Tortura a los 16

XX

[...]

La chica regresó con el grupo ganándose un regaño de parte de la madre de Gema.

El día transcurrió tranquilo hasta que la hora del almuerzo llegó, se encontraban bastante hambrientos ya que habían pasado varias horas desde que probaron bocado, así que se dirigieron a un McDonald's a petición de James.

Ordenaron y cuando los adultos se dispusieron a  ir a comprar algunas cosas rápidas, Alisson pondría en marcha su plan.

—Gema deberías dejar de comer tanto, ya que cuando bailes en lugar de parecer un lindo cisne, parecerás un gordo y feo hipopótamo.

Gema en ese momento dejó de comer, ya que las palabras le dolieron, ella es una chica bastante insegura, por lo cual los comentarios le afectan bastante.

—No le hagas caso, aunque seas un hipopótamo, tú serás siempre el más tierno y adorable, además la comida es sagrada y es pecado desperdiciarla— dijo en un tono gracioso, tirándole una mirada de odio a Alisson.

En la mente de cierta pelirroja solo pasaban las mil formas que tenía de deshacerse de James para seguir con su plan, así que mandó un mensaje rápido a su hermana, para que llamada al azabache.

En pocos segundos después un ringtone un poco peculiar comienza a sonar y James se disculpa un momento para contestarle a su novia.

—Gema, ¿Qué piensas de Emmanuel?

La ojiverde desconcertada con la pregunta responde lo más sincera posible:

—Es guapo sin duda alguna, me trata bastante bien, pero si te lo estás preguntando no me gusta, quizás en algún futuro pero, ahora no me siento con ganas de pensar en el amor.

—¿Pero por qué? Digo eres lo bastante fácil para tener a los chicos que quieras— Su comentario destilaba veneno por dónde lo vieras.

—No sé cómo lo pienses tú, pero yo no soy fácil, el día en que tenga una relación será por qué esa persona se robó mi corazón, por qué se comporte como un caballero, como en esos cuentos que amo leer.
—Yo no me imagino estar con alguien si no lo amo, suena anticuado pero esa es mi forma de pensar.

—Y es por eso que morirás sola y con quinientos gatos que alimentar.

—Sola no estaré, siempre te tendré a ti y a James.

Las palabras de Gema le cayeron como un balde de agua helada, no sabía que responde ya que aunque intentara arruinar su felicidad, había un cariño hacia la ojiverde.

Después de unos 10 minutos James regresó y con ello siguieron esperando a las señoras Park, las cuales tardaron un rato más en llegar.

Consiguieron absolutamente todo, las 15 corbatas para los demás chambelanes, el traje de James, el vestido de Alisson el cual era blanco perla y el precioso vestido de Gema, al igual que los vestuarios para los distintos bailes.

Estaban en el hotel cuando James jala a Gema al baño para hablar con ella sin que Alisson se entere:

— Bunny Bear

— ¿Qué pasó Potter?

—¿No crees que Alisson estaba siendo mala contigo? Pienso que no deberías dejar que te trate así.

—No lo creo, siempre es así con sus comentarios estúpidos, pero aún así la adoro.

—Solo, no hagas caso de lo que te diga, ni creas que solo por qué lo dice ella es ley— Gema observaba atentamente los ojos del azabache.
—Tú eres especial, tu cosa favorita es comer, así que no por que alguien te diga que vas a parecer un hipopótamo dejes de hacerlo y ten— Le extendió la mitad de la hamburguesa que dejó en el restaurante —Sé que fue por sus comentarios que no quisiste acabarla.

Gema no dijo nada y solo lo abrazó, dejando su frustración y nerviosismo de lado, sintiéndose segura en los brazos de su mejor amigo.

 




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.