Trabajo de ayer

P A R T E - X X V I : LA INTELIGENCIA EMOCIONAL Y LAS DIFERENCIAS CON GARDNER

Por un lado, la teoría de Gardner introdujo dos tipos de inteligencias, la interpersonal e intrapersonal, que están muy relacionadas a la competencia social y emocional. Entonces, definió la inteligencia interpersonal como la habilidad para sentir distinciones entre los demás; es decir, diferencias en sus estados de ánimo, motivaciones, temperamento del otro; lo cual permite interpretar las intenciones de los demás.  Asimismo, con la inteligencia intrapersonal, se conocen los aspectos internos de la persona, tales como acceder a la propia vida emocional, los propios sentimientos, y, de tal modo, tener la capacidad de efectuar discriminaciones entre las emociones, nombrarlas e interpretarlas para orientar la propia conducta de uno. 

 

Por otro lado, con respecto al modelo que maneja Bar-on, la inteligencia emocional y social está definida como un conjunto de competencias, capacidades y habilidades no cognitivas que influyen en la habilidad propia de ser exitoso al afrontar aspectos del medio ambiente. En ese sentido, la inteligencia emocional se divide en cinco componentes, los cuales son el componente intrapersonal, interpersonal, componente de adaptabilidad, del manejo de estrés, y componente del estado de ánimo en general. 

 

De tal manera, la diferencia entre las dos inteligencias propuestas por Gardner y el concepto de inteligencia emocional que maneja Bar-on es que el último amplía el alcance de la inteligencia emocional a más componentes, y dentro de estos, como el componente interpersonal e intrapersonal, ahonda en otros conceptos que la teoría de Gardner no ha explicado. Así, en el modelo Bar-on, más allá de la habilidad de interpretar  las intenciones de los demás y conocerse a uno mismo, la inteligencia emocional es una sección transversal de competencias, habilidades emocionales y sociales interrelacionadas que determinan la eficacia con la que entendemos, con la que expresamos, comprendemos a los demás y nos relacionamos con ellos. 

 

Asimismo, la inteligencia emocional, al abarcar más aspectos sociales y emocionales, toma como factores al concepto de interpersonal e intrapersonal, no como en el caso de la teoría de las inteligencias múltiples de Gardner, quien separa estas habilidades. En cambio, de acuerdo con Bar-on, estas dos son componentes conceptuales de una única inteligencia: la emocional. Así, por un lado, el componente intrapersonal toma aspectos como la comprensión emocional de sí mismo, ser asertivos, no solo consigo mismos sino con el otro, la capacidad para comprenderse, aceptarse y respetarse a sí mismo, la autorrealización, y la independencia como capacidad para autodirigirse. Por tanto, como se puede evidenciar, 

 

Igualmente, con respecto a la inteligencia interpersonal, esta se ve limitada en la teoría de Gardner, puesto que se lo toma como una única habilidad de interpretar al resto. Al contrario, en el modelo de Bar-on, el concepto de interpersonal es tomado como un componente de la inteligencia emocional, en las que señala otros componentes, tales como empatía, que es la habilidad para comprender los sentimientos de los demás; las relaciones interpersonales, que es la capacidad para mantener relaciones sociales satisfactoria; y la responsabilidad social, habilidad para mostrarse como una persona cooperante. Por consiguiente, ser emocionalmente y socialmente inteligentes conlleva gestionar eficazmente el cambio personal, social y medioambiental a través de la gestión de emociones para que funcionen a nuestro favor, siendo optimistas, positivos y motivados. 

 

En síntesis, la inteligencia interpersonal e intrapersonal se diferencian con la inteligencia emocional de Bar-on en que el último toma como componentes a estas inteligencias que propone Gardner y las junta dentro de lo que abarca la inteligencia emocional. Además, en este modelo, estos componentes no están limitados a una sola habilidad cada una, sino que engloban distintas habilidades y capacidades; en tanto, también la inteligencia emocional se expande a otros conceptos, tales como la adaptabilidad, el manejo de estrés, y el estado de ánimo general. 





 




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