Trás la muerte

CAPITULO 25

Una noche cuando Amalia dormía plácidamente en una cueva que les había indicado el espíritu del aire, Marco se acercó al espíritu de la sombra para hablar con ella. Tenía muchas dudas y ella todo lo conocía, ante sus ojos nada era oculto.

-buenas noches – dijo Marco. El espíritu respondió: - parece que se está pegando las costumbres de los mortales, ha sido buena influencia Amalia – hasta ese momento se percató que la noción de tiempo no era importante en ese reino y eso de saludar especificando cada momento del día resultaba innecesario, Amalia lo había contagiado.

Marco se rascó la cabeza y fue directo al grano: - ¿Quién es Amalia? – La sobra respondió: - tu hermana en el reino mortal – pensó por un rato y continuó – aunque eso aquí no aplica, puedes decir que es una simple mortal, tu amiga o algo mas– marco negó con la cabeza: -no me refería a eso- el espíritu susurró: - pero es lo que tu corazón anhelaba saber- Marco guardó silencio, había dado en el clavo, tenía un conflicto interno pero esas palabras solo lo acrecentaban.

Marco decidió cambiar la pregunta: - ¿Amalia tiene algún poder? – el espíritu guardo silencio por un momento, hasta que dijo: - no es poder, es lo mismo que tú y Emma tienen solo que con potenciales diferentes, por esos son las partes de la llave – Marco comprendió que aquello podría llamarse habilidad, algo así como, él era bueno en salir ileso de los enfrentamientos, ya que era excelente estratega y guerrero, por lo que había dicho Amalia, Emma tenía la habilidad de influir y manipular a otros seres. Pero ¿Cuál era la habilidad de Amalia?

Marco continuó el interrogatorio: - ¿Cuál es la habilidad de Amalia? – dos palabras interrumpieron el silencio de la noche: - su espíritu – y el silencio reinó. Marcó buscó en sus recuerdos la presencia del espíritu de Amalia y recordó el día que se conocieron, la energía que emite, lo que le contaron cuando estuvo en las catacumbas, la facilidad de amplificar su presencia o disminuirla, aunque al parecer inocentemente, desde que el muérdago fue removido la esencia de Amalia se mantenía a raya.

Recordó que cuando tenía el muérdago, la intensidad de todo eso había disminuido y algunas había desaparecido. Entonces dijo. – ¿por eso le quitaste el muérdago? – el espíritu dijo: - si hubiera seguido con eso, su existencia hubiera desaparecido – Marcó se quedó observando el cielo. la noche era más intensa, aunque deseaba dormir cerca de Amalia algo lo detenía. Muchos pensamientos inundaron su cabeza.

Era probable que los miembros de ambos consejos supieran sobre las habilidades de cada uno, entonces ¿Por qué querían desaparecer a Amalia? Había mucho por descubrir, pero por ahora debía descansar mañana sería un día largo, harían el primer intento de acercarse a Emma.

Cuando cielo se pitaba de un violeta claro, anunciando que el día se despertaba, Marco y Amalia se alistaron para llevar a cabo el palan que habían preparado para este día, si algo salía mal los espíritus los cubrirían. Amalia estaba nerviosa, se sentía como en una película, aunque todo lo que ha estado viviendo ya lo era.

Marco por su lado, estaba acostumbrado a misiones difíciles y no mostraba signos de precaución, Amalia al ver tal serenidad se preguntó ¿Qué misiones realizaba cuando estaba con los nexos? A pesar que en varias ocasiones le preguntó este solo le evadía el tema o comentaba “cosas sin sentido” y nunca explicaba a que se refería.

Comenzó a sospechar que su papel no era tan simple como ella se lo había imaginado hasta hoy. Aunque no iba a negar que se veía increíble cuando trasmitía esa actitud tan confiada en sí mismo. recordó como lo conoció y a pesar que se estaba desvaneciendo él se mostraba dispuesto a luchar por alcanzar sus objetivos, lo admiró en secreto, debía aprender algo de él.

Se pusieron en marcha, siguieron las coordenadas que el espíritu del aire les había dado, con cautela y acompañados del espíritu de la sobra, se acercaron al lugar que les habían indicado. Encontraron a varios Eterios con algunas armas en manos, mientras otros buscaban suministros, Emma estaba al otro lado platicando con Daniel, se acercaron con cuidado para escuchar lo que decían.

Daniel le decía: -no te preocupes tanto por tu hermana, seguro la encontraremos donde habita el guardián de los tiempos, según los informes que nos dieron ellos partieron hace mucho, a lo mejor deben estar por llegar y nosotros aquí perdiendo el tiempo- Emma contesto: - no me comprenderías aunque te lo explique, hace mucho que no se de ella, y este reino no es un lugar para que ella deambule, además que no sabemos que le habrán hecho los Nixeos, hay algo dentro de mí que me dice que las cosas no son como creemos.

Emma no tenía valor de decirles que la fogata de anoche le había dicho eso, además de que estuviera precavida y atenta a los cambios.




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