Por su cuerpo brota un líquido negro muy espeso, me acerco, para comprobar si aún vive, me agacho hasta tener cerca su brazo he intento tomar su pulso, pero no lo siento, - ¡está muerto! ¡Calma Amalia Calma! Recuerda que si está aquí es porque ya está muerto, tú eres la que no debería estar aquí. Comprueba su respiración – me indica mi mente, dicho y hecho, me acerco hasta su rostro, observo unos lindo labios color rosa, con el suficiente grosor para llamarte a que los muerdas…. – ¡detente jovencita! ¡estás dando primeros auxilios, no otra cosa! – grita la voz en mi cabeza. Paso aponer mis dedos cerca de su nariz para sentir el aire, pero nada. – ¿y ahora? – pregunto para mí. Cuando de pronto siento que han tomado mi mano con fuerza y me tira al suelo.
Al levantar la mirada y me encuentro con un hombre que me tiene acorrala con su cuerpo en el suelo y un arma en la mano apuntando mi garganta. Siento que mi garganta quema, quiero gritar, pero mi voz se corta. Hasta que él pregunta: - ¿Quién eres? – en un intento de hablar solo logro decir: -me perdí – me ve con duda, su mirada recorre mi cuerpo, siento que el miedo y la vergüenza se apoderan de mi cara, hasta que sus ojos negros se posan sobre los míos y dice: - no llevas armas – y se tira a un lado con un suspiro, tocándose la herida.
Analizando mi situación, lo miro, aun su cuerpo desprende esa sabia negra. Me dice: - solo son pequeñas heridas, ya se van a sanar. Deberíamos salir de aquí, es muy peligro este lugar, más para ti, que se nota que acabas de llegar a este reino, sígueme – se pone de pie y comienza a caminar, y yo lo sigo.
- ¿A quién se le ocurre seguir a alguien que te intentó matar? –me pregunta la voz. A lo que me respondo: – solo a mi supongo, pero él estaba tirado en el suelo hace unos momentos, quejándose del dolor, ¿Cómo es que camina como si nada? - lo observo y noto que hay menos cantidad de esa cosa negra saliendo de sus heridas.
Él volta al sentir que lo observo, y mi reflejo es girar mi vista hacia los arboles “admirando su esplendor” – necesito aprender a disimular mejor - me indico en mis adentros. El joven desacérela el paso para seguir mi ritmo. Y me pregunta: - ¿Cómo te llamas? ¿y qué haces aquí? - lo miro, y en mi mente hay un duelo entre decir la verdad o no, -y si es de los tipos que te quieren despellejar, será mejor que solo digas la parte que es conveniente – Me indica la voz y respondo: -mi nombre es Amalia, después de entrar a este reino comencé a caminar por el bosque cuando una oscuridad me cubrió y un viento me aventó cerca de donde tú estabas – mi mente me grita: - ¿por qué lo tuteas? - la verdad no sé, pero hay algo en él que me hace sentir cómoda. Mis pensamientos son interrumpidos cuando escucho su voz roca decir: -seguro fue el espíritu de la sombra la que te cubrió en su oscuridad y el espíritu del viento quien te cambió de lugar, debes sentirte afortunada, por lo general ellos no intervienen en cosas que estén relacionadas con este renio, ¿por qué lo hicieron contigo? – solo encojo los hombros en respuesta, mientras pienso – quizá porque no pertenezco a este reino.
Nos encontramos con unas cabañas similares a las que había estado antes, Al entrar pregunto: - ¿Dónde estamos? - él responde, - Al otro lado del lindero donde habitamos los Nixeos – su respuesta me estremeció, sentí como el miedo se apoderaba de mi ser. Él comienza a buscar algo y sin volverme a ver dice: - por cierto, mi nombre es Marco, supongo has muerto hace poco para que hayas aparecido en este reino, es raro que entraras por el bosque y no por la puerta principal como lo hacen todos los espíritus, pero no hay problema yo tampoco entré por ahí.- se encoge de hombres restándole importancia y prosigue : - Ponte cómoda, pasaremos aquí la noche, te llevaré a la central para que registren tu entrada y luego si quieres puedes venir con nosotros – muchas dudas recorren mi cabeza pero solo una sale de mis labios : -¿nosotros?- -sí, los Nixeos, tienes suerte de encontrarte con uno de los nuestros, de lo contrario los Eterios te hubieran desaparecido de una vez. A ellos no les importa sacrificar espíritus, no importa si aquí has hecho amigos o consigues a alguien que puedas llamar familia, ellos solo te mataran, cuando reciban la señal que el reino mortal necesita más energía, pero ellos no están dispuestos a sacrificarse, prefieren enviar a otros antes que ellos.
¡Debe ser mentira! No fue eso lo que Emma me dijo, ¡son ellos, los Nixeos! quienes prefieren sacrificar a otros antes que ellos – pienso – pero mi voz dice: - ¿y si te mintieron? – la confusión se apodera de mí, quisiera hacerle mil preguntas, pero temo ser descubierta. Así que solo asiento como respuesta.
Comienzo a observar la cabaña, es muy acogedora y pequeña, solo tiene un cuarto, una sala y en una esquina la cocina, es muy probable que este diseñada para que vivan una o dos personas, -que suerte que solo somos dos, sino…. ¡Esperen un momento! ¡estoy sola con un desconocido! En una cabaña pequeña con un solo cuarto ¡a la hora de dormir! – y la voz aparece: - ¡Bravo! ¡al fin se dio cuenta la niña! – un huracán de emociones se encierra en mi estómago, cuando vuelvo a ver hacia el cuarto. Parece que Marco lo ha notado porque dice: - para los del reino espiritual es normal compartir un cuarto entre compañeros sin importar el sexo - ¡bum! - Escucho como mi cabeza explota, y comienzo a sudar, mientras sigo atenta a sus movimientos y voz: - pero como tú acabas de llagar supongo que te sentirás incomoda, así que creo que por ahora lo mejor es que tú te quedes en el cuarto y yo en la sala.
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Editado: 10.10.2020