Narra Jean:
—Creí que habías madurado, pero ya veo que no puedo esperar ni aun lo más mínimo de tu parte —
Mi padre me llego a casa molesto por unos simples artículos, como si tuviera el control de la prensa y lo que dicen.
—No hice nada que pudiera comprometer tu valiosa imagen —replico molesto —Hace años que deje de meterme en escándalos. Estudio la carrera que tú escogiste, llevo un promedio sobresaliente, me junto con los hijos de tus inversores s incluso asisto a tus estúpido eventos caritativos. ¿Qué más quieres que haga para que me dejes en paz? —
—Comportarte como lo que eres: El futuro presidente de Barrow Talent & Entertainment. No eres un payaso de circo o intento de cantante — dice arrojando el periódico con furia en el escritorio.
Es irónico cierto. Mi padre, el actual dueño de una prestigiosa empresa de entretenimiento, me recrimina por haber aparecido en un artículo junto con mi banda durante el festival universitario.
—Creí que había dejado claro eso; que no quiero jueguitos de tu parte —
—Y yo creí que estaba claro que no importa tu opinión —
Un fuerte golpe resonó contra mi mejilla haciéndome callar. Aprieto mis puños con fuerza evitando perder la compostura. "Piensa en Amelí".
—No me respondas, recuerda que soy tu padre —
Una risa sarcástica escapa de mis labios.
—¿Mi padre? — pregunto con ironía — Te recuerdo que me mandaste al extranjero por años, nunca recibí un mensaje tuyo o siquiera una llamada en año nuevo. Nunca me has considerado tu hijo... y yo no te considero mi padre —
—Pero vives de mis costillas —dice con dureza — Por más que intentes hacerte la victima sabes que es verdad. Tienes una vida de lujos gracias a mí, no lo olvides —
Me quedo en silencio, mordiéndome la lengua para no responder. Las palabras de mi padre siempre han sido como dagas en mi corazón. Me esfuerzo por mantener la calma, por no darle el gusto de verme perder los estribos.
—No volveré a tocar con la banda —digo finalmente, con voz contenida. —Ese día fue el último que toque con ellos. Estoy a punto de graduarme, y me quitaba tiempo —
Mi padre me mira con desdén, sus ojos fríos y calculadores.
—Espero que sea verdad. No me obligues a tomar cartas en el asunto —dice finalmente, con un tono de voz que apenas disimula su desprecio
—Si abandoné la banda fue porque yo lo decidí. No por miedo a ti, que quede claro — aclaro, no quiero darle el lujo de la vitoria.
Él se queda en silencio sosteniéndome la mirada por un momento; sabe que nunca he sido alguien al que pueda manejar fácilmente. Aunque al final, sigo viviendo la vida que él quiere.
—Tal vez — dice finalmente — Pero recuerda, Jean, que mientras vivas bajo mi techo y con mi dinero, harás lo que yo diga. No te equivoques en eso. —
Asiento, sabiendo que discutir más solo empeorará las cosas. Me doy la vuelta, dispuesto a salir de su oficina, no soporto compartir el mismo espacio que mi padre.
—Otra cosa — dice mi padre antes de que cruce la puerta — La empresa está pasando por un momento difícil, tu chistecito llamo la atención de los medios. Mañana habrá una conferencia de prensa, vendrás conmigo —
Me gire con disgusto, odio estos eventos porque no puedo decir nada que debo actuar como un hijo Devoto y arrepentido, pero no tengo la mínima oportunidad de replicar.
—Sin excusas. Irás a la conferencia y responderás de acuerdo con lo planeado. Dejaste la banda para concentrarte en tus estudios, y si preguntan por tu "singular" apariencia y por qué la mantuviste oculta, dirás que fue por inseguridad tuya; no me involucres en esto. —
—Eso significa, ¿que no puedo decir que lo oculté debido a que mi padre me llama fenómeno? ¿Que negaba que fuera su hijo? ¿Que no soportaba verme y que por eso me mandó lejos de aquí? ¿Que fue él quien me causó esa inseguridad y rechazo a mí mismo? ¿Que, aun siendo una persona estudiada, no aceptaba que la heterocromía no tenía nada que ver con ser o no su hijo? —
Mi padre me mira con una mezcla de furia y desprecio. Su rostro se endurece aún más, si es que eso es posible.
—Jean, no pongas a prueba mi paciencia. Harás lo que te digo y punto —responde con una frialdad cortante. — Tomarás el cargo de la empresa y comportaras como debes. Aunque claro, puedes seguir con esto, y tu hermana tomara tu cargo. — comienza a decir con una sonrisa, una maldita sonrisa — Apenas comenzó la universidad, está a tiempo de iniciar otra carrera y prepararse para tomar el mando. Después de todo, ella siempre ha sido más obediente que tu —
Maldito, me está amenazando. Amelí sueña con estudiar actuación, pero mi padre movió algunos hilos para que no pudiera entrar a la carrera. Mi hermana es la única razón por la que deje de lado mi época rebelde, comencé a compórtame más como era su deseo con tal de que ella tuviera más libertad; y no me arrepiento.
Si me reusó a obedecerlo; Amelí no tendrá la oportunidad de seguir sus sueños. Debo esperar hasta que ella logre lo que quiere, entonces será libre.
—iré a la conferencia —digo, conteniendo mi rabia y frustración. — Pero tendrás que cambiar a Amelí de carrera—
—Yo no puedo hacer eso. Tendrá que terminar primero la que está estudiando —
—Hace un momento dijiste que la cambiarias; así que no te hagas el tonto. Tienes hasta el regreso del ciclo escolar para cambiarla, o es posible que deje de importarme la empresa y tu imagen —
Mi padre me observa, midiendo mis palabras, evaluando si realmente estoy dispuesto a cumplir con mi amenaza. Finalmente, suspira, rindiéndose a regañadientes.
—Muy bien. Hablaré con las autoridades de la universidad. Pero tú, Jean, no me hagas arrepentirme de esto. —
Asiento sin decir nada más y me retiro de su oficina, sintiendo el peso de la tensión en cada paso que doy.
Al llegar a mi habitación, me dejo caer en la cama, cerrando los ojos y tratando de calmar mi respiración. "Piensa en Amelí", me repito. Ella es la única razón por la que sigo soportando esto.