Tourner Dans Le Vide

LVI

Este lugar me traía recuerdos vagos que me hacían sentir incómoda. Era oscuro, vacío y húmedo. Este camino llevaba al calabozo, dónde metían a los peores criminales del país, dónde los torturaban cuando querían saber alguna información o cuando simplemente estaban aburridos.

-¿Por qué regresaste?-juan rompió el silencio inmundo del lugar-¡No tenías que hacerlo!

No respondí, no quería hacerlo, no era necesario. Había vuelto para saber la verdad, necesitaba verlo con mis propios ojos, quería darme cuenta de lo que había hecho.

-¿Regresaste por él?-continuó-¿O regresaste por ti?

—¡Regresé porque era necesario!—susurré sin mirarlo—¡¿Dónde estabas tú?! Tiene meses desaparecido, y tú hasta ahora lo vas a salvar, ¿Dónde estabas?

—¡No tienes ningún derecho de reclamar!—reprochó—¡Tu te fuiste, lo dejaste tirado y herido, no mereces saber si está vivo o no, deberías volver a tu vida perfecta y olvidarte de él!

Me quedé en silencio, ¿Qué podía decir?, él tenía razón, lo dejé aquí a morir, olvidandome completamente del amor que sentía, lo dejé sin remordimiento.

Me cuestioné el volver, lo pensé demasiado, tuve que haber regresado a penas escuché el rumor, no debí haber esperado tanto. Creí que estaría bien, creí que nos volveríamos a ver en nuestro mejor momento. Todas fueron suposiciones, y ninguna fue acertada.

Solo quiero verlo vivo, o simplemente ver con mis propios ojos su cuerpo sin vida. Un dolor que reemplaza a otro. El sufrimiento que sentiré al verlo con vida y ver en sus ojos todo el dolor que le hice sentir cuando me fuí. Por otro lado, el dolor punzante que sentiré si está muerto, si de verdad se ha ido para siempre.

Debí llevarlo conmigo, ¿Por qué no lo hice?, fui estúpida, egoísta, no pensé en sus sentimientos viendo que él siempre ponía los míos ante todo, no he sido una buena persona, no he sido el mejor amor que le ha llegado.

—Te diré algo—ahora su tono era más suave—quise llevarlo a suiza el mismo día que te fuiste, pero él decidió escaparse para despedirse de ti.

Eso rompió una parte de mi, por mi culpa estaba atrapado, por mi culpa fue torturado, quizás, por mi culpa esté muerto.

Bajé la mirada tratando de contener las lágrimas, de nada servía llorar, el llanto no regresaría el tiempo, el daño estaba hecho, no puedo pedirte que me perdones, te he lastimado demasiado, tal vez me odies, tal vez llores al verme, tal vez ni siquiera notes mi presencia, pero al menos yo podré estar tranquila al darme cuenta que seguirás con tu vida.

—todos estos meses lo hemos estado buscando—confesó—fue muy difícil darme cuenta de que estaba ante mis ojos—hizo una pausa para suspirar—tu padre fue muy cuidadoso con los guardias que lo sabían.

Llegamos a la puerta que abría el lugar, había un olor putrefacto, como si mío muertos estuvieran atrapados aquí. Al abrir, un silencio ensordecedor nos envuelve, se escuchaban pequeños insectos y gotas cayendo al suelo, habían celdas en todas partes.

—¡Carlos!—llamé con desesperación.

Sentí que todo estaba perdido, cuando lo ví, sometido ante el rey, herido, casi sin vida, sucio y maloliente, como un animal.

—¿Qué buscabas cariño?

fin du chapitre cinquante-six



#8722 en Novela romántica
#4529 en Otros

En el texto hay: romance, drama

Editado: 10.09.2025

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.