CAPITULO 22

Después de una noche en vela aclarando las cosas decidieron salir en rumbo del guardián de los tiempos, pero antes debían encontrar a su hermana, Amalia le había contado que ella era parte de los Eterios y la verdad de su llegada. Marco comenzó a idear un plan para atraerla, pero debían tener cuidado y no llamar la atención de otros.

Decidieron dirigirse al pueblo más cercano donde los eterios frecuentaban, era muy probable que Amalia reconociera a alguien que pudiera guiarla a su hermana y luego conversarla de ir al bosque donde se reunirían los tres para tomar una decisión.

Se pusieron en camino, muchas dudas los acompañaban, intentaban conocerse más, Marco preguntaba mucho de cómo eran sus padres y ella preguntaba sobro la vida de él ese reino, para luego preguntarse cuál era la mejor decisión a tomar sobre la llave.

Conocían ambos reinos, y ambos estaban en caos, uno consumiendo cono si no tuviera fin y el otro destruyéndose entre sí. Pero ambos compartían la misma razón, querían sobrevivir. La decisión que debían tomar era demasiado grande para tres jóvenes, ¿Cómo sabrían ellos cual sería la mejor decisión? ¿a quién podían pedir consejo? Sus guardianes lo único que dijeron era que preguntaran a Taánatos, pero ¿Quién era él? si el creo la llave ¿tendría alguna idea de lo que se debe hacer? O ¿solo se quiere escapar de su responsabilidad?

Al estar cerca del pueblo Marcos cubrió gran parte de su ser para no ser identificado como Nixeo, de lo contrario no saldría de ese lugar. Acompañó a Amalia hasta el pueblo, donde ambos recorrieron las calles en busca de alguien conocido. La tarde se iba y no habían encontrado a nadie, decidieron ir en busca de posada y alimento.

La idea de estar rodeados de posibles Eterios a Marco lo ponía nervioso, no porque no tuviera la suficiente habilidad para defenderse, sino porque no sedeaba que Amalia lo viera actuando de forma tan fría y cruel, además estaba la posibilidad de que cualquier mujer podría ser su hermana.

Amalia sugirió entrar a un lugar muy concurrido donde había muchos espíritus, entre comida y bebida estaban celebrando algo, Marco desconfiaba, mientras Amalia se animaba con las risas que inundaban el lugar, hacía mucho que no estaba en contacto con un ambiente a su vista agradable.

Muchos hablaban de las batallas que habían ganado, otros de los ser queridos que habían dejado, unos cuantos reían, de pronto entró un joven muy atractivo, quien se dirigió a una mesa lo bastante cerca de ella para escucharlo saludar a sus compañeros de mesa.

Amalia exaltada pensó ¡es Alex! El amor de Emma. Se despegó de la silla cuando escucho un: - ¿Cómo te va con la problemática? – Amalia se volvió a sentar, algo no andaba bien, escuchó decir: -lo importante es que pronto terminará mi misión – todos se pusieron a reír, y uno comentó entre risas: - vamos, no seas así, piensa en el privilegio que has tenido al ser niñero de la llave – sonaron carcajadas, y los comentarios burlones no faltaron, hasta que Alex intervino: - pues me hubiera gustado concederles ese honor a ustedes, así se encargarían de mantener alejado al guardián, que en incontables ocasiones me ha intentado quemar, pero las lesiones que me ha deja a permitido que ella lo odie- todos rieron nuevamente y comentarios como casanova vivo y muerto, enséñanos unos trucos. Alex solo rio ante los comentarios.

Amalia apretó los puños, comprendió que la red en la que se encontraba prisionera su hermana no era tan simple, aunque e dijera ¿le creería? Tenía que acercarse a su hermana pero no podía confiar en nadie que la rodeara a ella, ¿Cómo podría hacer?