Traitor

Sinopsis

Estoy cansada de hacer lo mismo, estar en las sombras, hacer tratos, torturar, secuestrar, asesinar personas. Cada página se repite lo mismo, vivir en las sombras, hacer tratos, torturar, secuestrar y asesinar. A veces siento que quiero volver a mi vida antigua dónde vivía en una cabaña que se encontraba en un bosque lejos de la ciudad. Me sentía… yo misma.

Las paredes estaban manchadas de sangre, en el suelo había charcos de sangre. La habitación estaba llena de cuerpos. En medio de la habitación se encontraba una persona amarrada en una silla, en mis manos tenía un revólver. La persona era tan aterradora al ver la escena, hacía fuerzas para liberarse. Me acerqué lentamente hacia la persona, no quería que me acercara hacia él. La persona lloraba, es extraño sentir nuevamente lástima por alguien. Desde que me enteré que mi hermana sigue con vida he estado muy distraída. Sin poder dejar de pensar en ella no puedo hacer bien mi trabajo.

-Por alguna razón te trajeron aquí. Has recolectado información y no quisiste compartirla con mi jefe. - Dije en un tono bajo. - ¿Qué tipo de información recolectamos? - Le retiré la venda de su boca.

-¡No lo diré! Si lo digo ustedes me liberan, pero los otros me asesinaran! - Aclaró con desesperación.

-Estarás bien si cooperas conmigo, podré ayudarte a cambio me des información. - El tipo se negó a decirme. Coloqué balas al revólver, lo apunté directo hacia la frente del tipo. 

-¡Ustedes no podrán con ellos! Como quiera ustedes ya no son tan fuertes como los demás creyeron. - Escupió sangre hacia mi rostro. Observé en silencio al tipo, luego le disparé en su pierna derecha. Grito muy fuerte de dolor hasta quedarse sin aire.

-Al parecer te gusta que hagamos las cosas mal. - Alejé mi revólver. - Te lo preguntaré de nuevo… ¿Qué tipo de información recolectamos?

-¡Ni loco se los diré! - Respondió. Le disparé nuevamente en su otra pierna, el tipo grito más fuerte. - ¡Bien! Te diré!

-Adelante… - 

-La Vendetta Mafia fue arrestada por la agencia. Los experimentos del ojo han sido exitosos, eso significa que el ojo enviará a sus experimentados a trabajar en misiones. - Dijo.

-¿Qué más? Al parecer no me estás diciendo por completo la información. - Dije.

-El ojo se enteró que fantasma volvió, hay mucha probabilidad de que ellos busquen a Fantasma cuando antes. - Añadió. - Mierda! Acabé de decirlo. - Murmuró.

-El ojo quiere venganza aun, eso significa que quiere guerra. Gracias a ti tengo justo la información que mi jefe quiere. - Dije mientras di media vuelta.

-Les aseguro que si harán guerra contra el ojo es imposible de ganar.  - Murmuró. - ¿Enserio me dejarás libre? Que idiotas son ustedes, por esa misma razón el ojo buscará venganza. Por eso estás actuando últimamente débil, tienes a una hermana con vida y harías cualquier cosa por traerla devuelta. Tú no perteneces a esta mafia, no importa cuántos has matado siempre serás alguien débil. - Dijo en tono de burla. No lo pensé dos veces, solo saqué mi arma y le disparé hacia él. El tipo había muerto, mi corazón latía muy rápido, estaba agitada, mi mano temblaba con el revólver sostenido. Bajé lentamente el revólver mientras observaba el cuerpo. Empecé a sentir algo dentro de mí, escuché leves voces parecido a la de mi hermana. Cerré mis ojos y salí de la habitación.

-No importa cuántas veces me lo digan, soy más fuerte de lo que creen. Nunca se debe retar al diablo. - Pensé. 

Mientras limpiaba mis manos, decidí regresar a mi habitación a descansar un poco. Miré una joven peli blanco y negro mirando hacía atrás. Me detuve al instante para ver qué le sucedía. Al acercarme sentí como mi sangre bajó, mi corazón empezó a latir más rápido, mis ojos se estaban llenando de lágrimas.

-¿Aria?- Ella volteó al instante, estaba asustada. Apuntó con su arma hacia mí, su mirada era diferente, me tenía demasiado miedo. Desearía que ella no me tuviera miedo, ella temblaba como si hubiera visto una escena de terror. No tenía palabras para expresarme ante ella solamente la miraba. Estaba tan sorprendida de volver verla después de tantos años. Noté algo extraño, volteé hacia atrás de mí. No había nada, ella veía algo que yo no podía ver. Miré a la joven asustada, trataré acercarme para tranquilizarla. Siento que ella no está bien, esos susurros que escucho son demasiado fuertes. - Oye, sé que me puedes escuchar y podré ayudarte, pero antes… debes bajar tu arma.

Aria- Quédate quieta. - Ordenó. Me alejé un poco de ella, estaba llorando, pero también estaba asustada.

-No te haré daño. - La joven estaba tan tensa que aún no bajaba su arma. - No es necesario creer a una mafiosa, pero debes confiar tu instinto humano no de tu don. - Recuerdo esas palabras me lo han dicho miles de veces una persona que aún no sé si confiar.

Aria- Yo sé que tienes un arma, no soy tan estúpida para bajar la mía. - Dijo entre lágrimas. Suspiré, saqué mi arma que estaba detrás de mí, lo coloqué en suelo y alzo ambos brazos hacia al aire. 

-No dejes que tu don te domine, tu eres más fuerte de lo que crees. Controla tu poder. - La joven bajó su arma lentamente mientras bajaba su mirada. - Yo sé que aún sigues aquí solo que tienes que recordar. - Aria levantó su mirada, estaba confundida.

Aria- Siento que te conozco. Nos hemos visto alguna vez? - Preguntó. No pude responder su pregunta, no tenía las palabras correctas para responder solo miraba a Aria en silencio. Contemplando su aspecto, su rostro. Ha cambiado tanto que ya no se parece para nada a cuando era pequeña. - Tengo la sensación que tu y yo somos algo… siento que los conozco a todos, pero no me permite recordarlo. - Rompió en llanto, sin pensarlo logré abrazarla. Sentí mi corazón derretirse lentamente, siento felicidad de tener nuevamente en mis brazos a la que creí que iba a perder.




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