Trás la muerte

CAPITULO 12

La oscuridad en mi corazón se sentía más latente que el frio que quedó en mi cuerpo, nadie se encuentra a mi lado, aquella tristeza, dolor y soledad que sentí después de la muerte de mi hermana brotaban de lo más profundo de mi ser, quise llorar, pero no había lágrimas, todo en mi interior se secaba, parecía que aquellos frotes se alimentaban de mí.

Quise gritar, así poder vomitar mis sentimientos, pero no tenía fuerzas, si tan solo no hubiera salido corriendo en busca de mi hermana, quizás no estaría en este lugar, pero ¿Qué hubiera pasado cuando Marco se enterará de quién soy? Si no hubiera sido tan tonta desde el principio en ir tras la muerte, solo por desear, sentir un poco de la calidez de mi hermana, ahora, estoy en el limbo, no me siento ni viva ni muerta, vine hasta aquí buscado a mi hermana y hoy me siento en los brazos de la muerte y ella no está presente.

El vacío que deja las caricias de la muerte se transmite hasta mi interior, la angustia se ha hospedado en mi ser, la fragilidad e impotencia de mi vida se traspira por cada poro. A veces buscamos imposibles y nos desgastamos. Al intentar ser un héroe sin poder es simplemente entregarse como sacrificio.

En mi entorno solo se escucha al espíritu del viento viajar en cada rincón, avivando el frio en mi corazón, casi lo escucho murmurar – en el universo todos poseen su lugar, intentar romper el orden trae graves consecuencias. – poco a poco me voy sumiendo en la oscuridad.

Mientras tanto en las afuera de las catacumbas los espíritus van y vienen, los Nixeos se recuperaban después de una batalla, es muy probable que la principal estaría muy alterada después de la reprimenda que les daría la central por haber tenido un enfrentamiento en el área neutra. Ambos bandos serán fuertemente sancionados, pero eso no les impediría seguir haciendo lo necesario para obtener la llave que abre los tiempos.

Ambos deseaban que sus ideales se volvieran realidad, y hoy que una pieza clave había pisado el reino mortal, harían hasta lo imposible por obtener lo que les faltaba. Los principales de los Nixeos no se abatían por el castigo que recibirían, sino por la posibilidad que la central deseara quitarle a la pieza que habían capturado.

Planeaban fingir ignorancia, si les preguntaban por la joven. La central no se quedaría tranquila, así que era probable que llegarían a inspeccionar el lugar, por ello dieron ordenes de que le colocaran el muérdago, para disipar toda esencia mortal y hacerla pasar por un espíritu más, si los supervisores preguntaban ¿porque ella vestía un muérdago?, la respuesta seria simple: -es un espíritu descarriado, que está en rehabilitación – y como esa es una de las funciones del muérdago, aparte de conectar ambos reinos, seria creíble.

Ahora solo debían pensar que hacer con la joven. Según el informe que habían recibido no se podría extraer desde el núcleo de la muchacha, parecía que alguien lo había cifrado en algún punto para que no fuera fácil de manipular. Extirparlo desde su piel no serviría de nada, porque la marca en el cuerpo solo era el reflejo de lo que su núcleo guardaba. Por esa razón las partes que se encontraban en el reino espiritual aun mostraban la marca sobre su energía.

Convocaron a una reunión a todos los principales y los líderes de los comandos para tomar la decisión. Entre los presentes se encontraba Marco quien acababa de llegar después de buscar por toda la central a Amalia, a quien luego de no encontrarla, termino por creer que se hallaba con la hermana que había mencionado.

En su ser un sentimiento de disgusto crecía al pensar que se había ido si siquiera despedirse, -aunque sería lo lógico, si ella te vio actuar en el enfrentamiento, seguro le diste miedo -  le decía una voz. Aunque prefería creer que en el intento de huir del enfrentamiento su hermana entró en el restaurante encontrándose con ella, y por temor a que algo les pasara dejaron el lugar, como lo había hecho la mayoría. – Quizá sí quiso despedirse, pero no le dio tiempo -  pensó.

En su cabeza daba mil vueltas a múltiples hipótesis de lo que posiblemente le habría sucedido a Amalia, desde las más amargas hasta un dulce encuentro. A lo mejor se la encontraría más adelante y le preguntaría que había sucedido, sería fácil encontrarla, solo debía seguir el olor que se encontraba en sus recuerdos. Formulaba planes para poder encontrarla, cuando una voz ronca como el trueno lo sacudió.

-Marco. Te harás responsable de esta misión – le decía, mientras se daba cuenta que no había prestado ni la más mínima atención a la reunión. Aquel espíritu notó cierta confusión en la energía que emanaba Marco, atribuyéndola a que seguramente no encontraba la manera de llevar a cabo la misión le dijo: - confiamos en tus habilidades, lo único que debes hacer es llevar a la pieza de la llave contigo- ¿ya encontraron la pieza? Se preguntaba -mientras te diriges hasta el territorio del guardián de los tiempos, seguro él tiene la forma de poder extraer la pieza de su cuerpo, por lo demás no te preocupes, se encuentra sedado, no pondrá resistencia, y su esencia mortal esta disipada un noventa y nueve por ciento, el uno restante es casi imperceptible.

Marco, en su mente procesaba toda la información, he intentaba comprender de que se trató la reunión y la situación en la que se encontraba. No le parecía una misión difícil, en peores circunstancias se había encontrado antes. Así que aceptó la misión, dicho eso, una voz como murmullos de cristal dijo: -recuerda que iras solo para no levantar sospecha, por la pieza faltante no te preocupes, es muy probable que te sigan los Eterios y te la topes en el camino, llevaras uno de mis cristales para que podamos ubicarte cuando puedas estar expuesto y mandar refuerzos.




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