Amor Toxico

1940 Tiempo de los fundadores. 
 

Una niña de séptimo año con el pelo rizado de color marrón miel corrió hacia el Bosque Prohibido lo más rápido que pudo. Su capa de Ravenclaw se aferró a ella para contener la lluvia que caía en sábanas. Sostuvo el giro de tiempo que robó del Director Dippet a su pecho. Su propio turno de tiempo se había roto, pero sabía lo suficiente como para hacer los ajustes necesarios para que este fuera capaz de enviarla de regreso al futuro.
 

"Mi misión fue un fracaso", pensó Hermione, "pero llegaré a casa".
 

Una joven y bella doncella corrió entre los árboles de la albanesa sosteniendo con fuerza la diadema de su madre. Se sintió avergonzada de haber traicionado a su madre, robado su posesión más preciada para poder ser mejor que ella.
 

" Valdrá la pena, al final valdrá la pena".
 

Hermione escuchó a alguien corriendo tras ella. No tuvo que girarse para ver quién era; por supuesto, Dippet enviaría a Tom Riddle tras ella. Era el Head Boy, el estudiante perfecto y el rumoreado amante de Hermione.
 

Por eso Hermione tenía que irse ahora. Los rumores no eran del todo infundados; Tom se había vuelto posesivo con ella, obsesivo. No podía entender por qué y por el momento no le importaba. Hermione, disgustada como estaba, tuvo que usar esto para aprovechar su misión. Su misión de matar a Riddle. Pero luego, antes de darse cuenta de que ya no estaba asqueada, comenzó a recibir sus atenciones hasta hace unas pocas horas. Tom había crucificado a un amigo suyo solo porque coqueteaba con ella. ¡Ni siquiera hablaba en serio! Solo juguetón, coqueteo falso entre amigos.
 

Tenía que irse, tenía que escapar ahora.
 

Después de unos días en el bosque, Helena escuchó una llamada de voz detrás de ella. Reconoció que la voz pertenecía al hombre que decía amar que ella había rechazado. El barón realmente era un buen hombre, pero tenía un carácter, violento y agresivo, que ella no podía ignorar. Su madre fue sabia al enviar al Barón, él amaba a Helena lo suficiente como para seguirla hasta el fin de la tierra.
 

El pie de Hermione se enganchó en una raíz cuando estaba a unos tres metros en el bosque. Primero cayó de cara antes de recuperarse rápidamente y volver a ponerse de pie. Pero no fue lo suficientemente rápida, se dio cuenta cuando sintió la mano de Tom sobre su hombro.
 

"Hermione, ¿qué estás haciendo? ¿Robar un objeto mágico altamente regulado y luego correr? Tienes más sentido que eso".
 

"Sé exactamente lo que estoy haciendo, Riddle ".
 

Él entrecerró los ojos oscuros ante su apellido, "¿Dime qué es?"
 

"No es asunto tuyo, Riddle", dijo fríamente mientras apartaba su hombro de su mano.
 

"¡Por supuesto que es asunto mío! ¿Todavía no te has dado cuenta? ¡Cualquier cosa que te involucre es asunto mío!"
 

Tan pronto como las palabras salieron de su boca, se dio cuenta de lo imprudente que era decirlas, pero estaba enojada, ¡no era propiedad de nadie! "Me voy de Riddle", dijo con enfado desafiante, "Me voy de Hogwarts y tú. Me voy a casa".
 

Los ojos de Tom comenzaron a ponerse rojos y su voz sin emoción, "¿Qué quieres decir? Esta es tu casa. Y nunca me dejarás". La giró y la agarró por los hombros con fuerza, seguramente dejando moretones. "Ahora dame el Time Turner, volveremos a nuestras habitaciones. Me aseguraré de que Dippet no te castigue por tu momento de locura".
 

" ¡Helena! ¡Helena! ¿Dónde estás?"
 

La bella doncella sabía que no podía esconderse para siempre. "Estoy aquí, barón". El hombre corpulento se acercó rápidamente a ella con una sonrisa de alivio y adoración que se colocó firmemente en su rostro.
 

" Mi querida Helena, estoy muy contento de que estés a salvo. No sé por qué corriste, pero tu madre está mortalmente enferma y te echa mucho de menos. Ven a casa conmigo, querida".
 

" Lo siento, barón, no puedo. He traicionado a mi madre, no puedo, no volveré".
 

"¡ Pero debes hacerlo!" él farfulló. "Tu madre te ama y perdona cualquiera que sea tu transgresión. Y yo también te amo, por favor, ven a casa, conviértete en mi esposa. Seremos felices juntos Helena, te lo prometo".
 

Helena miró al hombre que estaba tan dedicado a ella, triste que su amor nunca podría corresponder. "Me siento halagada y lo siento. Mi madre lo entenderá y en cuanto a tu propuesta, no te amo".
 

El barón parecía estar conmocionado, pero solo por un momento. "Tu madre está en su lecho de muerte y puedo hacerte amar. Me tomará un tiempo, Helena, pero te aseguro que serás feliz".
 

" No, barón, nunca volveré". Esa palabra, "nunca" desencadenó el infame temperamento del barón y en cuestión de segundos su cadáver quedó cubierto de sangre.
 

"¡No estoy teniendo un momento de locura!" Gritó Hermione. Apartó el Time Turner de su pecho y lo giró varias veces para poder encontrar un momento en el que pudiera estar sola el tiempo suficiente para hacer los ajustes necesarios.