Pelotón °84 de la Armada Nacional, Cabo Bartolomeo Roussette, investigador encubierto de la Policía Militar, Rango real Sargento Mayor de Inteligencia Militar Agente de Desempeño e Investigaciones Internas.
–Sargento Roussette, usted ha sido puesto bajo el mando del mayor Miles, el cual está bajo sospecha de traficar armas con el enemigo, aparte de ser el único sobreviviente de sus dos antiguos pelotones. Seré claro Bart, esta información fue suministrada por agentes encubiertos introducidos en dichos pelotones, todos fueron hallados muertos en combate, se presume que el Mayor Miles también está detrás de esto, todos los detalles están en el sobre que se te hizo llegar, no hay más nada que decir, se puede retirar Sargento Roussette… y Sargento, buena suerte.–
Alto coeficiente intelectual, destreza física mayor al promedio, experto en diversos tipos de artes marciales, buena vista e increíble manejo de armas de corto y largo alcance, fue retirado de la armada común a sus 17 años e introducido en las fuerzas especiales, graduado con honores, entre los 10 mejores.
En la lucha contra las fuerzas rebeldes que se opusieron al dominio mundial de “El Pico” se crearon diversas fuerzas armadas, después de todo la guerra nunca termina, siempre hay una en la cual luchar.
Al sargento Bart se le había encargado una nueva tarea, la cual consistía en desmantelar la red de tráfico de armas en beneficio de los rebeldes que aún se oponían al sistema del “Pico”, tráfico de armas del cual era responsable uno de los altos mandos de la armada nacional.
Ya preparado para cumplir su papel, Bart se dispuso a ir al recinto donde estaba reunido el actual pelotón del Mayor Miles.
Toc toc…
–Adelante –se escuchó desde dentro del lugar.
–Buenos días mayor Miles, me presento como el Cabo Roussette, se me ha informado que perdieron a su explorador, vengo a cubrir el puesto, señor. –Sin inmutarse ante quien sabía que era una amenaza, se presentó, calmo como el agua, su entrenamiento era claro.
–Bartolomeo Roussette, Cabo… si, me dijeron que llegaba hoy, espero nos entendamos bien –mirando de pies a cabeza a Bart, le dio la bienvenida– Acomódate, junto a los nuevos… y no causes problemas.
–¿A los nuevos? –sorprendido pregunto Bart– Pensé que solo yo había llegado nuevo.
–El mayor nos escogió de diferentes pelotones –Grito alguien detrás de Bart– Supongo que por nuestro desempeño –
–Mayor Miles, pensé que solo yo había llegado nuevo –Insistió Bart.
–Creo que su pregunta fue respondida por el entrometido detrás de usted Cabo –Con el menor apuro murmuro el Mayor saliendo del pequeño recinto donde se encontraban los dormitorios del pelotón.
–Hola soy Gleo Burdyni, un placer soy el doctor –acercándosele con la mano abierta hacia Bart se presentó aquel entrometido.
–Ya escuchaste mi nombre –Y chocando el hombro de Gleo, Bartolomeo rechazo el saludo– no vine para hacer amigos, solo hago mi trabajo
–Te conviene ser mi amigo señor Roussette, soy el doctor, no querrás que te deje morir en el campo o si jajajajaja–
–Si tengo que escuchar tu voz durante toda la misión yo mismo terminare disparándome–
–JAJAJAJA me gusta tu sentido del humor Bart, nos llevaremos bien ¿Qué dices? –Menciono Gleo poniendo una mano en el hombro de bart mientras este ordenaba su maleta.
–Ya te dije a que vine, mejor aléjate –Con desprecio empujo el brazo de Gleo y todos los demás del pelotón voltearon a ver que sucedía.
–Oye, oye viejo… está bien –Tratando de calmar el avispero Gleo intento hacer ver aquello como un juego entre amigos– vamos… ninguno de los dos quiere llamar la atención aquí verdad… “Sargento” –Susurro Gleo al oído de Bart.
¿Qué mierda acabas de decir? –Algo alterado y confundido pregunto Bart, pues aun con sus años de entrenamiento era normal estar nervioso si era descubierto en su primer día de ser infiltrado.
–Entonces ¿me darás la mano? –En tono burlón Gleo formulo su propia pregunta.
–Al final todos terminan dándole la mano a ese idiota –en una de las camas acostada, se escucho el hablar de una una mujer del pelotón, se podía ver entre la sobras que leía un libro –Después de todo el es nuestro Doctor.