Transformación de amor

Capítulo I Destrucción masiva

No sé, hace cuanto comenzó esto, no sé en qué momento mi cuerpo se empezó a sentir mutilado, destrozado por completo, sé que cada pieza se encuentra en su lugar porque puedo mirarlas al moverme, pero no siento, no siento absolutamente nada...


He despertado en este punto, y no recuerdo absolutamente nada, al parecer estaba aquí sentada bajo este inmenso árbol, pero ¿qué hacía aquí? ¿por qué no recuerdo nada? ¿qué carajo está sucediendo? -comienza a golpearse la cabeza- ¡Maldita sea, reacciona, funciona, muéstrame la maldita verdad, que fue lo que me sucedió!


Esta estúpida sensación es lo único que siento, mi pecho y cabeza no dejan de retumbar, ¿por qué carajo me pasa esto? -mira al cielo- Ha comenzado a llover… mis ojos… -toca su rostro- ¿estoy llorando? No puede ser… realmente estoy llorando, ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué? ¿por qué?


-se tira al suelo hincada- ¿por qué carajo me está doliendo el pecho de la nada? ¿qué es esta maldita sensación? Un maldito vació se está adueñando de todos mis sentidos… me siento sola… vacía… sin vida…
No sé porque lloro, no sé porque duele, no entiendo nada de lo que me está sucediendo en este momento y eso me empieza a volver loca lentamente…


“Pobre de ti… tan fuerte que eras, y ahora solo eres un despojo confundido de la humanidad, me avergüenzo totalmente de ti, ¿cómo has podido hacer esto? ¿cómo has permitido que me transformara en esto? Tan estúpida eres que te dejaste destrozar en un segundo… no puedo creer que esa basura sea yo…


Si hubieras hecho caso cuando te lo dije, si me hubieras dejado manejar la situación no estarías llorando sin entender absolutamente nada, pero no te preocupes, cuando tus fuerzas se acaben, volveré a tomar el control, y no dejaré que nos vuelvas a hacer esto.


Mírate, toda confusa, tan estúpida te miras, no eres digna de llamarte guerrera, tu familia te mandaría al exilio si supieran… pero no dejaré que vuelvas a tener el control… somos una misma, pero una de las dos es más fuerte que la otra… y si quiero que todo esto acabe hoy… deberás mirar lo que te rompió…”


Pobre chica perdida, vela azotando los puños en el suelo, tan desesperada por entender que le ha sucedido a su equilibrio, tan ansiosa de entender porque siente su corazón dolido, en un segundo entenderá todo, será tan claro, que deberá levantarse siendo ella misma o simplemente dejar que la otra gobierne con ira… parece que se ha calmado… su mente comienza a llenarse de una realidad, tan cruda que no sé si lo podrá soportar…


Esto lo recuerdo, fue en este mismo lugar, hace mucho atrás, estaba persiguiendo a un delincuente junto con mi compañero, ese tipo sí que es rápido, porque llevamos cazándolo desde kilómetros atrás. De hecho, yo iba sola, mi compañero no soporto el ritmo… me encuentro sola en búsqueda de aquel sujeto, cuando de pronto me toma por sorpresa, él se encontraba detrás de mí, su mano rodeó mi cuello y una navaja me acorralaba… pensé que, en ese momento, no volvería a casa, y si… no volví a casa…


❖ Al parecer el cazador ha sido cazado… y la presa se ha quedado con un buen botín, ¿Dónde está tu compañero?
❖ No lo sé… le he perdido de vista…
❖ Entonces te encuentras sola, en este punto del bosque, atrapada por mis garras…
❖ ¿cómo sabes que no te he traído a una trampa?
❖ Porque nadie es tan estúpido para adentrarse a este bosque solo, al parecer tus medallas no les hacen justicia a tus actos…
❖ Déjame ir, prometo que no habrá daños colaterales…
❖ Jajaja que estúpida eres, el daño está hecho desde que me perseguiste, y como no me interesa que sepan donde me escondo, creo que tendré que acabar contigo y dejar tu cuerpo a las bestias…
❖ Si no me reporto, todos irán a buscarme, tendrás muchos problemas, y medio ejercito te buscará…
❖ Eso suena sumamente interesante, al fin tendría la fama que siempre he querido, pero hagamos nuestro encuentro más interesante –lame su mejilla, mientras ella intenta alejarse- no te preocupes, no te hare nada –susurra a su oído: aún- sabes te he observado cazando a los demás delincuentes dentro del reino, eres la mejor en tu equipo, por eso estas estúpidas medallas que te conmemoran, pero sabes, siempre estás sola, vas y vienes cubierta de un aura depresiva, y no sabes cuánto me éxito eso de ti.
❖ Quítame las manos de encima, mátame de una vez…
❖ No comas ansias, ¿crees que es una casualidad que solo tú llegarás aquí? Te lo he dicho, te he observado, por demasiado tiempo, y quiero negociar contigo… así que, si te suelto, debes prometer no agredirme ¿entendido?
❖ Claro… lo que tú digas… -la suelta lentamente, pero ella con un rápido movimiento desenfunda su katana y la coloca en la barbilla de su enemigo- muévete lentamente y salgamos de aquí…
❖ ¿Eres idiota? Anda, mátame, realmente a mí me da igual vivir o morir, pero yo te puedo ser muy útil, tú decides que hacer –le da la espalda- mátame o envaina tu espada…




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