VI

¿Cómo te explico que te adoro desde el primer suspiro? ¿Cómo te digo que te amo desde el primer paso que dimos? Bailar contigo siempre fue bonito, estar contigo siempre fue lindo.

Te amo desde aquel día en Italia, te amo desde aquella noche en la playa, te amo desde aquella escapada. Te amo desde aquel último adiós que nos dijimos.

Pero ¿qué posibilidades habría de que te volvería a ver? Estar tan cerca pero a la vez tan lejos, mirarte y desearte pero no poder tocarte. Querer gritarle a los cuatro vientos esto que siento, pero simplemente no poder hacerlo.

No sé como puedo amarte sin hacernos daño, tu eres de la alta sociedad y yo un simple tallador, estamos separados por millas y millas de historia, de memoria, de batallas y de glorias.

Quisiera poder olvidarme de esta idea estúpida, pero mientras más lo pienso, más lo siento, más me prometo y menos lo entiendo.

No es malo amar a alguien, pero me siento vulnerable, me asusta lo que piensen los demás; Pero estoy seguro de que contigo quiero estar.

Puedes destruirme, puedes lastimarme, puedes destrozarme, te doy ese poder, te doy ese don, pero estoy seguro de que esa no será tu intención.

Solo te amaré a ti, solo te esperaré a ti, el destino nos juntó, y depende de nosotros seguir adelante los dos.

Mientras tallo esta escultura de piedra, solo puedo pensar en ti, y en todo lo que me haces sentir, no escucho el sonido del martillo, solo escucho tu dulce voz. Esto es para ti, tu cumpleaños se acerca y siento que esto, te gustará, porque demuestra tu belleza.

~•~
Elisabeth
~•~

¿Cómo puede gustarme alguien como él? Estoy segura de que esto no es querer. Puedo quererte de muchas maneras, pero no, yo solo te quiero de una sola.

Siento una conexión contigo que nunca había sentido, siento que te he amado desde antes de conocerte, siento que nos conocemos desde siempre.

Hoy fue un día pésimo, traté de decirle a mi padre que quería estudiar ballet pero nunca me escucha, creo que será imposible.

Mis pensamientos están desordenados, solo puedo pensar en él, pero luego pienso en mi padre y en la vida que me va obligar a tener. No quiero ser reyna, hubiera preferido nacer en América como una esclava, quiero bailar, quiero ser feliz, quiero amar a quien mi corazón elija, no quiero estar encerrada en un palacio toda mi vida al lado de alguien que no amo y que no me ama.

Al asomarme en la ventana lo veo ahí, haciendo su trabajo, está cubierto de polvo, su cabello está desordenado, y su rostro muestra ilusión. Parece estar feliz haciendo su pasión

¿Cómo es posible que las personas como él tengan tanta libertad sin tener libertad? ¿Y como es que personas como yo podemos estar atrapadas en nuestra propia libertad?

Amarte se me hace difícil, pero no me importa la dificultad, quiero ser libre y amar con esa misma libertad, quiero ser feliz sin tener que explicar, quiero ser solo elizabeth sin la responsabilidad de reinar. Quiero volar, caminar, bailar, soñar, simplemente quiero despegar y nunca aterrizar, tener el amor que solo contigo encontré, ser feliz sin tener un precio que pagar. Simplemente quiero libertad.

Salí de mi habitación con un pequeño vestido de color rosa, caminé a través del jardín sin mirarlo. Fuí al laberinto, a mí lugar feliz. Me quité las zapatillas para que mis pies pudieran sentir la suavidad del pasto frío.

La luna estaba en su punto más alto haciendo un pequeño tubo de luz que daba al centro del laberinto.

La música comenzó a sonar y mi cuerpo comenzó a bailar, no hacía falta escenario, no hacía falta público. Solo era yo y el ballet. Movimientos sutiles hacía con felicidad, en cada movimiento, cada salto, cada paso, me sentía viva, me sentía feliz de verdad.

Mis ojos estaban cerrados, solo podía imaginarme en un escenario bailando, y todos gritaban mi nombre.

Abrí los ojos y lo ví a él, estaba parado viéndome, no dije nada, mi expresión seguía siendo la misma, él se acercó lentamente y nuestras manos se juntaron.

Hizo una reverencia y comenzó a bailar, con gentileza y glamour, era perfecto.

Nos volvimos a acercar y comenzamos a bailar juntos, giros, saltos... Todo era perfecto y hermoso, teníamos una conexión, éramos solo él y yo, en nuestro propio escenario, en nuestra propia vida, en nuestra propia historia de amor.

La brisa rozaba mis mejillas y con cada paso se movía mi cabello, era maravilloso, me sentía libre por primera vez en mi vida.

Estaba bailando con él, no había discriminación, no había rango social, solo éramos él y yo bailando juntos. Juntos, juntos, bailamos juntos.

Él me daba paz, nuestra conexión era inexplicable, era inexperta, era perfecta.

fin du chapitre six