te gusta?

—Te habría dicho hasta como morirías — Ruedo los ojos.

—Ya ves, ¡tengo razón! Los dos son un par de estúpidos, inmaduros y orgullosos. Sin embargo, eso no es excusa para que te haya gritado de esa manera James debe de aprender a controlar su temperamento.

Me encontraba hecha un desastre de todas las formas existentes, mis ganas de llorar comienzan a crecer y parece que no hubiese algún poder humano que logrará parar la bomba que estaba a punto de estallar dentro de mí. Violet al notar eso solo se limitó a abrazarme, demostrándome que tengo a alguien en la cual apoyarme.

Decidimos ir a la cafetería por unas gomitas para subir mi animo y de paso serviría para conocer un poco la escuela y hacer amigos nuevos. Quizá me volviera a encontrar con Emilio, ese chico despertó bastante curiosidad dentro de mí ya que sentía como si lo conociese de hace tiempo, es algo bastante raro, pero me suele pasar muy seguido.

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Al otro lado de la escuela nuestro chico de cabello azabache se encontraba molesto a niveles alarmantes buscando a su novia para liberar su tensión, enojo, tristeza y sobre todo su gran decepción, Aunque ésta última no está seguro si es sobre aquella chica de ojos verdes o si esa sensación venía de sentir que se arruinó todo de nuevo y por arruinar las cosas con Gema por segunda vez en menos de dos meses.