Trás la muerte

CAPITULO 26

Amalia se quedó sorprendida con lo que escuchó, Marco por su parte sentía como le hervía su ser, ni siquiera escuchó por la lluvia de recuerdos dolorosos que se acumularon en su cabeza. La mujer al frente de ellos no era una simple Eteria, ella era parte de un grupo de elite, y lo peor ella había eliminado a quien consideró su madre y a varios de sus amigos.

Deseaba salir de su escondite he ir a vengarse, quería cumplir la promesa que se hizo hace mucho tiempo, palpó el arma que tenía en su espalda, estaba a punto de sacarla hasta que una dulce voz lo sacó de sus pensamientos, - volvamos, es peligroso seguir aquí – Marcó con un tenso cabeceo aceptó la sugerencia, no quería creer que ella era la hermana que buscaban, aunque se parecía un poco a Amalia, pero se negaba a aceptar a una asesina como su hermana -¿acaso tú no lo eres?- le recriminó la voz.

El escondite de Marco y Amaia se había cubierto de un ambiente tenso, Marco después de preguntar: - ¿está segura que es tu hermana? - guardó un profundo silencio. Y si Amalia intentaba sacar platica, él apenas emitía sonidos. Estaba entrando la noche, se acercaba el momento de poner en marcha el plan, pero estaba preocupada porque la actitud de Marco no cambiaba.

Llegado el momento todos estaban en sus posiciones, el espíritu del viento hizo mover el suelo como si pasos de un grupo de personas acercándose. Mientras la mitad de los Eterios salieron a ver, de la otra mitad se encargó el espíritu de la sombra alejándolos del lugar, el espíritu del fuego empujó lejos a Emma llegando a un lado apartado del bosque.

Al ponerse en pie se encontró frente a Marco y lo reconoció sabía que era de los más temidos de los Nixeos, se colocó en pasión de ataque e hizo el primer movimiento. Marco por su lado solo esquivaba los ataques, pero la ira lo segó por un momento y comenzó a responder los ataques, ambos se tiraban a matar, a pesar de lo heridos que estaban seguían luchando, cuando de pronto se escuchó un grito que ambos reconocieron.

Salieron en dirección de dónde provino el grito, encontraron a Amalia con un pedazo de tronco en la mano intentando alejar a Alex que se acercaba amenazante con un arma en la mano dispuesta a eliminarla. Emma se quedó paralizada por lo que veía, Alex no sería capaz de hacerle daño a su querida hermana.

Marco al ver la reacción Emma decidió ir por Amalia, pero antes le dijo a Emma: - eso no es nada, y no me estorbes- Emma no comprendía lo que decía hasta que escuchó a Alex decirle a Amalia: - Tranquila, después sigue tu hermana, la llave debe ser destruida – marco salió en ese momento dándole de golpes para que soltara el arma. Marco le gritó a Amalia: - ¡corre! – estaba a punto de irse, pero se decidió a no volver a escapar, no lo dejaría solo esta vez.

Marco estaba molesto por la terquedad de Amalia y siguió luchando con Alex, era una pelea a puños, Alex no le daba tiempo de sacar su arma de la espalda y este había perdido su arma por el golpe. Marco iba perdiendo, las heridas que le había hecho Emma, le estaban pasando factura. Amalia tomó el arma del piso, cerró los ojos y disparó. Todo se volvió oscuro de repente.

Un fuerte viento comenzó a soplar, al abrir los ojos se encontró tirada en el suelo cubierta de polvo. Se puso en pie, encontró a Marco y Emma tirados en el suelo, el primero inconsciente y la segunda quejándose del dolor. Por un momento tuvo miedo de haberse equivocado al apuntar. Temió por la existencia de Marco.

Se acercó a él y examinó se cuerpo, esta vez no había fuga de energía, ni rastro de algún tipo de disparo, solo heridas un poco profundas, pero nada serio. Tocó su pecho para sentir el movimiento de su energía y esta al entrar en contacto con la piel de Amalia se aceleró devolviéndole la conciencia a Marco.

Luego fue hacia su hermana y la examinó tenía heridas profundas, pero lo que le impactó fue ver como gotas de agua se deslizaban en su rostro desde sus ojos. Amalia solo la abrazó. Entendió lo sucedido, ella había escuchado lo último. Y era innegable que ella amaba a Alex. Recordó que le había disparado ¿estaría muerto? ¿se lo perdonaría su hermana? Aunque entendería que no tuvo otra opción, se sintió culpable, sucia, ¡una asesina! Lloró en silencio mientras abrazaba a su hermana.

Con el tiempo Marco se terminó de despertar y las hermanas habían dejado de llorar, aunque sus sentimientos estaban destrozados, una se sentía traicionada por alguien que creyó que la quería y quién ella quería, y la otra la carcomía la culpa.

Marco buscó con la mirada a Amalia, estaba preocupado, deseaba que estuviera viva y poder abrazarla. Al verla notó que había perdido el brillo en sus ojos, y algo la atormentaba, se sintió culpable, ¿si no la hubiera dejado sola? Luego ¿notó la presencia de Emma y recordó lo sucedido, un silencio fúnebre los cubrió.




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